
NEGOCIOS|LA PATRIA
La discusión sobre mantener o desmontar el impuesto del 4 por mil se revive en el país ante la propuesta del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, de extender el plazo para quitarlo, tal como estaba estipulado y comenzar a reducirlo, a partir de enero próximo, cuando quedaría en 2 por mil.
Esto, según Cárdenas, con el objetivo de destinar los recursos a la recuperación del sector agropecuario. Su argumento durante el debate del presupuesto nacional es que “ante problemas extraordinarios hay que buscar soluciones extraordinarias”.
Sin embargo, la idea no cala entre los analistas y entre entidades como Asobancaria y la Cámara de Comercio de Manizales, que aseguran que continuar con el gravamen es innecesario, además de que afecta el acceso al sistema financiero y el crecimiento de las empresas.
María Mercedes Cuéllar, presidenta de Asobancaria, recordó en diálogo con NEGOCIOS que la entidad hace varios años insiste en la inconveniencia del 4 por mil, pues no solo afecta la posibilidad de que más personas entren al sistema financiero, sino que lleva a que se aumente el lavado de activos, en busca de evitar el pago de este impuesto.
"Es un impuesto ineficiente desde lo tributario, además de que afecta la imagen de las entidades financieras, pues la gente piensa que el dinero es para estas, cuando en realidad pasa totalmente al Estado. La mayoría de ministros de Hacienda cuando llegan a ese cargo dicen que están en desacuerdo con el impuesto, pero después cambian de opinión y lo mantienen".
Cuéllar explica que con este cobro el Estado recauda cerca de $6 billones anuales, pero el problema es para el sistema bancario que no logra aumentar su cobertura, pues las personas y las empresas pequeñas prefieren el uso del efectivo.
Una mirada similar tiene Duván Ramírez, decano de la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Financieras de la Universidad de Manizales, quien señala que el impuesto se debió desmontar hace mucho tiempo, en 1999, fecha que se había estipulado. Dice que Colombia es un país con bajo nivel de bancarización y el impuesto afecta la economía formal, ya que encarece las transacciones, lo cual lleva al uso del pago directo.
A pesar de que Ramírez reconoce que los recursos percibidos por el 4 por mil serían una ayuda al sector agrario, es enfático en asegurar que estos no atacan el origen de los problemas del sector.
Frena la competitividad
Otra razón por la que se debe reducir el 4 por mil y luego quitarlo es que el impuesto hace menos eficiente la competitividad de las regiones y de las empresas.
El planteamiento lo hace Lina María Ramírez, presidente de la Cámara de Comercio de Manizales, quien recuerda que el impuesto surgió como apoyo a las entidades financieras en un momento de crisis, teniendo en cuenta que es importante tener un sistema financiero robusto, pero el gravamen no debe permanecer.
"Son costos que se acumulan y hacen menos eficiente la competitividad. Esperemos que no repitamos la costumbre de que los impuestos transitorios se vuelven permanentes. En su momento sirvió para solucionar un problema específico, pero se ha demorado el desmonte”.
Ramírez tampoco cree que la solución para el agro esté en extender el tiempo del 4 por mil y transferir esos recursos al sector, pues aunque la situación agropecuaria es compleja, lo que se debe tener claro es que se necesitan políticas estructurales, transformadoras e innovadoras y tener en cuenta que el aporte presupuestal es de un solo tamaño. "Es complicado tener impuestos adicionales para las personas y para las empresas. Es importante darle la mano al agro, que necesita recursos valiosos, pero es mejor mirar cómo, dentro del mismo presupuesto, hacer una transferencia".
No es el momento para quitarlo
Aunque Augusto Londoño, presidente de Bancolombia en Manizales, reconoce que hay efectos negativos del impuesto por el freno de la bancarización, lo que promueve la informalidad del manejo del dinero, cree que no es el momento para que el gravamen desaparezca.
Londoño, quien aclara que habla desde su opinión personal y no en nombre de la entidad financiera en la que trabaja, dice que los recursos que recauda el Estado por este medio son relevantes para financiar los proyectos y la infraestructura del país, sobre todo si se tiene en cuenta el objetivo de financiar las necesidades del sector agropecuario con estos dineros, lo cual es indispensable.
Dice, sin embargo, que si el cobro se reduce de manera gradual esto llevará a que el dinero que se mueve por fuera del sistema financiero se vaya bancarizando. "Este es el factor negativo del gravamen, pues hay empresas y negocios que no trasladan sus recursos por el sistema financiero debido al impuesto. Además, nos ha impedido manejar la masa monetaria del país y poder cuantificar el Producto Interno Bruto, porque hay una economía subterránea, que no se puede medir por estar por fuera del sistema financiero y esto no permite que las entidades establezcan políticas adecuadas".
Londoño propone que antes de quitar el 4 por mil es indispensable tener una verdadera reforma en la administración de impuestos, sobre todo en un país donde aún falta cultura para estos pagos. "De todas maneras no es el mejor momento para desmontarlo, pues así se tienen asegurados recursos importantes para el país".
La discusión sigue sobre la mesa del Congreso, Cárdenas enfatizó que la aprobación de recursos adicionales en el Presupuesto para el agro están sujetos a que se consiga el visto bueno de los congresistas. Allí las posiciones están divididas.
Qué es el 4 por mil
* El Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) o 4 por mil es un impuesto que pagan los usuarios del sistema financiero.
* Según la reforma tributaria del 2010 (Ley 1430 de 2010), la tarifa se reducirá gradualmente de la siguiente manera :
- Al dos por mil (2 x 1.000) en los años 2014 y 2015
- Al uno por mil (1 x 1.000) en los años 2016 y 2017
- Al cero por mil (0 x 1.000) en los años 2018 y siguientes.
* Se paga cuando se hace cualquiera de estas transacciones
- Retiro en efectivo.
- Retiro mediante cheque.
- Retiro mediante talonario.
- Retiro con tarjeta débito.
- Retiro por cajero electrónico.
- Retiro o pago en puntos de pago.
- Notas débito.
- La expedición de cheques de gerencia.
- Traslado de fondos a cualquier título.
- Cesión de recursos a cualquier título.
- Traslado o cesión de recursos entre diferentes copropietarios sobre carteras colectivas.
- Retiro de recursos del beneficiario o fideicomitente sobre carteras colectivas.
- Los pagos o transferencias efectuados a terceros a través de notas débito manejados por cuentas contables o de otro género diferentes a las cuentas corrientes, de ahorro o de depósito.
- Los movimientos contables en los que se configure el pago de obligaciones o el traslado de bienes, recursos o de derechos a cualquier título.
- Los débitos efectuados sobre los depósitos acreditados como saldos positivos de tarjetas de crédito.
- El retiro del cheque y el pago del mismo en las cuentas de ahorro.
- La expedición de cheques de gerencia con cargo a una cuenta corriente o de ahorros del usuario.
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