Bogotá. El viejo dicho popular de que si se quiere ayudar a un necesitado ‘No le regale un pescado, enséñele a pescar’, se ajusta a la perfección cuando se habla de subsidios estatales.
Pues bien, el estudio ‘Impacto de los subsidios estatales sobre el mercado laboral en Colombia’, corrobora que subsidios estatales como Familias en Acción o el régimen subsidiado de salud, estimulan hasta en 10 % la informalidad laboral en el país.
El Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia, dirigido por el economista Stefano Farné, explica que estos dos subsidios, de cinco analizados, son tan valorados por quienes los reciben que frente a la posibilidad de obtener un empleo formal prefieren rechazarlo para no perder los beneficios que se entregan a través de los programas asistencialistas.
El análisis del Departamento de Seguridad Social y Mercado del Trabajo de ese centro de formación superior, que contó con el apoyo de los investigadores David Rodríguez y Paola Ríos, explica que entre enero de 2009 y diciembre de 2014 aumentó de 700 mil a tres millones el número de hogares colombianos que recibieron ayudas en dinero del Estado, según estadísticas del DANE, y casi el 100 % de esas ayudas correspondieron a transferencias entregadas por el Gobierno.
El estudio del Externado habla de dos tipos de subsidios: los condicionados y los no condicionados. De los primeros, da cuenta de Familias en Acción, que tiene como requisito de que los niños asistan al colegio y periódicamente al médico, y cuyos beneficiarios pasaron de dos millones 486.733 en 2010 a dos millones 676.386 en 2014.
Mientras que los no condicionados se refiere a ayuda monetaria mediante programas como Colombia Mayor, que de 480 mil beneficiarios en 2009 paso a casi un millón y medio de beneficiarios en 2014.
También se refiere el estudio al programa de ‘Cien mil viviendas gratis’ dotadas servicios públicos, Internet y un computador.
“Cualquiera sea su finalidad y forma de entrega, estas ayudas pueden tener repercusiones sobre la decisión de participación en el mercado laboral por parte de los integrantes del grupo familiar que es beneficiario del programa y, particularmente, sobre la conveniencia de emplearse en el sector formal de la economía”, afirma el análisis.
En ese sentido, se advierte que el análisis se centra no en la población objeto de las ayudas -niños, jóvenes o ancianos- sino en los adultos que están a su cargo y en la respuesta laboral de corto plazo, “de manera que el análisis se enfocó no en la efectividad de la política, sino en sus efectos colaterales sobre el mercado de trabajo”, se advierte.
PERMANECER EN LA INFORMALIDAD
Los resultados indican que el recibir ayudas por parte del Estado no tiene mayores efectos sobre la decisión de participar en el mercado laboral. Por el contrario, afirma que algunas transferencias y, sobre todo, el acceso subsidiado a los servicios de salud, condicionan a los beneficiarios a permanecer en la informalidad.
De acuerdo al Observatorio del Mercado de Trabajo del Externado, tanto las transferencias condicionadas como los subsidios, terminan favoreciendo la informalidad por dos razones.
“Por un lado aumentan el costo oportunidad de volverse formal, y por el otro, porque la informalidad dificulta el monitoreo de los ingresos de las familias beneficiarias y por ende garantizaría la continuidad de la entrega de las ayudas que, de otra forma, se perderían si algún miembro del hogar aceptara un puesto formal”, señala el Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia.
Un aspecto que se destaca es el caso de los subsidios que no involucran transferencias monetarias directas a los hogares, como la afiliación gratuita al régimen subsidiado de salud de los núcleos familiares que no cuentan con la suficiente capacidad de pago para estar afiliados al régimen contributivo.
Al respecto, los expertos recuerdan que entre 2009 y 2012 el Gobierno amplió la cobertura de derechos en materia de salud hasta unificarlo con los del Plan Obligatorio de Salud, POS.
LAS CONCLUSIONES
Los resultados de este análisis, basado en distintas fuentes oficiales de información, dice que “recibir al menos uno de estos subsidios incrementa la posibilidad de ser informal entre siete y doce puntos porcentuales”.
En términos específicos, el documento indica que el anterior efecto se debe principalmente al subsidio de Familias en Acción, que incrementa la probabilidad de ser informal en unos siete puntos porcentuales y a la salud subsidiada con efecto positivo alrededor de 20 puntos porcentuales sobre la probabilidad de ser informal.
“Nuestra investigación resalta el impacto de la salud subsidiada y del programa Familias en Acción sobre la informalidad. En particular, la afiliación al régimen subsidiado en salud ofrece sustanciales ventajas y es muy valorada por sus usuarios. De hecho, aunque no da derecho a prestaciones económicas -licencias de maternidad e incapacidad por riesgo común-, tampoco exige el pago de contribuciones ni de cuotas moderadoras, y en cambio sí cubre a todos los miembros del hogar. A diferencia de la salud contributiva, donde sí hay un pago mensual y además de cuotas moderadoras al momento de usarla; y donde la cobertura se limita estrictamente al núcleo familiar hasta que los hijos cumplan los 25 años”, dice otro aparte de las conclusiones del estudio del Externado.
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