EFE | LA PATRIA | Bogotá
El presidente, Gustavo Petro, comenzó su primer día de gestión con una reunión con su homólogo chileno, Gabriel Boric, y altos cargos de otros gobiernos para emprender la senda de unidad latinoamericana que prometió el domingo durante su discurso de investidura.
Petro comenzó la jornada con una reunión con Boric, uno de sus grandes aliados de la región y del nuevo bloque de izquierdas latinoamericano que se viene formando con sus llegadas al poder, y también se reunión con delegaciones de México, Cuba y Estados Unidos, entre otros, con quienes también habló de migración, combate al crimen transnacional e integración económica y energética.
A pesar de que el nuevo mandatario colombiano, que sucedió en el cargo a Iván Duque, aseguró en su discurso el domingo que para Latinoamérica es "hora de dejar atrás los bloques, los grupos y las diferencias ideológicas para trabajar juntos", con Boric habló de relanzar la Comunidad Andina y fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
"Hemos hablado particularmente de revitalizar la Comunidad Andina (...) que tuvo en las épocas del pensamiento económico de la Cepal un papel muy importante en la planificación de los procesos de industrialización de nuestros países", dijo Petro en una rueda de prensa conjunta tras la reunión bilateral con Boric.
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú hacen parte de los países que conforman la Comunidad Andina, que, fundada en 1969, propende por la integración en el continente, pero ha ido perdiendo relevancia tras la salida en 1976 de Chile y en 2011 de Venezuela y los cambios de gobiernos en los otros países.
La Celac, creada en 2010, es un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política del que hacen parte 33 países de América Latina y el Caribe, y surge con el compromiso de avanzar en el proceso gradual de integración de la región.
Unión, más allá de lo político
En la reunión de ayer Petro y Boric abogaron por alianzas en "procesos concretos de integración" de nuevas formas como en el tema de energía eléctrica y energías limpias y de la necesidad de integrar el sistema eléctrico, o el intercambio de recursos naturales en pos de la descarbonización.
Boric reafirmó la idea de que "nuestras alianzas no sean solamente por afinidades ideológicas de turno, sino en función de la cooperación entre nuestros pueblos".
Petro ha mirado siempre a Boric, por ser el anterior candidato de izquierdas en llegar a la Presidencia en América Latina, y también cuenta con el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador; el boliviano, Luis Arce, y con que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva gane las elecciones para formar un nuevo bloque de esa tendencia ideológica.
Por eso, tras la reunión con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, que acudió al encuentro en Casa de Nariño junto a la primera dama mexicana, Beatriz Gutiérrez, Petro reafirmó que Colombia y México pueden ser los "ejes fundamentales" para impulsar la unidad latinoamericana.
Junto a López Obrador, en cuyo espejo siempre se ha visto reflejado, Petro cree que los dos países pueden convertirse en "una voz grande en el universo que permita que nuestras culturas, nuestra sangre, nuestras luchas puedan tener éxitos, puedan avanzar, y podamos ser eso que decía (el filósofo mexicano José) Vasconcelos: la raza cósmica, la unidad de la sangre del mundo".
Y Estados Unidos
Petro también se reunió en su primer día como mandatario con la administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Samantha Power, quien encabezó la delegación estadounidense.
Históricamente Colombia ha sido el principal aliado de Estados Unidos en esta parte del mundo y ese país destina millones de dólares en ayudas para el país andino en todos los órdenes, por lo que Duque siempre buscó la aprobación estadounidense.
"Nuestros esfuerzos con Colombia son complementarios con la agenda que él ha definido (...). El presidente Petro y yo reconocimos que Colombia y EE.UU., como cualquier otro país, ocasionalmente tendremos diferencias, pero nos mantendremos en el diálogo por la historia compartida y los lazos económicos en común", dijo Power, en una rueda de prensa tras el encuentro.
Remarcó que los diálogos seguirán, al tiempo que reconoció que "Este trabajo continuará. Todo Gobierno, sin importar el país, llega con sus ideas de cambio" y que lo esencial es discutir programas que van a desarrollar en conjunto.
Compás de espera
La otra gran reunión de la jornada fue con el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, quien le transmitió a Petro el "compromiso invariable" para "contribuir a la paz en Colombia".
Cuba es la llave para que se retomen las negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), pues allá se quedaron varadas hace cuatro años cuando el Gobierno de Duque se levantó de la mesa, tras el atentado de la guerrilla contra la Escuela de Policía General Santander, que dejó una veintena de muertos.
Petro ha manifestado que retomará los diálogos con el Eln y que se sabrá "en las semanas que están por seguir si se continúan esos diálogos en Cuba", ya que es el país caribeño quien tiene que acogerlos de nuevo.
Sin embargo, a Cuba, como ha reconocido Petro, acoger estos diálogos le ha costado entrar en la lista negra de terrorismo de Estados Unidos, que, incitado por Duque, le acusa de acoger a "terroristas", pues los negociadores del Eln siguen en la isla.
El Eln, que ha crecido en fuerza durante los últimos años, ya ha mostrado en varios comunicados, desde la victoria de Petro, que quiere volver a la mesa de negociaciones para buscar la paz.
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