Efe | LA PATRIA | Panamá
El presidente de Cuba, Raúl Castro, al intervenir por primera vez en una Cumbre de las Américas, hizo un relato histórico de "agresiones imperialistas" a América Latina, pero exculpó de ellas al mandatario estadounidense, Barack Obama.
En un discurso que duró 42 minutos exactos, Castro abundó en su relato sobre las "guerras, conquistas e intervenciones" de EE.UU., al que se refirió como "fuerza hegemónica que despojó de territorios a toda nuestra América y se extendió hasta el río Bravo".
Siempre en clara referencia a Estados Unidos, aseguró que "sólo en Suramérica fueron asesinados cientos de miles de personas" y citó como caso más "brutal" el golpe de Estado de 1973 contra el presidente chileno Salvador Allende, cuyo ejemplo es "imperecedero", dijo.
Cuando concluía el repaso histórico, Castro decidió ofrecerle "disculpas" a Obama.
"Todos (los presidentes de EE.UU. anteriores) tienen deudas con nosotros, pero no el presidente Obama", que "es un hombre honesto" y con una "forma de ser que obedece a su origen humilde", dijo.
Castro también valoró como "un paso muy positivo" la decisión de Obama de quitar a Cuba de la lista de países que, según Estados Unidos, son patrocinadores del terrorismo y comentó con ironía esa acusación que la Casa Blanca mantiene desde hace décadas.
Sobre Venezuela
Castro también le dejó a Obama una firme exigencia en relación a Venezuela, un país del que sostuvo que "no es ni puede ser una amenaza contra la seguridad de Estados Unidos".
Consideró "positivo que el presidente Obama lo haya reconocido", pero exigió que "sean derogadas" las sanciones aplicadas a Venezuela y manifestó "todo el apoyo de Cuba al Gobierno legítimo y a la unión cívico militar que encabeza el presidente Nicolás Maduro".
Cuando concluía su intervención, Castro le tendió una mano a Obama, a quien le dijo directamente que "quienes estamos aquí tenemos la oportunidad de aprender a respetar las tolerancias y a convivir en paz, como buenos vecinos".
Obama: EEUU "no será prisionero del pasado" con Cuba ni con la región
El presidente de EE.UU., Barack Obama, sostuvo que su país "no será prisionero del pasado" con Cuba ni con la región, al mostrarse convencido de que si continúa el diálogo bilateral entre su Gobierno y el de Raúl Castro habrá progresos pese a las "diferencias".
Obama calificó la Cumbre, en la que están presentes los 35 países americanos y por primera vez Cuba, de "momento histórico" y dijo que el acercamiento entre EE.UU. y Cuba marca un "punto de inflexión" para toda la región.
"La Guerra Fría ya terminó", dijo tajante Obama. "No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera", apuntó al indicar que lo busca es "resolver problemas" trabajando y cooperando con toda la región.
En su intervención, Obama respondió directamente a las acusaciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que minutos antes que él denunció en la plenaria que Estados Unidos "continúa con ilegales intervenciones" en América Latina, y que ha llegado la "hora para la segunda y definitiva independencia" de la región.
En respuesta, Obama admitió que en el pasado la política de derechos humanos de EE.UU. no siempre fue acertada, pero que, hoy por hoy, su país no tiene interés en "inmiscuirse" cuando denuncia determinadas situaciones que no considera justas, sino que lo hace porque considera que es "lo correcto".
"No estamos atrapados en la ideología, al menos no yo", remarcó Obama.
Santos, el primero en intervenir
El presidente Juan Manuel Santos fue el primero en intervenir en la sesión plenaria del cónclave hemisférico, con un discurso donde resaltó que "189 años después del Congreso de Panamá que buscó sin lograrlo realizar el sueño de Bolívar de una América unida" todos los países del continente se reúnen ahora "con diferencias que subsisten pero una realidad que nos debe alegrar".
Durante la sesión plenaria, Santos se refirió a los esfuerzos de su gobierno por alcanzar la paz, manifestando que si se mantiene el ritmo de la negociación, podría haber acuerdo con las Farc este mismo año.
También aclaró ante los otros 34 presidentes de la región, que con el Eln seguirán insistiendo en la formalización de un diálogo, mientras que con las Farc se avecinan dos temas álgidos: la realización de los derechos de las víctimas, y la terminación misma del conflicto a través de la dejación de armas y la reincorporación de los excombatientes.
Apuesta por la educación
De otro lado el mandatario destacó la necesidad de que Latinoamérica dé un salto en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, partiendo de la educación como base de la equidad. En ese sentido explicó los alcances de su propuesta de crear un Sistema Interamericano de Educación.
“Para eso proponemos crear una nueva institucionalidad dentro del Sistema Interamericano que apoye la formulación de políticas para aumentar la calidad educativa, e incrementar la inversión en conocimiento, ciencia y tecnología (…) en América Latina y el Caribe hay 106 millones de jóvenes, de los cuales cerca del 40 por ciento aún vive en la pobreza”, advirtió Santos.
Sobre los alcances de la propuesta, el presidente anticipó que se establecerán metas comunes bajo una institucionalidad que se crearía en el ámbito de la OEA, y contaría con el concurso del Banco Mundial, del BID y la CAF.
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