Efe|LA PATRIA|BARRANQUILLA
Unos 350 campesinos, varios de ellos pertenecientes a familias desplazadas en 1998 por grupos paramilitares y a las que el Estado les había restituido tierras, abandonaron la vereda La Secreta, en la Sierra Nevada de Santa Marta, debido a combates entre organizaciones de narcotráfico.
Dicha zona es escenario, desde hace varios días, de enfrentamientos entre el clan del Golfo y el grupo clan Pachenca o autodefensas conquistadoras de la Sierra, confirmó la Gobernación del Magdalena luego de un consejo de seguridad en el cual se le pidió apoyo al Gobierno Nacional para brindar atención urgente ante la amenaza del retorno paramilitar en esta zona rural de Santa Marta.
La secretaria del Interior del Magdalena, Nayara Vargas, anunció el incremento de tropas del Ejército en el sector y que se realizarán acciones para mitigar la fractura del tejido social.
Dos jóvenes asesinados
Los desplazados reportaron que en medio de los combates fueron asesinados dos jóvenes de su comunidad. Los cuerpos estuvieron varios días en un camino porque los grupos armados no les permitían recogerlos.
El investigador Lerber Dimas dijo que los desplazados de La Secreta están en las ciudades de Santa Marta y Ciénaga, en las poblaciones de Río Frío y San Pedro, en las estribaciones de la Sierra Nevada y en el caserío de El Reposo, también en el sector. "Hoy -ayer- llegaron unas 60 personas, pero son más de 300, esa vereda prácticamente se está quedando sola", explicó Dimas, quien recordó que hace unos meses hubo enfrentamientos.
La defensora de derechos humanos y consultora en temas de seguridad y convivencia Norma Vera Salazar, quien hace tres años denunció que el clan del Golfo iniciaría una guerra por el control del territorio y las rentas ilegales, dijo que esta nueva situación estaba advertida hace mucho.
"Solo ayer (sábado) fueron desplazadas alrededor de 350 personas y a las que se quedaron en las fincas el clan del Golfo les ordenó que abandonaran el lugar".
Trillizas, entre los desplazados
Entre los desplazados en la vereda La Secreta están las hermanas Dania, Dalia y Daniela Castillo, a quienes en 1998, a sus 3 años de edad, los grupos paramilitares les asesinaron a sus padres y a un hermano, quedando al cuidado de su hermana, que en ese entonces apenas tenía 15 años.
En el 2013, con 17 años, las hermanas Castillo se convirtieron en las primeras menores de edad en ser beneficiadas con la ley de restitución de tierras que puso en vigencia el entonces presidente Juan Manuel Santos. En ese momento, les restituyeron el predio San Marcos, correspondiente a tres parcelas (unas 25 hectáreas) en las que ellas comenzaron cultivos de café orgánico. Sin embargo, ahora con 21 años debieron salir nuevamente de su vivienda a causa de la violencia.
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