Redacción / LA PATRIA
Andrés de los Ríos y Guillermo Perlaruíz, esperan hacer el paseíllo en la Plaza de Toros de Manizales. José Arcila ya está contratado. Afición.
A la hora de escribir esta columna, se está a la puerta de conocer los carteles de la próxima Feria de enero, la más importante de Colombia, como se ha vivido desde hace muchos años. La ganadería de Vistahermosa ha sido seleccionada para ocupar el sitio del hierro faltante para la Feria.
Esta semana, los veedores de Cormanizales, iniciarán la ronda final de visitas a todas las ganaderías ya anunciadas para el evento taurino.
Toreros manizaleños
José Arcila ya contratado para la Feria, Andrés de los Ríos y Guillermo Perlaruíz, esperan hacer el paseíllo en la Plaza de Toros de Manizales en la Feria Taurina de enero.
Estos son los toreros actuales de la ciudad. Nada más justo. Romero, siempre fue contratado en Sevilla para la Feria de abril, aunque fuera por un solo natural, en sus diferentes presentaciones del tradicional ciclo anual.
Los descuentos
Continúan los descuentos para la adquisición de abonos, hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con la información del Director Ejecutivo de Cormanizales, el médico Juan Carlos Gómez Muñoz.
La Universidad del Toro
Los aficionados Santiago García Jaramillo y Luís David Marín Salazar, han envido su escrito con planteamientos sobre la tauromaquia, los cuales se consideran importantes para que los amantes a la fiesta del toro los lean, analicen y alcancen sus propias conclusiones:
“Tauromaquia y tolerancia, dos palabras que no se pueden desligar. Desde nuestros primeros días de república independiente Don Antonio Nariño asimilaba la libertad de expresión a una corrida de toros: “Ahora bien, ya está el toro en la plaza: que salgan los toreadores, que salgan cuantos quieran a combatir mis opiniones, pero sin máscara y a cuerpo descubierto, sin arrimarse a la barrera para puyar a la segurela” (Antonio Nariño, los toros de Fucha, 1823). Verdad, libertad, y tolerancia, valores que la tauromaquia encarna y que hacen tanta falta en nuestra sociedad.
La tauromaquia aporta tal nivel de valores a esta sociedad, y está tan ligada a su historia, tradición y cultura, que los nuevos gobernantes del país, una vez rotos los vínculos con España, y queriendo borrar gran parte de su legado, optaron por rescatar lo taurino, desde la sátira política, hasta en los encierros con que la batalla de Boyacá, donde se selló definitivamente la independencia, fue celebrada en Santafé.
Casi dos siglos después del fallecimiento del precursor de la independencia, Vargas Llosa rescata estos mismos valores, al señalar que “Las corridas de toros difunden más bien, valores y capacidades humanas como la valentía, el heroísmo, la superación ante las adversidades, entre muchas otras”. ¿No crecerían mejor nuestros jóvenes si fomentáramos estos valores en lugar de la violencia contra sus congéneres que promueve la “inofensiva televisión” y muchos video juegos? En la tauromaquia está presente la muerte, está presente la lucha, pero como una metáfora de la vida, como una exaltación del arte, no como una incitación al odio, no como un fomento a la cultura del descarte, del rechazo, y de la muerte entre los seres humanos.
En la plaza de toros todos somos iguales y como señala el Nobel “Las corridas de toros son un espectáculo de masas que no generan manifestaciones violentas, ni actos vandálicos, agresivos o de fuerza dentro o fuera de las plazas de toros”; qué diferencia con otros espectáculos donde una camiseta es motivo de muerte, de puñaladas, de grafitis y destrucción, que diferencia con otros espectáculos que han sembrado muerte entre los más humildes, que han generado odio y división en la sociedad. Los invito a mirar los tendidos manizaleños, desde el más humilde, hasta el más reconocido miembro de la sociedad de nuestra ciudad, políticos liberales, conservadores, empresarios, taxistas, cafeteros y ganaderos, todos en paz, en un mismo tendido, en un ejemplo de convivencia que pocas veces ve nuestro país. La fuerza popular de la tauromaquia en Manizales, es un hecho palpable y afincado en todos los estratos de nuestra ciudad, en Manizales las corridas de toros no son un asunto de “élite” son asunto de todos.
Cultura taurina
El caso de Manizales no es ajeno a todo el devenir histórico. Manizales una ciudad joven, alejada del colonialismo español, al que no conoció, y que en su lugar llegaron ya en el ocaso del siglo XIX pujantes antioqueños que enclavaron en verdes montañas una tierra de esperanzas. Era una tierra donde todo podía ser nuevo, donde reinaba la libertad, donde se alejaban los prejuicios, y las culturas heredadas.
Y en ese marco de libertad sus ciudadanos optaron por implantar la tauromaquia: ¡qué gran mensaje!, esto nos dice que es una cultura propia, y no sólo una cultura heredada. Los manizaleños hemos crecido a la vera de la cultura taurina, episodios de nuestra historia, como la famosa huelga de los choferes liderada por Alzate Avendaño, de donde surge una de las piezas políticas más importantes de Colombia, como lo es su indagatoria, se han dado en tardes de toros.
Manizales respira cultura taurina, con todo el respeto por nuestros símbolos, pero un manizaleño en el exterior vibra más con su pasodoble “Feria de Manizales” que con el propio himno de la ciudad. Los niños crecen jugando a los toros, soñando con ser toreros, tras de esto, crecen soñando con ser libres, crecen creyendo en imposibles, en utopías, en empresas quijotescas, que esta sociedad del espectáculo, de la inmediatez, del facilismo ha tratado de borrar.”
Fe de errata
Por un absoluto lapsus del editor de esta columna, confundió, a pesar de que le habían dicho el nombre correcto, a José Tomás con Morante de la Puebla, como una posible contratación para enero. Disculpas y la vergüenza imprime color de muleta. Muchos preguntaron: ¿Será verdad? Y otros dijeron: ¿Cómo cambian a Morante por José Tomás? Así es la Fiesta.
Del recuerdo
Santiago Martín, El Viti, afortunadamente aplaudido en Manizales, fue famoso por el manejo de su muleta y sus naturales, decía con referencia a su carrera, que había tenido cinco momentos de éxtasis. Expresaba así la pasión y el embriague de los sentidos en una faena. Estas sensaciones son sentidas por muchos toreros, en eso consiste la diferencia con la técnica pura.
Adaptado de Rubén Amón
Reflexión
La afición a los toros no es una cosa de anti -a nada-, no se es enemigo de nadie, no se es por concepción a la verdad, un asesino. La afición de cualquier ser humano, es un derecho, que va hasta el derecho de los demás, como sabiamente lo expresó Benito Juárez, y una corrida no atenta contra ninguna persona que no le guste, que tiene la facultad de no asistir, no leer, no hablar, ser vegetarianos y no tener nada con los toros, o las vacas, igual si no le gustan los reinados, así como hacen muchos aficionados, cuando no les va ni les viene y punto. No por ello gritan y vituperan a quienes si les gusta.
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