Tarde de toros en Manizales

LA PATRIA | MANIZALES

Ha sido anunciada la presentación del torero Manizaleño José Arcila para el próximo 25 de abril a las 3:30 de la tarde, en la Plaza de Toros de Manizales, cuando en solitario estará frente a tres astados de la ganadería Ernesto Gutiérrez. José se ha caracterizado por la práctica de un toreo clásico en donde su manera de entender y sentir la tauromaquia lo han ubicado en un plano que lo ha hecho destacarse.

Será un espectáculo complementado con un condumio para los asistentes, unas muestras pictóricas a cargo de Mario Jiménez, una fotográfica de Felipe Botero y otra literaria a cargo de Carlos Arboleda González, todas con temas taurinos.

La banda será la de Recuerdos del Empastre y los toros serán picados así como también se tendrá la presencia del equipo tradicional de Monosabios de la Plaza.

El bono tendrá un costo de $20.000 y se podrá adquirir en los teléfonos: 3116233166 - 3154934273. Una excelente oportunidad para presenciar una corrida como si fuera de Feria mayor.

Guillermo Perlaruíz

Para el el 16 de mayo a las 3:00 de la tarde, el decano de los matadores de toros manizaleños Guillermo Perlaruíz, programó bajo su dirección como primer espada una tarde taurina para celebrar el Primer Curso Práctico del 2015, en la Plaza de Toros de Manizales.

Actuarán Santiago Gómez, Miguel L. Román, Antonio Hernández, Alejandro Buendía y Simón Quiroga, quienes torearán seis novillos de las ganaderías de Puerta de Hierro, El Refugio y Rincón Santo.

Será una tarde para reencontrarse con la tauromaquia y su futuro. Un espectáculo propicio para jóvenes y niños a quienes les guste la Fiesta Brava o apenas se inician en ella. Será una tarde didáctica del gusto de todos los asistentes, quienes podrán entrar por la Puerta del patio de Cuadrillas.

Así debe ser la suerte de matar

Una importante historia fue relatada recientemente, la temática es de actualidad y le concierne a todos los que asisten a una fiesta del toro:

“Ayer sentimos toda la honda emoción de ver matar a un toro. ¡Cuánto tiempo que no experimentábamos esa sensación que nos dio Algabeño matando al tercer toro de la tarde! Porque los aficionados de ahora hemos sentido el arte de torear como no lo sintieron los aficionados de épocas pasadas.

Nunca tuvo el toreo más belleza ni más emoción; pero nunca estuvo tan viciada, tan desvirtuada, tan falsificada la suerte más peligrosa y más emocionante del toreo: la suerte de matar. No sabré decir si los toreros cuidan el toreo y descuidan la estocada porque el público gusta más de lo primero, o si el público se ha aficionado al toreo, dejando la estocada en lugar secundario, porque como ve torear bien y matar mal, no es lógico que se aficione a lo malo. No sé de parte de quién está el origen, ni de quién depende la orientación; pero el techo existe. Se torea bien y se mata mal, y el público sigue con interés la labor de los que torean, y no le inspira curiosidad la de los que matan. Sin embargo, cuando vemos matar como mató ayer Algabeño al tercer toro, sentimos una emoción tan inesperada, tan fuerte, reacciona de tal manera el público en favor de la estocada, que si dos o tres matadores de la cuerda de Algabeño cuidaran al torear no más que de no desesperar y aburrir al público, de llevar la lidia sobriamente, con orden, con valentía y decisión, ya que no con arte, y en el trance final echaran el resto, como lo echa Algabeño, la suerte de matar volvería a ser del gusto del público, y la fiesta, que atraviesa momentos de languidez, resurgiría con nuevos bríos, porque el instante de la estocada es de una virilidad y una grandeza que justifican toda la pasión y el entusiasmo que despertó siempre la fiesta. Y de ahí, no cabe duda, de los matadores de toros, ha de venir el resurgimiento; de los toreros, no, porque en el toreo ya no puede sorprendernos nada; después de Gallito y Belmonte, nada nuevo nos espera en el arte de torear.

¡Qué emoción tan intensa la que nos dio ayer Algabeño! La plaza entera dijo: Así se matan los toros. Y lo dijo por intuición, no porque lo supiera, porque en el público que hoy asiste a las corridas son contadísimos los que saben, porque lo vieron, cómo se matan los toros.

Los Toros – Francisco de Cossío.