
El presidente Juan Manuel Santos, en compañía del jefe negociador del gobierno en La Habana, Humberto de la Calle y del alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, dio tres razones por las cuales no se firmó la paz el pasado 23 de marzo como se había establecido.
Dentro de ellas la fecha para el desarme parece ser el mayor problema: "El gobierno exige una fecha fija, precisa y clara para que termine el proceso de desarme. Por ningún motivo, esa fecha puede quedar abierta".
Reiteró que no se dio la anunciada firma porque debe garantizarse que el vínculo entre política y armas terminará: "El Gobierno exige que las Farc tiene que haber dejado las armas y dar el paso hacia la legalidad para poder hacer política y circular libremente por el territorio nacional".
Y afirmó que se debe garantizar por completo la seguridad de los colombianos, en especial alrededor de las zonas de concentración.
"El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano, en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas quede desprotegido como ocurrió en El Caguán. Los Colombianos no aceptan, ni su Gobierno tampoco, un acuerdo que signifique lo contrario", dijo.
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