Colprensa | LA PATRIA
Un plan de choque con apoyo de la Policía, el Ejército y la Fuerza Aérea se inició en el Urabá antioqueño para deportar a los migrantes ilegales que permanecen en Turbo, en su mayoría hacinados en una bodega cerca al puerto de este municipio.
Cristian Krüger, director de Migración Colombia confirmó que el plan está en marcha y que la primera parte incluirá la judicialización de quienes faciliten el hospedaje o transporte de los extranjeros. “Hoy el tráfico de migrantes es el tercer delito más lucrativo después del narcotráfico y las armas”, dijo.
El primer judicializado será el propietario de la bodega donde se albergaron los cubanos desde hace casi siete meses, cuando el gobierno de Panamá ordenó el cierre de la frontera con Colombia.
Krüger ofreció dos alternativas para los migrantes: la primera es que se presenten voluntariamente para gestionar una deportación. En este caso, les entregarían un salvoconducto y podrían salir del país de manera individual.
La segunda opción es la deportación por la fuerza. Esta es la más compleja, pues implica que los extranjeros serán conducidos por las autoridades mientras se gestiona el acto administrativo de su deportación. Luego, serán llevados en aviones de la Fuerza Aérea hasta Cuba o Ecuador, según el caso. “En este caso nos acompañarán la Policía, Fiscalía y Defensoría”, agregó Krüger.
El pasado martes el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, confirmó que desde el aeropuerto de Carepa saldrá por lo menos un vuelo diario con extranjeros deportados.
El director de Migración Colombia señaló que este operativo se realiza dando cumplimiento a la ley, pues los migrantes no entraron legalmente al país. “También por seguridad e integridad de ellos, no es conveniente que 800 personas estén en una bodega en esas condiciones”, agregó.
Así amaneció la bodega
Desde la noche del martes el albergue de cubanos fue cercado con vallas de la Policía y las fotos publicadas por los migrantes evidencian la presencia del Grupo de Operaciones Especiales, Goes.
Aliex Artiles, vocero de los cubanos, aseguró que durante la noche hubo presencia de policías que continúan amenazándolos con la deportación. “Aquí lo que están haciendo es tortura sicológica. Y van a terminar causando una masacre porque van a provocar que la gente se lance a la selva o al mar, y quede en manos de los traficantes”, dijo.
Artiles pidió que los funcionarios de Migración Colombia se reúnan con ellos para estudiar alternativas. “El director (Krüger) dice que ninguno de nosotros se quiere quedar aquí, que todos vamos de paso. Pero nunca nos han preguntado. Esa es una decisión de cada uno, pero sé que hay varios que quieren estar aquí”, dijo.
El director de Migración había dicho que no se gestionarían asilos para los migrantes de la bodega, porque ninguno quería quedarse en el país. “Ellos lo que piden es un vuelo a México y eso no se puede hacer. Primero porque México ya dijo que no lo permitirá, y segundo porque como autoridad estaríamos incurriendo en tráfico de migrantes. Además, en países vecinos hay unos 50.000 inmigrantes ilegales que van a pedir exactamente lo mismo, entonces es inviable”, indicó.
Las autoridades continúan en la zona pero aún no han ingresado a la vivienda porque no cuentan con la autorización judicial correspondiente. El nuevo código de Policía, que les permite entrar a propiedades privadas sin orden judicial apenas entrará en vigencia en enero de 2017.
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