MARY FANDIÑO
Colprensa | Bogotá | LA PATRIA
El debate sobre la forma correcta de erradicar la cocaína reapareció esta semana, cuando el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, pidió suspender lasfumigaciones con glifosato, ya que un estudio hecho en Inglaterra afirma que ese químico puede causar cáncer. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, se mostró en desacuerdo y planteó que es un momento inconveniente para hacerlo porque la producción del estupefaciente podría estar en aumento.
Gaviria explicó: “La decisión se da luego de conocer un estudio de un panel de expertos de la Agencia Internacional para la Reinvestigación en Cáncer (Iarc, por su nombre en inglés) donde hace una clasificación de cinco plaguicidas, entre ellos el glifosato. Allí está en el grupo 2A, lo que significa que hay suficiente evidencia de que produce cáncer”.
Juan Carlos Pinzón aseguró que la aspersión con este químico ha sido efectiva y está demostrado que en las zonas en las que se suspende el uso, los cultivos de coca aumentan. Este año se han incautado 59 toneladas de coca, con un aumento del 46% frente al mismo periodo el año pasado, muestra de que así como los controles e incautaciones aumentan, también lo hace la producción de la sustancia.
Hace una década Colombia producía el 66% de la coca en el mundo, con cerca de 122.500 hectáreas. Aunque el país siga entre los mayores productores, el puesto principal lo tiene Perú, que ahora siembra cerca de 70 mil hectáreas con coca.
La producción de hoy
Según el último informe revelado por el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), en el país se siembran 50.760 hectáreas de coca por año, en las cuales se producen cerca de 208.200 toneladas/metro de hojas para la fabricación de la pasta.
Las zonas del país con más cultivos son Putumayo, Caquetá, Meta y Nariño. De igual manera el litoral Pacífico, el Catatumbo, la Amazonía, la Orinoquía y la Sierra Nevada de Santa Marta.
Llama la atención el caso de Nariño, ya que hasta el 31 de diciembre del 2013 había cultivadas 16.818 hectáreas, siendo Tumaco su mayor productor, con5.593 hectáreas, lo que representa el 8,78% del total nacional.
Lo anterior explica la violencia en ese área con presencia de guerrilla, paramilitares y otros grupos ilegales. De Nariño sale el 27% de toda la coca que se produce. Otras extensiones sembradas están en Barbacoa, Roberto Payán y Magüí Payan.
En la región Meta-Guaviare el área cultivada es de 7.702 hectáreas, mientras que en la Orinoquía son 1.278 las hectáreas con este tipo de cultivos. En Putumayo la situación es aún más crítica, teniéndose conocimiento de 13.783 hectáreas sembradas.
Baja en unos sube en otros
Aunque el último informe del SIMCI muestra una reducción en los cultivos ilícitos en algunas zonas del país, el mismo Ministerio de Defensa denunció que este año se ve un aumento en el Catatumbo (Norte de Santander), donde sesuspendieron las fumigaciones y luego los cultivos se elevaron en un 100%.
La mayor reducción se registra en Meta y Guaviare, donde había 25.963 hectáreas en el 2005, pero en el 2012 se bajó a 9.360 y en el 2013 a 7.702 hectáreas.
Así pasó en el Pacífico, donde de 20.661 hectáreas cultivadas con coca en el2012, quedaron 16.818 al año siguiente.
Entre las regiones con aumento de cultivos regiones se destaca el Catatumboque pasó de 3.959 hectáreas sembradas en el 2012 a 5.604 en el 2013. La cifra parece crecer y hasta los mismos habitantes hablan de una bonanza cocalera. De acuerdo con el ministro Pinzón, se le está haciendo trampa al programa de sustitución. "Resulta que pasan los cultivos de coca a otras zonas de los mismos municipios”, dijo.
El presidente Juan Manuel Santos al parecer se inclina por las recomendaciones de la cartera de Salud, pues ya dio indicios de que seguirá lo que dicte la OMSy la Corte Constitucional.
Las opiniones y los estudios deberán ser tomados en cuenta por el alto Gobierno para ratificar la decisión de abolir el uso del herbicida, sobre todo para cumplir la petición del presidente de encontrar un reemplazo del mismo nivel.
Justifican suspensión
La discusión en Colombia le pega más duro a la aspersión sobre cultivos ilícitos, aunque en el mundo lo que se debate es el uso de glifosato. Un grupo defiende la necesidad de utilizarlo y otro apoya su abolición, en vista de las aparentes consecuencias negativas para la fauna, la flora y la salud humana.
Los campesinos vecinos de los cultivos ilícitos de Nariño se pronunciaron. El representante de las comunidades negras de Tumaco, Jairo Quiñones, el glifosato ha traído más desdichas que beneficios, pues su uso ha motivado el éxodo de cientos de familias campesinas, afectadas por el daño de sus cosechas de plátano, cacao y arroz y por la violencia que genera el dinero fácil. “A la gente del Pacífico, haya estado o no cultivando coca, pero sobre todo a los que no hemos cultivado, nos ha afectado en nuestra comida, en nuestro pan coger, nos ha puesto a morir de hambre, nos ha desplazado. La gente cuando le fumigan sus parcelas sale corriendo a donde está la comida, ese es uno de los efectos grandes, el desplazamiento”
El académico Daniel Mejía Londoño presidió de la Comisión Asesora para la política contra las Drogas y hoy como director del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes indicó que sus investigaciones evidencian que las campañas de aspersión aérea con glifosato tienen un bajo impacto en la reducción los cultivos ilícitos.
En cada hectárea asperjada la reducción del cultivo de coca es de 12% a 15%, lo que hace necesario fumigar más de nueve veces la misma hectárea para lograr una efectiva reducción. Sin embargo, la repetición significa mayor impacto negativo para la salud.
También dice que la aspersión aérea, además de ser costosa, genera enfermedades dermatológicas y aumenta la posibilidad de aborto.
A favor de la aspersión
El director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, defiende el uso de glifosato en la lucha contra el narcotráfico y pide no abolir, sino regular su utilización.
De otro lado, el secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos, Antony Blinken, quien denomina al herbicida como seguro y efectivo. "Hemos visto grandes logros en detener el crecimiento de las drogas ilícitas aquí en Colombia y es sumamente importante, especialmente en la medida que avanza el proceso de paz".
Estudios realizados por la Universidad Nacional sobre este químico, lo ubican en un grado de toxicidad IV, dato con el que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) lo calificó en el grupo de los no tóxicos. Así mismo, ratificaron las conclusiones de un Informe realizado por la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) y la OEA en 2005, según las cuales, son mínimos los riesgos para la salud humana al usarlo en la erradicación de coca.
Este estudio señaló también que la fauna y la flora se ven mucho menos afectadas por el uso de glifosato que por la siembra de cultivos ilícitos, “comparando los riesgos asociados con la deforestación, el uso sin control ni vigilancia de otros plagicidas para proteger la coca y la amapola, y las exposiciones a sustancias utilizadas en el procesamiento de la materia prima para cocaína y heroína”.
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