ARCADIO GONZÁLEZ ARDILA
COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Nunca como hoy, el presidente, Juan Manuel Santos, había estado en un punto tan bajo de popularidad, en los cinco años y siete meses que lleva al frente del Gobierno Nacional. No solo porque lo digan las encuestas, que en últimas son la voz del pueblo, sino porque los expertos coinciden en que el primer mandatario, como reza el dicho popular, ‘echó todos los huevos en la misma canasta’.
Se ha jugado todo su capital político en un solo proyecto: la paz con las Farc y hasta el momento no hay nada concreto. Incluso, el creciente pesimismo sigue apoderándose de una ciudadanía que no ve mayores avances después de tres años de negociaciones.
Más aún, la percepción generalizada es que las Farc son las que imponen la agenda y el ritmo de negociación en La Habana y aunque el cese al fuego ha bajado la intensidad del conflicto, el Eln sigue asesinando uniformados, cometiendo secuestros y haciendo atentados contra la infraestructura económica.
A ese aciago panorama se suma uno aún más oscuro: la posibilidad de un nuevo racionamiento eléctrico a pesar de que los colombianos pagamos por adelantado para prevenir otra crisis energética.
Eso, sin contar con los escándalos de corrupción en el sector salud y en la Policía Nacional, y el precario 3,1% de crecimiento económico en 2015, que para el Gobierno “es mucho mejor que en el resto de la región”.
Sobre la ‘mala hora’ por la que atraviesa el presidente de la República, Colprensa consultó la opinión de expertos en diferentes temas de la vida nacional, quienes coinciden que las próximas dos semanas serán decisivas para Santos: el jueves la Corte Internacional de Justicia decidirá si es competente para conocer de las dos nuevas demandas de Nicaragua contra Colombia, y el 23 de marzo se sabrá si se firma o no el tan anhelado Acuerdo Final con la guerrilla de las Farc.
Un nuevo revés en cualquiera de estos temas, o en ambos, acabaría de sepultar la ya maltrecha imagen presidencial. Pero un resultado favorable podría darle un nuevo aire al Presidente y hasta revertir la tendencia de futuras encuestas.
Crisis mal manejadas
Para el analista Juan Manuel Charry, el presidente Santos no ha sabido manejar las crisis políticas de los últimos meses. Se refiere a casos como el proselitismo armado de las Farc en La Guajira, las diferencias con partidos de la Unidad Nacional, la polémica alrededor del plebiscito por la paz, los efectos del cambio climático, el posible racionamiento eléctrico y hasta la detención de Santiago Uribe Vélez.
“Los ciudadanos no ven claridad en ninguno de estos frentes, y lo que esperan es medidas del Ejecutivo que les dé confianza y seguridad, y no medidas ambiguas. Todo eso se ve como debilidades del presidente que han afectado seriamente su imagen y la de su Gobierno”, sostiene el experto.
A pesar de que el proceso de paz con las Farc es cada vez más impopular, para el experto en temas de seguridad nacional León Valencia Agudelo es lo único que va bien en el país.
Valencia recuerda que llevamos seis décadas en guerra y a lo largo de todos estos años han sido muchos los intentos y los fracasos por alcanzar la reconciliación. Por eso afirma que la paz nunca será tan atractiva como la guerra.
“Colombia estuvo cerca de una salida militar, hoy la gente espera que haya un acto de confianza para respaldar el proceso de paz”, dice el analista, para quien varios factores han jugado en contra de la imagen presidencial: “su poco carisma y falta de liderazgo, una oposición que ha hecho lo imposible por acabar el proceso, un Eln indeciso y cometiendo acciones terroristas, y unas Farc que han tratado de imponer todas sus condiciones. Esta es una paz incompleta”, afirma.
No obstante, el director de Paz y Reconciliación cree que si el próximo 23 de marzo se firma el acuerdo de paz o se define otra fecha cercana, o si se concreta un cese al fuego bilateral e indefinido “la imagen de Santos mejorará”.
En materia económica, el fiel de la balanza se mueve de un panorama sombrío a otro más que desalentador, al menos en criterio del economista y catedrático Aurelio Suárez.
Para este experto, el Gobierno ha desarrollado de manera profunda un modelo económico equivocado, pues dice que se finca en una excesiva confianza inversionista que pone la economía del país en el capital extranjero y la explotación minera y energética en las grandes multinacionales.
Suárez dice que si bien el desplome en el precio internacional del petróleo no es culpa del Gobierno Santos, sí lo son otros factores como el desempleo de dos dígitos, el aumento de la devaluación, las alzas en las tarifas de energía y agua y otros indicadores que afectan directamente al ciudadano más pobre.
Concluye Suárez que si no hay un cambio de modelo económico, no habrá un cambio en la imagen del presidente.
Para el internacionalista Vicente Torrijos, si el panorama interno del presidente Santos es complicado, el escenario internacional es mucho más confuso, y a futuro lo será mucho más.
Se refiere a que el Gobierno se centró en La Habana y descuidó otros temas que podía liderar como el fortalecimiento de nuevas alianzas en el Pacífico, el ingreso de Colombia a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y diseñar una estrategia eficaz para sacar adelante el tema de Nicaragua.
El punto más sensible de las relaciones internacionales de Colombia, para Torrijos, se llama Nicaragua, pues dice que una decisión adversa de la Corte Internacional de Justicia esta semana sería un golpe muy duro para el Gobierno.
Santos necesita de un James
Pedro Medellín Torres, columnista, analista y director de la Fundación Ortega y Gasset, dice que en materia social donde se levante un tapete allí hay problemas. Esa una forma de explicar que en algunos sectores los esfuerzos del Gobierno no han sido suficientes para mostrar buenos resultados.
“En salud el ministro Alejandro Gaviria está haciendo un gran esfuerzo por poner la casa en orden; en Educación la ministra Gina Parody no pasa de la denuncia. En Vivienda el ministro Luis Felipe Henao tiene buenos resultados, pero falta articulación con otras carteras, y en Trabajo nadie sabe si hay ministro. Lo rescatable está en infraestructura”, afirma Medellín Torres.
Esto se debe, insiste, a la desarticulación entre los ministros, pues considera que ninguno de los funcionarios que han tenido esa misión lo han logrado: “No pudo Juan Mesa ni Néstor Humberto (Martínez) y María Lorena Gutiérrez, que no tiene experiencia, deja ver la fragilidad del Gobierno”.
Para este observador, el cambio debe comenzar desde el gabinete para reorientar la gestión de Gobierno. “Santos no ha logrado tener un buen gerente, el presidente necesita de un James en Palacio que coordine y arme su Gobierno”, afirma.
Y en su opinión, ese James se llama Roberto Prieto, que gerenció la campaña de Santos. “No hay otra alternativa”, sentencia.
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