
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
En un duro pronunciamiento el presidente de la República, Juan Manuel Santos, le exigió al gobierno de Venezuela que respete los derechos de los colombianos, afectados por el cierre de la frontera.
El mandatario aclaró que esta medida no es culpa de Colombia, pues cada día “es más claro que obedece a otros intereses”. Dijo que ha respetado la Revolución Bolivariana, pero que éste modelo se autodestruye llevando al vecino país a su crisis actual.
“El problema del abastecimiento es un problema del modelo venezolano, no es hecho en Colombia”, advirtió Santos en el Día Nacional de los Derechos Humanos.
No obstante, el jefe de Estado reconoció que hay problemas en la frontera como la inseguridad, el contrabando y las mafias organizadas, en donde ha focalizado sus esfuerzos, pero insistió en que es un problema binacional donde se requiere un trabajo conjunto.
No responde
Santos calificó como ridículo el comentario de que haya un éxodo de colombianos en Venezuela, pues explicó que ante la crisis de ese país, son cada día más los venezolanos que acoge el gobierno.
Sobre los acercamientos con Maduro para iniciar un diálogo directo, Santos mencionó que el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, dispuesto a mediar en la crisis fronteriza, se comunicó con él para ofrecer sus buenos oficios. Mientras tanto, el mandatario venezolano no ha querido contestar el teléfono.
“En mi radar de las relaciones internacionales siempre me he movido dentro de las coordenadas de la diplomacia y el diálogo, la firmeza y la prudencia. El irrespeto, los insultos, las payasadas y las mentiras no están dentro de él”, aclaró Santos.
En ese sentido dijo que avanzará por las vías diplomáticas, sin responder a provocaciones, pero con la firmeza necesaria para que se respeten los derechos de los connacionales.
“Cuando abrimos la puerta al diálogo y damos señales de querer solucionar el problema, la respuesta del gobierno venezolano es cerrar más la frontera. Las puertas siguen abiertas bajo la condición irrenunciable de que se respeten los derechos (…) Haremos respetar sus derechos donde quiera que sean violados en nuestro suelo o fuera de él”, aseveró.
Pocas alternativas
“Colombia está en una posición muy difícil, y ahora le quedan menos posibilidades de un arreglo directo, pero instancias internacionales como la ONU o la OEA tampoco han mostrado su ineficacia”, advierte el internacionalista Carlos Enrique Arévalo, de la Universidad del Rosario.
El analista Juan Manuel Charry descarta de momento el uso de la fuerza pues Venezuela no está invadiendo territorio colombiano, sí prevé que en el corto plazo las cosas serán así: “Lo que podría venir es la ruptura de relaciones bilaterales y la salida de Venezuela como facilitador en el proceso de paz de La Habana. La crisis no se resolverá pronto”, concluye.
Empleos en labores agrícolas
La Federación de Cafeteros, a través del Comité Norte de Santander, anunció su respaldo a los colombianos deportados por el gobierno venezolano, con la generación de 200 empleos para realizar labores agrícolas y recolección de cosecha en diferentes municipios del departamento. Serán contratados por cuatro meses, tiempo en el que se les cancelará el salario mínimo vigente con todas las prestaciones de ley. Los propietarios de los predios aportarán el hospedaje y la alimentación requerida. También serán capacitados en temas técnicos como establecimiento de almácigos, siembra, fertilización y recolección de café y estarán ubicados en 57 fincas cafeteras.
Ofensa y diálogo
Al finalizar la tarde, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que no abrirá los tramos cerrados de frontera con Colombia hasta que se llegue a un acuerdo "garantizado" con el país vecino "para una nueva frontera de paz".
En una intervención desde el Palacio de Miraflores, el presidente afirmó que desde que aplicó "el torniquete salvador", en referencia al cierre fronterizo en los estados del Táchira y el Zulia, Venezuela se está ahorrando "2.500 millones de dólares por extracción de combustible" hacia el país vecino.
Señaló que su homólogo colombiano ha emitido "las peores ofensas" de la historia contra Venezuela, pero agregó que, pese a ello, está obligado a hablar con él y a resolver por la vía del diálogo la crisis fronteriza.
Maduro dijo estar seguro de que el pueblo de Cúcuta y el de Maicao va a opinar, igual que el pueblo de Venezuela, que quiere que se acabe la dictadura de los paramilitares en la frontera.
Recordó que activó las zonas de seguridad número uno y dos en el Táchira, con el decreto de estado de excepción en varios municipios de ese estado, "una zona donde ha habido combates con grupos paramilitares".
"Los estamos buscando y acorralando, con nuestro Ejército y se pasan para el lado colombiano y lamentablemente las autoridades colombianas no dan respuesta", lamentó.
Maduro anunció que la próxima semana se celebrará en Caracas una "conferencia internacional sobre derechos humanos en la frontera venezolana y sobre el éxodo masivo de colombianos hacia Venezuela".
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