Con chocolate, con café, con gaseosa; tajado, hamburguesa, aliñado, con queso, con jamón y hasta con arequipe. El pan es un alimento tradicional en la canasta básica de los hogares colombianos, sobre todo en Bogotá, donde el consumo llega a 82 kilos por familia al año, según estudio revelado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan (Adepan).
El Eje Cafetero aparece con un promedio de 22 kilos por hogar al año, mientras que Medellín es la región donde menos se consume este producto, con 21 kilos promedio, de acuerdo con el informe.
Carlos Julio Loaiza, administrador de la panadería Pastelipan, en alto Campohermoso en Manizales, contabiliza en unos 3 mil los panes que vende a diario. Dice, sin embargo, que la venta ha tendido a disminuir en los últimos dos años. “Los que más se llevan son los de $200 y el día que más se vende es el domingo, seguramente porque están las familias reunidas para comer”. Expresa que el pan sigue siendo un alimento esencial en la canasta familiar, aunque en la región también hay un consumo representativo de arepa.
La venta de panes, sin duda, depende del tamaño de la panadería y del sector. Según el informe de Adepan, en los estratos bajos se consume más y es donde se ubica la mayoría de expendios.
Luis Enrique Aristizábal, del negocio Delicias de Fátima, dice que en un día vende cerca de 200 panes, con lo que considera que las ventas han disminuido año tras año. “Este, como todos los negocios, ha estado muy difícil, cada vez se vende menos. El promedio aumenta de pronto si un colegio o una empresa hacen un pedido grande”, relata.
En esto coincide Jhon Jairo Escobar, gerente de panaderías La Victoria y Deliapa, con ventas en el Eje Cafetero, norte del Valle y parte del Tolima, quien dice que el consumo de pan ha sido estable durante los últimos años, aunque tiende más bien a la disminución.
“En el 2010 importamos un millón 450 mil toneladas de trigo y el año pasado fue exactamente igual. El consumo más que disminuir, ha cambiado, pues han habido sustitutos muy importantes del pan. Nos sostenemos con mucho esfuerzo, y gracias a las campañas que se han hecho de ir a otros lugares donde no estábamos. La mayor competencia es con las galletas, pues hay una guerra de precios muy importante”, explica Escobar.
Asegura que otro aspecto, en el cual concuerda con el estudio de Adepan, es que existe la errada creencia de que el pan engorda, y dice que un estudio en España demostró que este alimento encapsula la grasa y no permite que las personas engorden. “Pero los nutricionistas y los dietistas lo primero que hacen es limitar el consumo de pan. Esto ha hecho que el consumo que se ha perdido de pan blanco, se recupere en productos más saludables como los panes integrales, los de siete cereales, entre otros”, manifiesta.
Dice que en el plano industrial ha bajado el consumo de panes tajados y aliñados. “Hay que tener en cuenta que son distintas las ventas en las grandes plataformas y en las panaderías de barrio. Podríamos decir como empresa que casi todos los días vendemos menos en las grandes superficies, que se han dedicado a tener sus propias marcas y fábricas. Vemos que en los últimos tres años en Manizales desapareció San Francisco y Rakamandaca, que entre las dos generaban unos 150 empleos, yo diría que Suzette se redujo prácticamente a solo punto de venta, lo mismo ocurre con Panydonas”.
Dice que para mantenerse en el mercado también han incursionado en otros mercados y exportan a España e Inglaterra, además de mantenerse a la vanguardia y tener tecnología de punta.
La competencia con la arepa
El gerente de La Victoria y Deliapa estima que el consumo de pan en el Eje Cafetero, por persona, es similar al promedio nacional de 23 kilos al año. Dice que solo en el 2007 y el 2008 aumentó el consumo a 25 kilos por persona al año. En el 2009 empezó la disminución. “La arepa había perdido un nicho de mercado en los dos últimos años, que ha ido recuperando, porque hay que tener en cuenta que este producto está muy marcado en las tradiciones paisas y esto nos pone en competencia”, señala el empresario.
Asegura que la competencia más fuerte está con la galletería, si se tiene en cuenta que en el Eje hay tres de las cinco galleteras más grandes del país. “Otra razón por la que se han quebrado muchas panaderías en Colombia es porque los precios del trigo no son estables, en este momento vamos en un alza del 15%”.
Asegura que el éxito de la galletería se basa en los precios, pues antes para los estratos uno y dos no era tan fácil comprar galletas como ahora, pues por ejemplo el paquete de tres tacos, que costaba $3 mil 800, ahora lo encuentran a $1.800 pesos.
Dice que en los supermercados el 60% de las góndolas están surtidas con pan tajado. Le siguen los panes perros, las mogollas, y las hamburguesas.
Diego Giraldo, administrador del negocio Pan Calientico, en Villamaría, cuenta que este año ha sido muy difícil en ventas de pan. “Vendemos cerca de 90 panes diarios, lo que más lleva la gente es el aliñado y el mantequilla. A veces los fines de semana aumentan las ventas, pero ha estado difícil la situación”.
De acuerdo con el estudio de Adepan, Colombia tiene el menor consumo per cápita de América Latina con un indicador de 23 kilos al año, lo que representa, según la Andi, el 1,7% del total del gasto de un colombiano de ingresos promedio y el 2,4% de uno de ingresos bajos. El consumo de Venezuela es de 30 kilos; Argentina, 73 kilos; y los chilenos consumen 98 kilogramos por habitante. “Las anteriores cifras más que alertar, permiten reconocer el gran potencial de nuestro país para incrementar el consumo y oportunidades de negocio de este mercado que se encuentra en desarrollo”, dice el informe.
Diferencias en regiones
De acuerdo con la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan (Adepan), la diferencias de consumo del producto son notorias entre dos grupos importantes: Bogotá, Pacífico y Atlántico, frente al Eje Cafetero y Medellín. “De acuerdo con ThinkFit, estudio realizado por Kantar Worldpanel, llama la atención que es precisamente en Bogotá, la ciudad de mayor consumo de Pan, en donde los consumidores intentan reducir el consumo de harinas”.
Agrega que en la capital del país, el 65% de las amas de casa respondió que ha cambiado su alimentación hacia comidas más sanas y equilibradas. “Pero, ¿qué es comer mejor para nuestros consumidores? Es comer menos de algunos ingredientes. Es por esto que Adepan se une en el llamado de atención a los fabricantes de pan, ya que es importante poder ofrecer alternativas para el consumo, con productos innovadores”.
El informe señala dos factores relevantes que llevan a las bajas tendencias de consumo: primero, que las gestiones del Gobierno para apoyar el desarrollo de esta industria vital para la economía del país aún están en desarrollo, lo que dificulta su completa expansión; segundo, el falso mito de que el pan no es el complemento ideal para una saludable alimentación, lo que limita a muchas personas a disfrutar de este alimento, rico hidratos de carbono, vitaminas, minerales, proteínas, zinc y hierro.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015