Colprensa | LA PATRIA | Popayán
Los ánimos siguen caldeados entre los integrantes del resguardo de Coconuco y los integrantes de la fuerza pública luego de presentarse fuertes choques en el predio Agua Tibia, en zona rural del municipio de Puracé.
Este conflicto por el control del predio, que dejó a una persona muerta y 40 heridos entre indígenas y policías, pasó de la confrontación a las posturas radicales de ambas partes, luego de conocerse que 5 policías terminaron con graves lesiones tras el ataque con artefactos explosivos y evacuados en helicóptero, al parecer porque los nativos impidieron el ingreso de una ambulancia para la atención de los uniformados.
En una rueda de prensa, los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca (CEIC) y del resguardo Coconuco calificaron esta confrontación como una masacre a los integrantes de esta etnia del oriente del Cauca. “Bajo el argumento de proteger un solo ciudadano con toda la logística del Estado, nos quieren desalojar del territorio”, dijo el gobernador del resguardo de Coconuco, Isneldo Avirama, al resumir los 6 días de confrontación en este predio, donde funciona un centro recreacional de aguas termales.
Para el líder nativo, hay una completa manipulación mediática de las autoridades, en especial de la Policía, para deslegitimar el propósito de esta etnia de liberar su espacio ancestral.
Denuncia
Darío Tote, integrante de esta comunidad, denunció que la fuerza pública acaba con los comuneros, luego de estigmatizarlos y perseguirlos por policías vestidos de civil y portando armamento, quienes ubican en centros asistenciales a los nativos heridos para reseñarlos y tomarles fotos.
“Tenemos el caso de 13 comuneros que fueron bajados a golpes de un camión por el Esmad cuando se movilizaban por nuestro resguardo, además, nos señalan de que no permitimos la evacuación de los policías heridos y eso es una mentira”.
Tote calificó como falsa aseveración la denuncia que hizo la Defensoría del pueblo de que un grupo de policías fue retenido hace 4 días por indígenas en el Cauca, y en donde el pasado domingo la periodista Efigenia Vásquez Astudillo murió por el disparo de un arma artesanal, en medio de un enfrentamiento entre agentes y civiles.
“Es una postura irresponsable y criminal, por eso pedimos su renuncia”, dijo Tote al exponer que ellos sí facilitan el ingreso de alimento y ayuda a los integrantes del Esmad que pernoctan en el predio por orden de la justicia colombiana.
Por el momento, los indígenas continúan concentrados en los alrededores de este predio, mientras que el Esmad permanece dentro del mismo desde hace 7 meses cumpliendo un solo objetivo: velar el derecho a la propiedad del comerciante Diego Angulo.
Desde la Defensoría
El defensor del pueblo regional, Norman Granja, denunció que la comunidad indígena, apostada en el predio Agua Tibia, del municipio Puracé, no permitió el jueves el ingreso de una comisión humanitaria para verificar el estado de los uniformados.
Y el dueño del predio Agua Tibia, Diego Angulo, calificó de delicada esta situación por la postura radical de los nativos, “quienes en medio de la paz en el país instan a la confrontación, generándose estos encontrones con la fuerza pública”.
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