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Tres años de estudios en el Centro Nacional de Investigaciones del Café (Cenicafé) dieron como fruto una nueva tecnología que permitirá beneficiar de aquí en adelante el grano, sin contaminar el medio ambiente, ahorrando además agua y energía.
Ecomill, cuya marca está registrada por la Federación Nacional de Cafeteros, es un equipo desarrollado para extraer el mucílago o la miel del café desde el grano en cereza.
El nuevo sistema permite utilizar la mitad de agua que con el denominado Beneficio Ecológico del Café y el manejo de subproductos (Becolsub), el cual desde hace 20 años apoya las labores cafeteras, desarrollado también por Cenicafé.
De acuerdo con los investigadores de Cenicafé, en uno o varios tanques, dependiendo de las necesidades de producción, se hace la degradación o extracción del mucílago, que puede ser por fermentación natural o mediante enzimas. Cuando llega el momento exacto, el Ecomill transporta el café a un lavador que está diseñado para hacer la tarea con poca agua, pero sin dañar el café. Por un canal sale el café lavado y por otro, el residuo (mucílago), que al tener poca agua es muy viscoso, por lo que se debe reutilizar para no contaminar el ambiente. La ventaja, resaltan los investigadores, es que esta sustancia que resulta, sirve de materia prima para hacer fertilizantes, bioplásticos, plásticos, mieles y aglomerados, entre otras materias primas para la industria.
"Con Ecomill gastamos menos agua, entre 0,3 y 0,6 litros por kilo de seco. Es el consumo de agua más bajo a nivel mundial, de lo que conocemos. Además el manejo del mucílago que le quitamos al café se hace por otros medios que nos permiten controlar el 100 % de contaminación. Con Becolsub logramos el 90 %, entonces es un avance", explica el investigador Carlos Oliveros.
Según los expertos, este consumo de agua es bajísimo si se compara con un lavado en tanque-tina con agitación manual, que requiere 4,2 litros de agua por kilogramo.
Añade que las pruebas con el nuevo equipo se adelantan en la finca Las Brisas, ubicada en el departamento de Risaralda, cerca de Pereira. "Lo hemos usado con más de un millón de kilos de café cereza y en la finca en Pereira se han procesado cerca de 350 mil kilos, sin producir contaminación", señala Oliveros.
Sostiene que esta es una invitación a la modernización en el proceso del café, a la que puede acceder cualquier cafetero, y con cobertura amplia en el desempeño técnico y fortalezas ambientales. "Es una tecnología que permite producir el café con mejor calidad, sin impactar el medio ambiente, especialmente las aguas. También es una oportunidad de convertir los problemas ambientales en fuentes de ingresos".
A estas ganancias para el caficultor y el ambiente, los investigadores le agregan los beneficios económicos, pues el mercado del grano se abre en la medida en que se creen nuevas calidades, que dependen en gran medida de la etapa de fermentación.
La investigación
El año pasado en Cenicafé se terminó el desarrollo de Ecomill, desde la investigación hasta los planos de fabricación de tres modelos, con capacidades diferentes, de 500. 1.500 y 3.000 kilos de café lavado por hora. De cada modelo se tienen 34 planos. Ahora sigue el proceso de fabricación, para lo cual existen potenciales fabricantes y algunos incluso ya tienen la licencia.
La meta de la Federación es que se beneficie el mayor número posible de caficultores en el país, ya sea por adquisición del equipo o en centrales regionales en donde puedan procesar el grano. "En Belén de Umbría (Risaralda) se trabaja en el modelo de estas centrales para el Eje Cafetero", explica Juan Gonzalo Saénz, también investigador de Cenicafé.
El Becolsub es un sistema creado hace 20 años en Cenicafé, y consistió en una tecnología para manejar de forma económica y eficiente el beneficio ecológico del café. Este mecanismo incluye el uso de una descerezadora convencional para el despulpado del café sin agua y un modulo para quitar el mucilago del grano. Como no hay fermentación natural ni empleo de enzimas, sino por medios mecánicos, se necesita más energía y más agua.
El Ecomill es un equipo para lavar café previamente fermentado, de esta manera:
1. En esta tolva grande se deposita café despulpado. El diseño permite apropiado para que baje por gravedad y luego, mediante un tornillo sinfín.
2. Con esta canasta en forma de cono se extrae una muestra del café para determinar si es el momento de lavarlo.
3. Cuando lo indique la canasta, el grano es llevado de manera mecánica hasta un lavador.
4. El lavador mecánico es el corazón de la tecnología. Al girar permite expulsar los fluidos en contacto con el grano por efecto de la fuerza centrífuga generada. Está diseñado para retirar el mucílago previamente degradado con eficacia del 95 % aproximadamente, bajo consumo de agua y de potencia, minimizando además el daño de los granos.
Los fluidos de desecho del lavado, muy viscosos y con alta carga orgánica, se pueden mezclar con la pulpa del café, total o parcialmente, reteniéndolos en más del 90%. Los fluidos no retenidos (lixiviados) se pueden mezclar con pulpa más seca, lo que permite eliminar al 100% los desechos generados en el lavado del café. En ambos casos, la mezcla de los fluidos de desecho con pulpa se puede reutilizar como abono orgánico.
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