
COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Tras varios rumores sobre las razones por las que se va del gobierno, el ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, confirmó ayer que presentó su renuncia al presidente, Juan Manuel Santos, para dedicarse a compromisos profesionales.
“Hace varias semanas tuve ocasión de hablar con el señor Presidente de una circunstancia personal que compromete mi vida profesional, que me obligaría a retirarme del Gobierno, esa circunstancia se ha presentado y he presentado renuncia al cargo”, dijo Martínez.
Su salida se hará efectiva desde la próxima semana y responde a una sociedad que concretó con la firma de abogados más grande del mundo, DLP Piper, de la cual es socio el expresidente español José María Aznar, en donde incluso se tiene pactado que sea Colombia la sede en América Latina de ese bufete.
“Dentro de ese acuerdo se impone el compromiso de que asuma la dirección de esa firma a partir del próximo de julio, que se llamará DLA Martínez Neira Abogados”, detalló el funcionario,
Sin cumplir un año en este cargo, Martínez se retira y aunque también hay rumores que dicen que buscará abonar el camino a la Fiscalía General de la Nación, el superministro dice que por ahora no abordará el tema.
“Debo decir que no tengo agendas ocultas, mi único compromiso ahora que salgo del Gobierno es con mi ejercicio profesional, se asume un reto muy grande en ese ámbito de la vida de un abogado y me dedicare en empeño a esa materia”, argumentó el jurista.
Finalmente, descartó que su salida esté motivada por diferencias con otros miembros del gabinete y manifestó que apoyará desde la calle los esfuerzos del Gobierno Nacional para firmar un eventual acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc.
Cercano y lejano
La designación de Martínez Neira en su momento causó sorpresa porque él políticamente en sus últimos 15 años ha estado más cercano a Germán Vargas Lleras, el vicepresidente de la República, a quien Santos le tiene en encargo la tarea de la ejecución en el sector transporte y vivienda.
De ahí que se impuso el criterio que el hombre fuerte de la Presidencia de la República era más cercano a Vargas que al mismo mandatario, e incluso que su figura como queda contemplada era más fuerte que la misma que tiene la ministra Consejera María Lorena Gutiérrez, quien trabaja en los temas de Bueno Gobierno y sector privado, pero que siempre ha estado con Santos, incluso en el cargo de secretaria General.
Sin embargo, el paso del tiempo empezó a demostrar que la figura del superministro generó más controversia que coordinación. Lo primero fue el evidente enfrentamiento que se dio en diciembre pasado entre Martínez Neira y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, a quien el superministro casi lo borró en el cierre del periodo legislativo de ese momento.
Pero fue el tema de la Reforma del Equilibrio de Poderes lo que desató la llamada descordinación que generó Martínez Neira, porque él en decisiones, al parecer propias y no concertadas, llegó al trámite del séptimo debate de la reforma constitucional con una propuesta que había acordado con las altas Cortes y no con el Congreso ni con sus compañeros de Interior y Justicia.
El titular de esta carteras, Yesid Reyes, fue el que más molestia tuvo frente al tema por lo que así se lo expresó al propio presidente Santos, a quien incluso le manifestó que estaba en la mesa su renuncia si su labor era desconocida.
El único aspecto político en el que Martínez al parecer le resultó muy efectivo al presidente Santos fue en buscar un acercamiento con la oposición liberada por el expresidente Álvaro Uribe, y de ahí fue la reunión que mantuvo por dos horas en la oficina del hoy senador Uribe en el Congreso.
Renovarlo o no
Tras la renuncia de Néstor Humberto Martínez Neira se abrió el debate sobre si es necesario que el Presidente de la República mantenga la figura del ministro de la Presidencia o desista de la misma y vuelva a lo de antes.
Para la senadora liberal Viviane Morales, lo claro es que al interior del Gobierno de Juan Manuel Santos hay falta de liderazgo. La senadora del Centro Democrático Paloma Valencia sostiene que ese tipo de figuras en la administración central sólo ha permitido que el presidente Santos haya creado 16 mil empleos y cerca de 76 mil contratistas en toda la administración pública. Sólo será el presidente Santos quien decida si en el segundo año de su reelección vuelve a hacer cambios tendientes a mostrar que su Gobierno si está unido y en especial coordinado, en todos los temas y no sólo en la paz.
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