La Policía colombiana está investigando varias pistas recibidas tras ofrecer una recompensa a quien aporte información sobre el paradero de Borja Lázaro, el español de 34 años que lleva desaparecido desde el 7 de enero en La Guajira.
El portavoz de la familia, Roberto Martínez, explicó que la Policía colombiana está comprobando todas las informaciones de las personas que aseguran que han visto a Lázaro, después de que el gobernador de la zona ofreciera hace dos días dinero para tratar de obtener nuevos datos de este ingeniero informático aficionado al fotoperiodismo y residente en Vitoria (norte de España).
Martínez aseguró que por el momento se mantienen abiertas todas las hipótesis sobre el paradero de Borja Lázaro.
La Policía venezolana también ofreció su colaboración a la colombiana, dado que este área se encuentra muy próxima a la frontera con Venezuela.
Para la familia del desaparecido, el hecho de que se haya involucrado ahora también la Policía venezolana es un motivo de "esperanza", porque "cuanta más gente especializada trabaje en su búsqueda más posibilidades de éxito hay", indicó el portavoz.
Su novia, la periodista mexicana Danny Sánchez, que está siguiendo la investigación desde esa localidad, informa a diario a la familia, residente en Vitoria, del transcurso de la investigación.
Por el momento, todas las hipótesis siguen abiertas, desde que haya sido secuestrado por las bandas criminales armadas "Bacrim", hasta que saliera a caminar y se perdiera, e incluso que se fuera a nadar y se ahogara.
Reporte gráfico*
Lázaro estaba pasando unos días en la localidad costera del Cabo de Vela, para hacer un reportaje fotográfico con el que denunciar la situación de las comunidades más vulnerables.
Borja Lázaro llegó a Colombia el 11 de noviembre del 2013, y su intención era recorrer el país haciendo fotos. Aunque el municipio de Uribía es una zona tranquila para los turistas, es la misma donde fueron secuestrados durante un mes los asturianos María Concepción Marlaska y Ángel Sánchez en el verano pasado. Al igual que hicieron entonces, las autoridades regionales no descartan pedir ayuda al Consejo de Palabreros de la etnia wayuu, mayoritaria en la región fronteriza con Venezuela. Se trata de personas muy respetadas entre los suyos, una suerte de jueces y mediadores, que pueden colaborar a encontrar a Lázaro.
*Con información de www.elmundo.es
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