Tribunal de Nueva York espera al Loco Barrera

EFE|LA PATRIA|Bogotá|Nueva York

En la mañana de ayer la Policía colombiana entregó a agentes de la DEA, en la base de Antinarcóticos en Catam, en Bogotá, a Daniel 'el Loco' Barrera, calificado por el director de la Policía, general José Roberto León Riaño, como "el último gran capo del narcotráfico de la generación de los años 80".

Tras despegar la aeronave que llevó a Barrera a Estados Unidos para que responda por cargos de narcotráfico que le hacen tres cortes de ese país (dos de Nueva York y una de La Florida), el director de la Policía recordó que el narcotraficante logró sentar en la misma mesa y negociar con integrantes de los frentes del sur y del oriente del país de las Farc con las bandas criminales y organizaciones dedicadas al narcotráfico.

Barrera había sido trasladado el domingo pasado, en medio de un fuerte operativo de seguridad, desde la cárcel Picaleña, de Ibagué, hasta los calabozos de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) en Bogotá.

León Riaño destacó la extradición de Barrera porque se trataba de un delincuente que "había logrado el control del narcotráfico en Arauca, Meta, Vichada y Casanare; y sus cargamentos de droga partían desde Colombia y Venezuela en embarques que tenían como puente diferentes países de Centroamérica hasta llegar a su último destino en Estados Unidos".

En sus rutas, Barrera también incluyó a México, Brasil, Argentina, Uruguay y Panamá como sitios de transición. Es señalado de mantener alianzas con la guerrilla de las Farc y con bandas criminales integradas por antiguos grupos de paramilitares.

"Se le sindica de enviar centenares de toneladas de cocaína al exterior, durante su actividad criminal de más de 20 años. En los años 80 se inició en su actividad criminal como traficante de precursores químicos en Guaviare. A partir de allí, en su recorrido criminal fue realizando contactos hasta que logró ingresar a la banda criminal de Miguel Arroyave", dijo León Riaño

La captura

Barrera había sido capturado el pasado 18 de septiembre del 2012 en Venezuela, tras una operación internacional en la que participaron agencias de seguridad de Colombia, Estados Unidos, Londres y Venezuela, y que dirigió desde Washington el propio Riaño. La detención fue efectuada por hombres de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela (ONA), en plena vía pública de San Cristóbal en momentos en que hacía una llamada desde una cabina telefónica.

El pasado 4 de abril, la Corte Suprema de Justicia avaló la solicitud de extradición de Barrera que hizo Estados Unidos y días después el presidente Juan Manuel Santos firmó el decreto que dio vía libre al traslado.

El capo del narcotráfico colombiano se presentará hoy ante la fiscalía del sur de Nueva York, uno de los tres tribunales estadounidenses que tienen cargos contra él por producción y tráfico de cocaína y blanqueo de dinero.

"Con su llegada a Estados Unidos, Barrera debe ahora responder por los delitos de los que se le acusa, y nosotros seguiremos trabajando, aquí y en el extranjero, para juzgarles a él y a otros titanes del narcotráfico trasnacional", afirmó el fiscal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara.

"Durante más de una década, Daniel Barrera ha operado desde el centro de una red verdaderamente malvada que giraba entre su organización de narcotráfico y dos organizaciones terroristas violentas y antagónicas", apuntó Bharara.

Historial

El Loco Barrera inició su historial delictivo en los años 80 cuando traficaba precursores químicos en el departamento del Guaviare.

En 1990 fue capturado y meses más tarde logró huir hacia el Meta, donde logró hacer alianzas con varios cabecillas de las Farc que delinquían en el sur del país.

El Loco Barrera compraba cocaína a la guerrilla y luego se la revendía al Bloque Centauros de las Autodefensas, al mando del asesinado jefe paramilitar Miguel Arroyave, cuya muerte se le atribuye a Barrera y a Pedro Oliverio Guerrero Castillo, alias Cuchillo, con quien Barrera logró hacer una peligrosa alianza criminal que desató una guerra a muerte en los llanos orientales.

Era el principal cliente de las Farc, y por eso una figura estratégica para los asuntos de financiación de esa guerrilla. En cuanto a su relación con las Autodefensas, se asoció con alias Cuchillo y desde entonces fue su principal aliado antes de que este jefe paramilitar muriera ahogado en un caño en su afán por escapar de las autoridades.

Tras la muerte de Guerrero Castillo y de otros capos capturados o abatidos, el emporio criminal de Barrera adquirió mayor poder. Sin embargo, desde hacía varios meses y acorralado por las autoridades, Barrera decidió iniciar conversaciones con autoridades norteamericanas para someterse a una supuesta entrega.