La platea del teatro José Consuegra Higgins estaba completamente ocupada por estudiantes de seis colegios de Barranquilla, entre ellos mi institución, el Colegio Distrital Hogar Mariano.
Habíamos llegado hacía más de una hora y el espectáculo aún no empezaba. Comenzábamos a desesperarnos y la indisciplina empezaba a brotar.
La obra que fuimos a ver esa tarde del jueves 26 de Abril era “En busca de la Ciudad de los Espejos”, un montaje del grupo Teatro Experimental Cemi Najajho de Malambo.
Por primera vez las estudiantes de octavo grado de mi colegio asistíamos a una obra de Enitbar, Encuentro Internacional de Teatro de Barranquilla, y nuestras expectativas eran tan grandes como el teatro donde nos encontrábamos.
De pronto, la voz de la presentadora disminuyó la algarabía que reinaba en el lugar, anunciando con gran emoción a… ¡Lucas Clown! Nos miramos esperando que alguien apareciera en el escenario, pero solo una música muy movida y divertida invadió el teatro.
Comenzó el espectáculo
No duró mucho la incertidumbre porque a los pocos segundos, por la salida de emergencia, se asomó Lucas Clown. Solo fue necesario verlo para que el juvenil público estallara en risas y aplausos. Su extraño peinado, que parecía una palmera en su cabeza y su barba, similar a la de un chivo, le daban un toque único, diferente.
Luego de la histeria inicial los estudiantes y profesores se quedaron en silencio esperando que algo sucediera. Lucas comenzó a divertir como sabe hacerlo, con mímicas y acrobacias, sin decir una sola palabra. Él tenía algo en mente y pronto nos dimos cuenta de qué se trataba, escogió a una profesora de otro colegio y se la llevó al escenario.
Estando en la tarima le sonrió pícaramente a la docente, la invitó a subirse al monociclo y hasta intentó darle un beso, ella intentaba contener la risa pero no podía, todo era muy cómico y entretenido. Nosotras nos quedamos con las ganas de ver a uno de nuestros profesores en escena, tal vez otro día se nos haga realidad ese sueño.
El primer acto de Lucas culminó. Era momento de disfrutar de la obra teatral “En busca de la Ciudad de los Espejos”, la cual nos mostró parte del realismo mágico de nuestro Nobel Gabriel García Márquez y su obra cumbre Cien años de Soledad.
Al finalizar la obra nos dio un desespero por irnos, tal vez por cansancio o un poco de hambre, pero Lucas Clown regresó a alegrarnos el rato, se tomó fotos e interactúo con el público. Entre aplausos terminó su segundo acto y yo fui a buscarlo para hacerle una entrevista.
Ellos son Arthur Circus
Arthur Circus, es el arte del circo, la magia que emociona y se contagia, la alegría de divertirse y de olvidar los problemas con risas. Arthur circus, es una familia dedicada a divertir y verlos juntos en escena es un alimento para los ojos, porque quien los ve quiere volverlos a ver.
Luís Castañeda es Lucas Clown, y junto a su compañera Sandra Milena Ospino y los niños Andrés Felipe y Héctor Arturo son los integrantes de esta particular familia. El dominio del equilibrismo y mil malabares, que para ellos son pan de cada día, solo se logra con años de entrega. Luis lleva trece años en el oficio, Sandra siete y Andrés Felipe seis.
Héctor Arturo es el más pequeño de la familia y a sus 5 añitos todavía no es miembro “oficial” del espectáculo, sin embargo, ya da señales de que su vida será el circo. “A Héctor Arturo le gusta acompañarnos a los actos, pero a veces es un poco complicado cargar con él” dice Sandra, mientras Héctor no deja de moverse, brincar de un lado a otro, tirarse de los muros, reír y no prestarle atención a los “quédate quieto” y “ten cuidado” de su mamá.
Uno por uno
Precisamente el segundo nombre del hijo menor dio origen al nombre artístico de la familia: Arthur Circus, además, cada uno de sus integrantes tiene una forma de llamarse cuando está en escena: Luis es Lucas Clown, Sandra es Sammy y Andrés Felipe es Andy.
Los Castañeda Ospino viven cerca al mar, en la Urbanización La playa y como cualquier familia comparten una rutina. Su lugar de encuentro es la sala de su casa, ahí se divierten, hablan y practican sus actos. También disfrutan del rock, la salsa y la música de circo.
A veces llegan personas interesadas en aprender el arte del clown, que aunque en inglés significa payaso no es lo mismo. La diferencia radica en que el payaso es más tradicional y burlón, mientras que el clown estudia y domina otras técnicas de circo como la acrobacia y el malabarismo.
Justamente con el fin de dominar el arte del clown Luis estudió en la Academia Superior de Arte de Bogotá. Por un buen tiempo gran parte de lo recolectado en sus presentaciones en parques y semáforos lo ahorró para poder cumplir su objetivo de formarse como un artista de la alegría.
La relación de la familia con la comunidad ha sido muy buena, el barrio los ha acogido a la perfección. “Acá en el sector la relación es buena con todos los vecinos, pues a ellos les llama mucho la atención una familia así, diferente como nosotros. Por lo menos con los chicos no hay problema“, dice Sandra.
Luis es barranquillero, tiene treinta años, cuando está en escena y se convierte en Lucas Clown su voz desaparece y la nariz roja de payaso lo identifica. Mientras responde mis preguntas se quita la nariz, cuando alguien nos interrumpe para tomarse una foto con él se la vuelve a poner. Tiene varios tatuajes, su barba es larga y extraña, su voz gruesa y la mayoría de veces está sonriendo, él se considera el doctor de la risa.
La diferencia en el barrio
Su imagen es muy original, se diferencia mucho de lo que estamos acostumbrados a ver, por ejemplo, el peinado de palmera es único “lo del cabello es algo propio, algo mío, pero eso sí, cuando estoy en casa trato de no relacionar o de no verme igual que en una presentación y no es para chicanear” asegura. La barba larga también tiene una explicación: “No me la quito desde que nació Héctor, a él le gusta mucho jugar con mi barba.”
Sandra es samaria, tiene un tatuaje con forma de flores de varios colores, El corte y color de su cabello también la destacan y hacen parte del espectáculo. Es delgada y bajita, muy espontánea y divertida, “echa pa lante” como toda costeña.
Luis y Sandra se conocieron en Guachaca, Magdalena, por medio de Andrés Felipe ya que Luis le daba clases de circo al niño y pronto se sintió atraído por la mamá de su estudiante. “Mmm… prefiero reservármelo” dice soltando una carcajada, cuando se le pregunta por lo que más le gustó de ella.
Una familia con talento y dificultades
Andrés el mayor, es menos inquieto que su hermanito, sin embrago hace desorden en casa y solo cuando sale de su hogar guarda la compostura y prefiere no hablar mucho. El niño tuvo problemas en su colegio, "El Cañahuate" de La Playa, por tener el cabello largo “como el de un delincuente”.
Según el colegio, esas eran razones suficientes para no dejar que el niño entrara a clases, cuando en realidad esa polémica decisión iba en contra de su derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Afortunadamente todo se solucionó “el colegio entendió porque vio que la situación se le estaba saliendo de las manos y que era absurda la razón por la cual no lo dejaban entrar a dar clases. No se cambió de institución a Andrés Felipe, sigue en la misma, solo con la condición que lleve el cabello limpio, recogido, aunque él nunca lo ha llevado sucio”, cuenta su mamá y agrega “es absurdo, el que estudia es él, no el pelo y además Andrés tiene las mejores notas del colegio”.
La familia Arthur Circus tiene un sueño, hacer una fundación, donde ellos puedan regalar sonrisas a personas afectadas por la ola invernal y desplazados. Estos espectáculos se han venido dando sin que nadie los apoye porque “querer es poder”.
Lucas Clown fue uno de los participantes del programa Colombia tiene talento del canal RCN. Él llegó hasta la segunda ronda, conoció a los jurados, el set y sus alrededores.
“El trato fue muy bueno, conocí a muchas personas de la televisión y a muchos artistas. La comida fue muy buena, pero extrañaba mucho a mi familia. Si hay otra temporada de Colombia tiene talento tenemos pensado presentarnos juntos en familia, claro si permiten menores de edad”, indica.
En la calle
La época de los semáforos no ha terminado, de hecho Lucas Clown presenta su espectáculo todos los días en el norte de Barranquilla, desde la calle 74 hasta el sector de Buenavista o a veces cerca de la Catedral. Sin importar el calor que caracteriza a la ciudad, aprovecha el tráfico de las horas pico, busca un espacio en medio de vehículos detenidos, conductores desesperados y vendedores ambulantes y hace su arte.
Luis Castañeda, a través de su personaje Lucas Clown, se entrega con la misma pasión en un programa de televisión nacional, un teatro lleno de estudiantes o en plena calle, y ese mismo entusiasmo lo muestran los demás integrantes de Arthur Circus, sin embargo, una publicación en el muro Facebook de Luis refleja algo de melancolía. “Triste porque terminó Enitbar, de nuevo a la calle”. Él es un artista y el espectáculo debe continuar.
¿Por qué escogí esta noticia?
Escogí la noticia sobre Enitbar, Encuentro Internacional de Teatro de Barranquilla, publicada en el periódico El Heraldo el 13 de Mayo de 2012, porque fue una experiencia en la que tuve la oportunidad de participar.
En este tema me centré en el grupo Arthur Circus, conformado por la familia Castañeda Ospino, porque su vida artística y cotidiana me llamó mucho la atención debido a que son muy divertidos, luchadores e interesantes.
* Ganadora del Concurso Mejores Crónicas Prensa Escuela 2012 organizado por Andiarios. Ella cursa octavo grado en el colegio Distrital Hogar Mariano.
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