Se apaga esperanza de hallar vida en mina de Angelópolis

Un grupo de salvamento minero localizó ayer los cadáveres de cuatro de los nueve obreros que desaparecieron el miércoles en Antioquia al inundarse el yacimiento de carbón en el que trabajaban, dijeron los organismos de socorro.

Los cadáveres fueron vistos a casi 100 metros de la boca de entrada de la mina del accidente, situada en la zona rural de la población de Angelópolis.

"Han sido avistados cuatro cadáveres, pero no rescatados", declaró a Efe por teléfono el portavoz del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de Antioquia (Dapard), Pablo Puerta.

El funcionario precisó desde el sitio de la emergencia que el hallazgo se produjo a media jornada de ayer y tras casi un día de busca de los desaparecidos en la mina siniestrada.

Desde la hora del accidente los socorristas no han suspendido las acciones de rescate en El Desespero, ubicada en la vereda La Clara. La emergencia se presentó el miércoles por la tarde en El Desespero, nombre de la explotación afectada, que era operada de manera ilegal, según lo advirtió en su momento el Servicio Geológico Colombiano (SGC).

El coordinador del Grupo de Seguridad y Salvamento Minero del SGC, el ingeniero Fabián Morales, dijo también a Efe desde la zona de desastre que las tareas de los socorristas se dificultan por las rocas y los sedimentos de la inundación.

El accidente fue ocasionado por la ruptura de un depósito subterráneo de agua, que se acumuló en un socavón abandonado, explicó Morales, para quien los operadores debieron hacerle mantenimiento, con operaciones de desagüe.

"Los mineros estaban avanzando y dieron con la bolsa de agua, colmada de barro y residuos", añadió el experto, que viajó a la zona para dirigir las tareas de busca y rescate.

Versiones encontradas sobre legalidad

El socavón del accidente tiene de 260 a 280 metros de profundidad, "pero de la vía principal se desprenden vías alternas, por lo que debemos evacuar el agua y los residuos, e inspeccionar cada rincón de la mina", dijo luego.

Morales indicó que las tareas se complican por la falta de un "plano de las labores actuales" de la mina, que el operador no les ha presentado, y también porque en la zona no existe servicio de electricidad de un voltaje que permita conectar bombas de extracción de agua con una potencia mayor.

"Por esto, dependemos del rendimiento de las bombas que tenemos en operación", añadió el responsable de las tareas de salvamento tras apuntar que allí fueron instalados tres equipos pequeños.

El funcionario agregó que durante toda la noche se pudo avanzar, con motobombas, en la extracción del agua. Los 40, socorristas que participan en el rescate, han podido realizar las tareas sin mayores dificultades. "Por fortuna en esta oportunidad, como en otros accidentes, no corremos el riesgo de acumulación por gases", precisó.

Entre tanto, el propietario de la mina, que opera desde hace dos años, aseguró que su explotación cumple con todos los requisitos legales exigidos por las autoridades.

Sin embargo, la secretaria de Minas de Antioquia, Claudia Cadavid, explicó que mediante título minero otorgado del 16 de marzo de 2006, El Desespero solo tenía autorizada la labor de exploración más no de extracción y en consecuencia cualquier actividad distinta realizada dentro del título se considera de carácter ilegal.

Las víctimas

Los mineros atrapados en El Desespero fueron identificados como Jesús Antonio Gallego Atehortúa, de 58 años; Johny Alberto Rojas, de 38; Dairon Velásquez, de 43; Juan Carlos Restrepo, de 21; Víctor Hugo Quiceno, de 21; Esteban Duque Cano, de 28; Joan Botero Morales, de 28; los hermanos Róbinson Bustamante Marín, de 22, y Víctor Bustamante Marín, de 26.