COLPRENSA | LA PATRIA | ARMENIA
En la madrugada del pasado sábado murió Óscar Jaramillo Jaramilo, uno de los más grandes alentadores de la vida social en Armenia (Quindío), en todos los tiempos.
Casi desde su fundación, fue miembro de los clubes sociales América y Campestre, a cuyas juntas directivas llegó a temprana edad y se mantuvo en ellas por largo período, incluso como su presidente.
Nació el 18 de noviembre de 1927 en Armenia, de una familia venida de Manizales, compuesta por su madre, Ana Rosa Jaramillo y su padre, Juan Nepomuceno Jaramillo, ampliamente conocido en el Quindío como Juan N. Jaramillo. De este matrimonio nacieron, además de Óscar: Pedro Nel, Sofía, Nepomuceno, Ariel, Berenice, Fanny, Hernán, Nelly , Raúl y Lucía.
De pequeño, Óscar Jaramillo fue acólito de la iglesa de la Santísima Virgen de la Inmaculada Concepción, y en las procesiones de Semana Santa siempre desfiló como el Cirineo. Estudió en el colegio San José y cuando terminó el ciclo secundario (hasta cuarto de bachillerato) su padre lo envío a la escuela de cadetes en Bogotá. Allí estuvo un año. Pudo más el amor, y se volvió a Armenia, donde muy joven contrajo matrimonio con Soledad Velásquez.
Los caballos de Juan N. Jaramillo
Ya en Armenia, casado, Óscar se vinculó a los negocios de su padre: Carpintería para la industria de la construcción, y asumió la administración de la famosa funeraria de Juan N. Jaramillo. “Trajimos de Argentina cuatro caballos percherones, enormes, e importamos una carroza francesa, a la que le hicimos ajustes en el taller de carpintería, y ofrecimos el mejor servicio funerario de todo Caldas”, recordó Óscar Jaramillo en una extensa entrevista que le hicimos hace seis años, sentados en la enorme y vieja mesa de juntas del club América.
“Nuestros percherones se hicieron tan famosos que cuando a la ciudad llegaba una mujer elegante, alta, bien puesta, o en las familias a las muchachas de esta talla siempre les decían: se parece a los percherones de Juan N. Jaramillo”, recordaba Óscar.
El Mirador de la 18
Casi todo el mundo lo había olvidado, pero Óscar Jaramillo Jaramillo fue uno de los responsables de la construcción del Mirador de la carrera 18. Fue director de la oficina de Valorización de Armenia a mediados de los años 70 del siglo XX, y en ejercicio de su cargo adquirió para el municipio la mayoría de los predios de esa carrera 18 entre la calle 35 a la 46, costado oriental, para ser posible este proyecto.
“Ese fue un propósito cuando llegué a este cargo. El proyecto era viejo, pero no arrancaba por falta de voluntad para comprar los predios, y en mi corta estadía en este, el único puesto público que ocupé, logramos concretarlo y dejar todo los diseños para que el Mirador fuera posible, como lo es hoy, que está en mora de mejorarse y modernizarse”, explicó don Óscar en el 2008, cuando estaba en uso de buen retiro, disfrutando de su nieto y sus entrañables amigos del club: Jesús A. Niño, Ramón Jairo Gómez, Jaime Quintero, Ómar Giraldo, entre otros.
Una familia reconocida
Óscar Jaramillo era miembro de una familia archi-reconocida en la ciudad. Hijo, como queda dicho, de Juan N. Jaramillo, sobrino del primer publicista ambulante de Armenia, el famoso ‘Mocho Jaramillo’, cuyo caballo tenía pintado con tinta las ofertas de sus negocios de propiedad raíz. Se ubicaba con el animal en el antiguo bar Destapao, y el táparo era como un aviso luminoso moderno ofreciendo casas, lotes, fincas y otros bienes.
Su hermano Nepomuceno, más conocido como Nepo, está en la lista de los fundadores del Deportes Quindío, uno de los grandes alentadores del fútbol en la ciudad. Su nombre figura en letras de molde en la historia del equipo profesional.
Otro de sus hermanos, Ariel Jaramillo fue gerente, por muchos años, de los Almacenes Generales de depósito de Café, Almadelco, de la Federación de Cafeteros; además, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Óscar era el padre de la también reconocida publicista María del Socorro Jaramillo, una de las más destacadas profesionales de esta rama en el país.
Su muerte se produjo después de una enfermedad que lo mantuvo en una clínica de Armenia. Sus exequias se realizaron ayer en la tarde en la iglesia del Espíritu Santo.
Óscar Jaramillo Jaramillo también fue banquero. Durante mucho tiempo gerenció en Armenia el Banco Comercial Antioqueño, y luego el Banco Santander. Siendo empleado de estas casas financieras le ofrecieron muchas veces reiterarse para ocupar cargos públicos, pero casi siempre, excepto en el caso de la dirección de Valorización, las rechazó.
Le sobreviven su esposa Soledad Velásquez, sus hijas Esperanza y María del Socorro, su nieto Óscar Esteban y sus hermanos Nelly, Berenice, Lucía y Nepomuceno.
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