Colprensa| LA PATRIA
La polémica decisión, quizá la más controvertida del gobierno de Gustavo Petro en Bogotá, de otorgar el manejo, depósito y recolección de basuras a la empresa Aguas de Bogotá le costó a la capital del país un caos ambiental, de movilidad y sanitario, de acuerdo con la Procuraduría General de la Nación.
El procurador Alejandro Ordóñez explicó ayer que una razón para destituir al mandatario e inhabilitarlo por 15 años fue considerar que la Administración Distrital improvisó en un tema tan trascendental para los ciudadanos y puso en riesgo la salud pública. Para Ordóñez, Petro nunca consideró, al implementar un nuevo sistema de aseo, que Aguas de Bogotá “no tenía ninguna experiencia en el tema”.
El mandatario declaró que sigue siendo el alcalde de Bogotá y que no tiene de qué arrepentirse. Su abogado ante la Procuraduría, Julio César Ortiz, aseguró que aquel estará en su cargo, por lo menos, hasta mediados de enero, debido a que aún tiene recursos para apelar el fallo proferido por el Ministerio Público. “Los tiempos para presentar los recursos van hasta finales del mes y si el procurador no actúa con la misma premura con la que ha actuado, en 15 o 20 días deberá pronunciarse”, dijo el jurista.
Agregó que continuará estudiando en detalle la decisión. “Ejerceremos todos los recursos, tenemos oportunidad para presentar nuestro escrito hasta el penúltimo día de diciembre, interpondremos los recursos conforme a la Constitución y la ley, esperamos que esta decisión sea recogida y revisada porque nos parece que es estrambótica, contraria y descabellada frente al ordenamiento judicial de Colombia”.
Recuento
El alcalde siempre defendió que la implementación de su esquema de basuras era una apuesta para quitarles el negocio a los operadores privados, que por más de 12 años tuvieron el control de la situación; también, que buscaba incluir en la operación a los recicladores, integrándolos al nuevo sistema.
Con el nuevo modelo, empresas privadas cederían su operación concesionada de aseo, para realizar la recolección, barrido y limpieza de Bogotá. Petro explicó en su momento: “El Distrito tendría la operación del 52% de la capital del país, mientras que los operadores privados, el 48%”. El Acueducto pasaría ser la entidad encargada de las basuras.
El 17 de diciembre de 2012, en medio de una intensa polémica y de críticas de distintos sectores, Petro le dio la responsabilidad al nuevo operador, pero se desató un caos ambiental y se generaron problemas de movilidad en varios sectores de la ciudad. Fue ahí cuando la Procuraduría decidió “ponerle el ojo a la situación”.
La administración dijo todo hacía parte de la consolidación de la nueva medida, y que se superarían los percances paulatinamente. Sin embargo, las semanas siguientes demostraron que no hubo cobertura necesaria, pues había sitios donde la recolección la hacían volquetas. El desorden en la recolección de basuras llevó a Petro a firmar un convenio relámpago con los anteriores contratistas privados.
Pero el daño estaba hecho y los problemas del 17, 18, 19 y 20 de diciembre del año pasado le pasaron “factura” a Petro. Luego de esas jornadas de desconcierto en Bogotá, la Procuraduría Delegada para la Función Pública decidió atender más de 150 quejas que llegaron a la entidad, pidiendo revisión del tema y sanciones para los responsables del desorden.
No sirvieron las medidas
A pesar de que se tomaron más medidas, como la importación de camiones recolectores, los problemas siguieron, pues sumado al mal estado en que llegaron los vehículos, los antiguos recicladores, ya vinculados a la empresa Aguas de Bogotá, anunciaban cese de actividades por incumplimiento en los pagos.
Por estos días el nuevo sistema de recolección de basuras en Bogotá cumpliría un año de operación, tiempo durante el cual, según Ordoñez, la ciudad ha estado envuelta en una improvisación constante. Por eso la Procuraduría, hace dos semanas, advirtió a la Corte Constitucional los reparos al sistema y sobre una posible repetición del caos de hace un año.
El cúmulo de inconformidades y denuncias resultaron fatales para la administración. En el documento que leyó ayer el procurador, informó que la improvisación le significará a Petro su destitución.
Según la Procuraduría, durante las fechas en las que Bogotá se vio sumida en el caso ambiental se dejaron de recoger entre 6 mil y 9 mil toneladas de basuras.
Se agudiza la crisis
La destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, acaba de sumir aún más a la principal ciudad del país en la más profunda crisis de gobernabilidad de su historia. El fallo del procurador se constituye en la más grave estocada política para la izquierda colombiana, que ha gobernado la ciudad a lo largo de la última década con Lucho Garzón, primero; y luego con Samuel Moreno y ahora con Petro.
Y la decisión se conoce, justamente, a cuatro meses de las elecciones legislativas en las que los movimientos políticos de izquierda pretendían consolidar su presencia en los cuerpos colegiados como una especie de trampolín de cara a las elecciones presidenciales.
Lo más preocupante de la situación, al decir del constitucionalista Juan Manuel Charry, es que la ciudad seguirá resentida en su desarrollo social e institucional, teniendo en cuenta que el nuevo mandatario dispondrá de muy poco tiempo para sacar adelante los proyectos de Petro.
Charry considera que en este caso existe una situación paradójica con los dos últimos gobiernos de la ciudad: “Fue Petro quien denunció la corrupción en la administración de Samuel Moreno, pero el propio Petro y los Progresistas no estuvieron a la altura para manejar la ciudad. Eso se verá electoralmente reflejado en los comicios de marzo entrante”, señala el experto.
El exministro del Interior Armando Estrada Villa agrega que Petro no supo dirigir la capital, y sostiene que mientras “todo en el Gobierno de Samuel Moreno era corrupción, en el de Petro todo fue inoperancia y malas decisiones administrativas, y eso lo fue llenando de enemigos”.
Un rasero dudoso
El profesor Jorge Giraldo Ramírez indica que "el problema es que se está volviendo normal destituir alcaldes y gobernadores, funcionarios elegidos por voto popular, por un funcionario que no fue elegido democráticamente. Habría que revisar ese poder sesgado”. Recuerda que es autor de un reciente estudio sobre las decisiones del Ministerio Público, particularmente las del actual jefe de ese despacho, en el que concluyó que Alejandro Ordóñez ha tomado más decisiones contra el Polo Democrático (15 %); Convergencia Ciudadana (11 %); Partido Verde (10 %) y ASI (9 %). “El Partido Conservador, en el que milita el procurador Ordóñez, es el menos castigado con decisiones a sus dirigentes políticos. Tanto así que él mismo le pidió a la Fiscalía no enviar a prisión al exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos”.
Lo que viene: recursos y posibles elecciones
1. Petro seguirá gobernando mientras la decisión no quede en firme. Si no presenta recursos, el fallo queda en firme, pero si presenta el recurso de reposición, este lo falla el mismo procurador.
2. Si el procurador rechaza sus argumentos, la decisión no tiene más recursos, caso en el cual si esta se da antes de junio del año entrante, se deberá convocar a elecciones.
3. Si el fallo es definitivo después de esa fecha, el presidente de la República debe designar un remplazo de terna de candidatos que le presente el Movimiento Progresistas, hoy en alianza con el Partido Verde.
4. Al alcalde le quedarían dos cartas que parecen más difíciles de jugar: la jurisdicción contenciosa administrativa, en el plano interno por medio de una demanda ante el Consejo de Estado, y una posible decisión a su favor de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde denunció a la Procuraduría por “persecución política”.
Nuevas elecciones
5. Sobre una nueva fecha para convocar a los bogotanos a elecciones, el presidente Santos deberá hacer el anuncio e indicar la fecha. A partir de allí, la Registraduría organizará el calendario electoral definiendo fechas de inscripción de candidatos y periodos de campañas.
6. Los bogotanos pueden ser convocados a elecciones atípicas siempre y cuando falten más de 18 meses para que finalice el periodo del mandatario. De lo contrario, será un alcalde encargado el que termine el periodo que inició Petro y ocupará la Alcaldía hasta el 31 de diciembre de 2015.
7. Mientras se elige al nuevo alcalde, el lugar de Petro lo tomará alguien de su colectividad. Dado que los Progresistas, movimiento por el que fue elegido, se integraron con el Partido Verdes, será la fusión de ambos, Alianza Verde, la que deberá proponer tres nombres para que el presidente Santos elija entre ellos al mandatario encargado.
¿Y la revocatoria?
Fuentes consultadas por Colprensa indicaron que mientras la decisión del procurador Alejandro Ordoñez no esté en firme y se resuelva el recurso de reposición que se espera interponga el alcalde, la revocatoria en la Registraduría continuará. Se trata de un proceso paralelo, iniciativa de un grupo de ciudadanos liderados por el representante a la Cámara Miguel Gómez Martínez, que presentó 641 mil 707 firmas.
El dato
Diego Bravo, exgerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, también fue inhabilitado y destituido por 12 años por el mismo caso que Gustavo Petro.
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