EFE I LA PATRIA I Bogotá
El expresidente Álvaro Uribe reapareció este lunes, tras casi 70 días en detención domiciliaria, con una declaración en la que a pesar de haber renunciado al Senado, mostró que está lejos de apartarse de la política y que seguirá oponiéndose al socialismo latinoamericano y a la justicia transicional.
"Mi vida pública ha generado mucha controversia pero carezco de voluntad para dejar de pensar en Colombia. No puedo renunciar a advertir las amenazas que nos asechan", manifestó Uribe en la declaración leída en su hacienda El Ubérrimo, en el departamento caribeño de Córdoba.
El expresidente, de 68 años, se definió como un "sobreviviente" y aseguró: esa es una "razón poderosa para sentir que el reposo y la resignación no hacen parte de mis opciones".
Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, está en detención domiciliaria desde el pasado 4 de agosto por orden de la Corte Suprema de Justicia como parte de un proceso por supuesto fraude procesal y soborno en actuación penal.
Sin embargo, el pasado sábado la jueza 30 penal con función de garantías de Bogotá, Clara Ximena Salcedo Duarte, ordenó su puesta en libertad, que está pendiente de que se completen los trámites burocráticos de rigor.
El proceso lo enfrenta al senador Iván Cepeda, del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo (PDA), su antagonista político, y pasó de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía luego de que Uribe renunciara a su escaño de senador.
Discurso contra la JEP
En su declaración, de marcado tono político, como de campaña electoral, el expresidente criticó el "sistema judicial que heredamos del Gobierno anterior", y dijo que "el conjunto normativo" vinculado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) "consagró impunidad total a atrocidades como el secuestro y violación de menores".
"Las víctimas siguen burladas y parece que su único camino sea mendigar unos recursos del Estado", agregó el expresidente, quien insistió en la propuesta de impulsar un referendo para acabar la JEP, creada a instancias del acuerdo de paz firmado en 2016 por el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, así como de hacer otros cambios al sistema judicial.
"Debemos insistir en la derogatoria de la JEP y en la reforma de los acuerdos de La Habana, salvando el respeto y apoyo a los reinsertados de buena fe. Sin estas reformas será más difícil lograr acuerdos con otras agrupaciones criminales como (la guerrilla de) el ELN", añadió.
También propuso pensar "en un referendo que disminuya el Congreso y la burocracia, adopte una norma vértice para la cúpula de la Justicia, garantice ingreso solidario a los más pobres y confirme el decomiso de la droga sin criminalizar al consumidor".
El socialismo en la mira
Uribe también apuntó al "narcoterrorismo y el proyecto socialista" como dos amenazas de las que dijo que no se puede permitir que "anulen las capacidades colombianas" y que deben ser enfrentadas con otros modelos de desarrollo.
"Avancemos en iniciativas de progreso social y económico que sean la alternativa al riesgo socialista, que pretende replicar el fracaso de Venezuela y Nicaragua y que tiende mantos de incertidumbre sobre otros países de la región", propuso.
El exmandatario, fundador y líder del partido de derecha Centro Democrático, en el poder en Colombia, dijo que "a las confiscaciones del socialismo, a sus impuestos y restricciones asfixiantes, que inhiben la creatividad" hay que oponerse "con más seguridad, más empresas que ofrezcan más oportunidades, más cohesión social, más educación, más emprendimiento y más remuneración".
"Sé que no tengo cupo en el tren del apaciguamiento, donde por evitar las dificultades de la lucha y congraciarse con el tigre, se termina en sus fauces", afirmó Uribe, quien pidió a sus seguidores "ojo con el 22", en referencia a 2022, año en que se celebrarán las próximas elecciones presidenciales en Colombia.
En las últimas semanas líderes y partidos de la derecha de América y Europa expresaron su apoyo a Uribe y pidieron su libertad, y el exmandatario les agradeció hoy en su declaración.
"Agradezco de todo corazón las manifestaciones de apoyo de dignatarios: al presidente Donald Trump y al vicepresidente Mike Pence de los Estados Unidos, país que tanto ha ayudado a Colombia y a mi persona", dijo.
También agradeció el apoyo del expresidente del Gobierno español José María Aznar, a quien se refirió como "campeón en la lucha contra el terrorismo", del exmandatario colombiano Andrés Pastrana (1998-2002) y de los demás líderes que integran la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) que se manifestaron a su favor tras su detención.
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