Posible imprecisión médica habría acelerado la muerte de un joven

LA PATRIA | Q'HUBO | MANIZALES

Sentado en una silla, pálido, a punta de vomitar, con la respiración cortada y desmadejado. Así estaba el 8 de este mes Luis Andrés Orozco Delgado en Urgencias del Hospital Santa Sofía, antes de que falleciera. Su padre, Luis Ángel, relata que de allí lo devolvieron "porque según los médicos no era una urgencia" y debía ser trasladado a un puesto de Assbasalud. En el Centro Piloto de esta entidad murió más tarde.

El joven de 27 años, a quien el pasado 31 de julio le habían detectado "una gran masa de malformación vascular con sangrado" en el testículo derecho, como dice la historia clínica, le diagnosticaron días después un cáncer con metástasis en el estómago. Le alcanzaron a realizar una cirugía y estuvo dos veces hospitalizado, pero le dieron de alta y debía continuar con el tratamiento, incluso le practicaron una quimioterapia. Pertenecía a la EPS Salud Cóndor.

"¿Por qué si todo el tratamiento se lo hicieron en Santa Sofía y nos dijeron que lo lleváramos cuando se pusiera mal, no lo atendieron y lo mandaron para Assbasalud?", cuestiona el padre indignado, quien era consciente del estado terminal de su hijo, pero que no justificaba la negligencia. Fueron 40 días de sufrimiento para la familia, aunque más para Luis Andrés, pues hacía dos años había empezado a sentir un dolor fuerte en su gónada, sin tener un diagnóstico serio.

Qué pasó

La salud del joven nunca mejoró, todo lo que comía lo vomitaba, y según su padre a lo último solo le pasaba líquido, pero también lo expulsaba y no era capaz de mantenerse en pie.

Tres días después de la última hospitalización, Luis Andrés no aguantó más el dolor y a las 6:30 de la tarde pidió que lo llevaran a urgencias. "Mi otro hijo me llamó y me dijo que estaba mal, desmayado, con diarrea y vómito". El papá agrega que salió una médica, le tomó los signos vitales y dijo que estaba bien, y que como además el centro asistencial no tenía convenio para atender el Régimen Subsidiado tampoco podían seguir atendiéndolo.

"Nos tocó llevarlo al Centro Piloto en un taxi, porque ni siquiera nos facilitaron una ambulancia. Cuando llegamos lo vieron tan mal que lo pasaron por encima de la gente. El médico solo alcanzó a entubarlo, empezó a agonizar y cuando eran las 8:20 de la noche murió en brazos de la mamá", contó su hermano. Le dio un paro cardiorespiratorio.

Diana Patricia Grisales, de la Secretaría de Salud Municipal, señaló que según el último reporte de Santa Sofía el joven tenía un cáncer altamente maligno, "por lo que su calidad de vida estaba deteriorada y en cualquier momento iba a morir". Aseguró que el centro asistencial hizo lo que le correspondía, pues la médica vio al paciente consciente y con los signos estables, y no consideró que fuera una urgencia. Justificó que no lo hubieran trasladado en ambulancia pues el joven podía moverse y tenía acompañante.

Para investigar

William Arias, gerente del Santa Sofía, anunció que a través de la Oficina de Calidad se analiza "si la apreciación de la profesional que atendió al joven fue coherente con el cuadro clínico" y que tendrá una conclusión la próxima semana. La médica lo clasificó en el triage (toma de los signos vitales) de nivel III, que implica una atención prioritaria, mas no inmediata.

Al parecer, como lo plantea un médico que consultó Q'Hubo, la clasificación debió ser del nivel II, que sí es una urgencia, pues solo con "escuchar que un paciente joven llegue con dolor en el pecho, vómito intenso, deshidratado y con taquicardia es considerado como un emergencia de tipo 2, la cual debe ser atendida, por tardar en 15 minutos. Él, según el informe, estaba infartado". Esos síntomas, además, quedaron consignados en el último reporte. Por eso los padres de Luis Andrés esperan explicaciones.