Argemiro Piñeros Moreno
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
Conversar con Mauricio Cárdenas Santamaría por media hora es una tarea difícil de lograr. A su despacho no paran de llegar viceministros y asesores, ni de entrar las llamadas de su jefe, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, quien lo requiere con frecuencia y lo tiene muy cerca, tan sólo pasando la Calle Séptima, en el centro de Bogotá.
Pero la misión se logra, para escuchar a Cárdenas y evocar al mismo Juan Manuel Santos, quien hace 15 años en ese misma oficina les pronosticó a los colombianos “sangre, sudor y lágrimas”, por la situación difícil de la economía.
Y si bien hoy las condiciones son diferentes al 2000, Cárdenas también tiene claro que la seriedad fiscal se tiene que mantener cueste lo que cueste, por lo que no descarta que antes de finalizar este año se haga un nuevo ajuste a los gastos, debido a la caída en los precios del petróleo que echaron al traste las proyecciones. De esos temas, Mauricio Cárdenas habló con Colprensa.
Difícil
Este primer semestre ¿ha sido más difícil de lo que preveían?
Colombia se está ajustando a los menores precios del petróleo y va a tomar un tiempo, pero vamos muy bien. Estoy muy optimista, porque no hay traumatismos. Que el crecimiento se va a moderar un poco, cierto; que el Estado colombiano ya no tiene la misma capacidad que tenía antes, cierto; que la economía se está ajustando a esa nueva realidad, no me queda la menor duda.
¿En diciembre imaginaba un escenario peor?
La caída de los precios ha sido un factor de preocupación, pero por formación de quienes trabajamos en el Ministerio de Hacienda, desde el principio vimos una estrategia muy balanceada, donde nos estamos acomodando, básicamente con tres mecanismos. Uno es aumentar impuestos, que lo hicimos con la reforma tributaria de diciembre pasado; otro es reducir gastos, y un tercer mecanismo es un espacio de déficit adicional que nos da la regla fiscal.
En el ajuste de gastos el presidente Santos habló de recorte de entidades, ¿eso cómo va?
El elemento que restringe el gasto en las entidades es una disposición que incluimos en la Ley de Presupuesto de este año, que ordenó bajar en 10% los gastos. Aplica a todas las ramas del poder público y ha producido efectos importantes, pero no descarto que hacia adelante tengamos que ir más allá con medidas de austeridad, porque no hemos terminado el proceso de ajuste.
¿Le queda ‘pega’ en esa ‘olla fiscal’ para raspar?
Digamos que tenemos los recursos para que el país pueda avanzar sin contratiempos, sin traumatismos, no todo lo que se aspira, sólo lo que se puede. Voy al ejemplo del Invías: el plan es de 10 billones de pesos, pero lo que se puede hacer en los próximos cuatro años es sólo por 4 billones, es lo que cabe en el espacio fiscal.
¿Eso lo entendieron sus compañeros del Gobierno, incluyendo la Vicepresidencia, que contaba con hacer esas obras?
Todo el mundo lo entiende, por una razón obvia: el presidente de la República es el más convencido de la importancia que tiene la disciplina fiscal para el éxito de la economía.
Expectativa
¿Qué va a pasar definitivamente con Isagén? ¿Habrá venta?
El proceso de venta de Isagén está suspendido por orden del Consejo de Estado, el Gobierno Nacional a través de los ministerios de Minas y Hacienda presentó un recurso para levantar esas medidas cautelares, estamos ante la expectativa de que eso ocurra. El Consejo de Estado está analizando el recurso.
El Gobierno ya cuenta con ese dinero, pero ¿hasta cuándo podrá seguir esperando para iniciar los compromisos adquiridos?
Los recursos son necesarios para asegurar el financiamiento de las obras de 4G, los recursos los vamos a destinar en su totalidad a fortalecer la capacidad de la Financiera de Desarrollo Nacional, para apalancar y financiar esos proyectos. Tenemos que acomodarnos a los términos que nuestras propias instituciones, como el Consejo de Estado, vayan decidiendo, porque tenemos que estar apegados a lo que ordena la ley. Hay una sensación de urgencia, de que esto es importante y esperamos que se proceda también con agilidad en resolver estas controversias legales.
Si se demora el pronunciamiento del Consejo de Estado o se llega a caer, ¿ya han pensado en un Plan B?
No hemos pensado en un Plan B. El tiempo es esencial, ojalá el Consejo decida rápido, para que no vayamos a perder el interés que tienen las empresas que están preclasificadas. En cualquier momento a estas empresas les pueden aparecer otras oportunidades de negocio y simplemente toman una decisión distinta.
Tras la aprobación del Confis ¿cómo quedaron los compromisos del Gobierno en construcción de vías y cómo cambian las proyecciones de la Vicepresidencia de la República?
El plan de infraestructura tiene varios elementos. Uno de ellos son las 4G, que son todas las asociaciones público privadas y en las que el grueso de la inversión recae sobre el sector privado; pero el país todavía tiene una red a cargo del Invías no concesionada que se debe mejorar bajo la modalidad de contratos de obra pública. Para atender ese frente el Invías tiene un plan de diez billones de pesos; dadas las restricciones fiscales, el Confis autorizó cuatro billones de pesos, que son los presupuestos para obra pública correspondientes a los años 2016, 17, 18 y 19, con ese presupuesto se arma un paquete con el cual el Invías puede salir a hacer contratos en estos cuatro años.
Los cafeteros están pidiendo nuevamente el subsidio especial que tenían, ¿se les puede dar?
No veo condiciones para un subsidio como el que existió tipo PIC, por varias razones. Una, porque los precios internacionales hay que conjugarlos con una tasa de cambio mucho más competitiva, el dólar a 2.500 pesos, hace dos años estaba a 1.800 pesos. Hoy el precio de la carga está más o menos a 650 mil pesos, eso remunera al caficultor y le permite cubrir sus costos, de forma tal que desde la necesidad de generar esos subsidios los argumentos son ahora más débiles en comparación a cuando teníamos precios de carga a 400 mil pesos. Además, con las nuevas realidades fiscales, el Gobierno nacional no tiene margen de maniobra para otorgar subsidios. Súmele a este análisis que la producción cafetera ha aumentado considerablemente, vamos camino de los 13 millones de sacos, distinto a cuando se producían 8 millones. Entonces el ingreso de una familia cafetera ha mejorado, porque produce más café y está siendo remunerado con un precio mejor.
Sobre las regalías
El ministro de Haciencia, Mauricio Cárdenas, dijo que la entre de las regalías a las regiones se harça de acuerdo con lo acordado con los gobernadores. "Las que quedaron como excedentes del sistema al 31 de diciembre del año pasado, que son cuatro billones de pesos, puedan ser ejecutadas en el 2015, de esa manera se amortigua un poco la caída de los ingresos petroleros, porque aunque sí se van a reducir las regalías del 2015 y 16, traer esos excedentes permite a los gobernadores compensar la pérdida".
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