Desde Cartagena, donde finalizó el "retiro espiritual" entre el presidente Juan Manuel Santos con los negociadores de paz y los asesores internacionales en el proceso, el mandatario invitó al Ejército de Liberación Nacional (Eln), a decretar un cese unilateral al fuego.
"Hemos tenido muy en consideración el cese al fuego unilateral e indefinido, sobre este punto debemos reconocer que las Farc han cumplido. Queremos invitar al Eln a unirse a la iniciativa y a llegar a un acuerdo lo mas pronto posible, sobre los puntos de la agenda que hemos venido discutiendo desde hace un tiempo", señaló el Presidente.
Aún así, el jefe de Estado insistió en que no bajará la ofensiva, argumentando que la paz debe reforzar la seguridad de los colombianos, no debilitarla, por lo que tomará todas las medidas para dar esa garantía al país.
"Los avances en las negociaciones nos indican que ahora son otras las circunstancias y que esta desconexión ya no procede, debemos movernos más rápido para buscar el camino de la paz y no el camino de la guerra", dijo Santos.
En ese sentido, ordenó a los negociadores del gobierno, en cabeza de Humberto De la Calle, poner el pie en el acelerador para avanzar en los temas pendientes en la mesa de diálogos.
"El equipo negociador va a regresar muy pronto a La Habana y regresa con un mandato, con unas instrucciones de acelerar el paso de estas negociaciones para terminar lo más pronto posible y de una vez por todas con este conflicto armado", manifestó el mandatario colombiano.
El encuentro, que duró cuatro días, tuvo lugar en la Casa de Huéspedes Ilustres, donde estuvo todo el equipo negociador del gobierno, encabezado por Humberto de la Calle, el comisionado de paz, Sergio Jaramillo, los generales (r) retiro Jorge Enrique Mora y Óscar Naranjo, la negociadora plenipotenciaria María Paulina Riveros y el negociador Frank Pearl.
Dentro de los temas abordados durante el balance, estuvo el momento crítico que vivió el proceso tras la suspensión de los diálogos de paz, decisión unilateral del gobierno a causa del secuestro de dos soldados, el general Rubén Darío Alzate y sus acompañantes.
Precisamente, este hecho llevó a que las partes empezaran a analizar el 'desescalamiento del conflicto', medida que hará parte del punto del fin del conflicto, próximo a discutirse en la mesa de diálogos.
La reunión marca la hoja de ruta del gobierno para lograr que el 2015 sea "el año de la paz", promesa con la que el mismo Presidente reconoce que fue reelegido, por lo que aspira poder cumplir con el mandato que recibió por parte de los colombianos en las urnas.
Los diálogos se retomarán a finales del mes de enero, donde se espera la conclusión sobre el tema de víctimas y el inicio de la etapa final.
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