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César Jerez, líder de los campesinos en el Catatumbo.
COLPRENSA | LA PATRIA | CÚCUTA
Mientras deliberaba la mesa de diálogo entre voceros de los campesinos del Catatumbo y delegados del Gobierno en el Palacio de la Cúpula Chata, en 15 veredas de La Gabarra y Sardinata se empezaron a formar pequeños asentamientos de comunidades que buscan hacerle frente a los grupos de erradicadores de la Policía Antinarcóticos.
Esta es la primera reacción del campesinado de esta zona del Catatumbo que, luego del paro que desencadenó un bloqueo de la vía Tibú-Cúcuta por 53 días, no descartan enfrentamientos con la fuerza pública para proteger los cultivos de la mata de la hoja de coca.
Eugenio Guerrero, miembro de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), reveló que hace tres días iniciaron las erradicaciones en fincas de la vereda El Bojoso de Sardinata y en zona rural de La Gabarra, en un sector conocido como Monteadentro.
En estas jornadas se han erradicado 11,5 hectáreas de cultivos ilícitos en tres fincas de estas dos zonas, lo que habría generado un impacto en las comunidades campesinas, quienes según Guerrero, están decididas a enfrentarse con los uniformados para proteger el cultivo ilícito que ellos consideran el único medio de subsistencia.
“Hace tres días recibimos aproximadamente unas 100 llamadas de líderes de diferentes veredas y comunidades y nos preguntaban ‘¿cómo va la mesa?’; y nosotros hemos tenido que decirles que no hemos comenzado con los puntos del pliego de peticiones”.
“Entonces nos cuentan que allá la gente ya se está organizando en asentamientos humanos y que van a proteger los cultivos como sea, porque de ahí es que sacan el único sustento que tienen para sus familias”, expresó Eugenio Guerrero.
Él y César Jerez, otro de los voceros labriegos, trajeron a colación que antes de que empezara el paro del Catatumbo, en la vereda Miramonte de Tibú, un grupo de campesinos retuvo a seis militares que en ese momento acompañaban a un grupo de erradicadores de la mata de coca en esas jurisdicciones.
Para Jerez, no es descabellado que esto genere enfrentamientos directos entre las partes, pues “la gente no se va a hacer a un lado porque está cuidando lo único que tienen para vivir”.
Pese a dicha situación, Eugenio Guerrero señaló: “les hemos dicho que eso es una decisión soberana de cada comunidad, si ellos lo quieren hacer así, nosotros tenemos que respetar la decisión y apoyarlos, pero esperamos que no se empantanen los diálogos por esta situación”.
Aun así, en medio del primer día de negociaciones, los delegados campesinos y el gobernador de Norte de Santander, Edgar Jesús Díaz Contreras, lucieron expectantes y con una expresión de optimismo de lo que se viene de acá en adelante en el proceso de diálogo.
El Representante de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Todd Howland, agregó “hay un buen ánimo en las negociaciones, sabemos que todo va por buen camino y lo más importante es que se van a respetar los puntos de vista”, puntualizó.
César Jerez aclaró que a pesar de que la declaratoria de la Zona de la Reserva Campesina para el Catatumbo encabeza el pliego de peticiones, todos los puntos son importantes, merecen ser tratados y ninguno será desechado de la negociación, pese a que por ahora solo se abordarán cinco.
“Todos son importantes, pero el de la Zona de Reserva Campesina es generador de desarrollo. Sin embargo, creemos que las erradicaciones es una muy mala decisión del Gobierno y un mensaje negativo”, notificó.
Juan Carlos Quintero, vicepresidente de Ascamcat, recordó que una de las peticiones es que se genere un subsidio mensual de $1’500.000 para cada familia del Catatumbo que esté subsistiendo de raspar hoja de coca, pues sería la condición para dejar de sembrarla.
Entre sus cuentas está que este recurso debe direccionarse para un promedio de 320 familias de esa región del departamento que han resultado afectadas ante la erradicación.
Desde el día que se acordó entre los campesinos y la mesa de garantes del proceso que se iba a desbloquear la vía Tibú-Cúcuta, los manifestantes dejaron en claro que, a partir de allí el Gobierno debía iniciar los diálogos con prontitud.
De lo contrario, añadieron, las protestas del Catatumbo no solo volverían a registrarse con movilizaciones y bloqueos, sino con el apoyo al Paro Nacional Agrario, confirmado para el próximo 19 de agosto.
“Soy el coordinador de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina y hemos hecho un llamado a nivel nacional para que los 54 procesos de ZRC del país se movilicen en ese Paro Agrario y vamos a exigir el cumplimiento de la ley”, puntualizó César Jerez.
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