"Mujeres afro y campesinas, propensas a violencia de género"

Aunque en materia legislativa Colombia ha logrado dar pasos importantes para proteger a las mujeres de cualquier tipo de violencia y para que tengan igualdad de derechos, los retos aún son enormes, especialmente con aquellas que viven en medio del conflicto armado y las que pertenecen a comunidades históricamente marginadas.

Sobre estos temas habló la vocera de las Naciones Unidas para temas de Género, Flor María Díaz.

Avances

¿Cómo está el país en materia de violencia de género?

Hemos avanzado en desnaturalizar la violencia de género como una conducta que las mujeres deberían asociar al amor o admitir como propia de las relaciones. Hoy en día hay más consciencia de cuáles son esas formas de violencia y que constituyen una vulneración. También hay más información sobre los mecanismos de acceso a la justicia.

-¿Ese avance es generalizado o se presenta más en algunas zonas?

Los indicadores están mostrando una disminución promedio. Por ejemplo, en el 2009 fueron asesinadas 1.523 mujeres, pero en el 2010 murieron 1.494 mujeres, 79 menos respecto al año anterior. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del 2005, el 39% de las mujeres había experimentado de manera puntual o sistemática algún tipo de violencia, pero la misma encuesta en el 2010 mostró que el porcentaje bajó a 37%. Sin embargo, si miramos por regiones, las tasas más altas de homicidio de mujeres en el país están en la Amazonía y Orinoquía, regiones donde hay un fenómeno de violencia sociopolítica más exacerbada. También hay una mayor propensión a padecer situaciones de violencia en el caso de las mujeres afrodescendientes de las costas Atlántica y Pacífica, las mujeres campesinas, las que tienen un nivel de escolarización inferior, y las más jóvenes, que están en un rango de edad entre los 15 hasta los 32 años.

- ¿Los índices son diferentes para las mujeres que están en medio del conflicto armado?

Se encuentra que la tasa de homicidios de mujeres es de un 5 a 6 por cada 100 mil habitantes, pero si te vas a regiones como Putumayo, Meta, Guaviare, Florencia, te encuentras con una tasa que puede estar entre 15 y 30 por cada 100 mil habitantes mujeres. Eso en el caso de la forma extrema de violencia de género, que se conoce como feminicidio. Pero ellas también son despojadas de sus tierras, algunas sufren reclutamiento forzado, son apartadas de sus hijos y son propensas a sufrir de violencia sexual.

-¿Cómo se puede proteger a las mujeres que viven en medio del conflicto armado?

En Colombia el programa de ONU Mujeres de Paz y Seguridad busca que los Gobiernos pongan focos de atención y tomen medidas de prevención. Colombia se ha comprometido con esos acuerdos y está empezando a impulsar acciones importantes. Pero creo que hay escepticismo, y eso está ligado a la continuación de grupos armados ilegales y de bandas criminales. Esto afecta la fe y confianza en que la aplicación de estas leyes será realidad para las mujeres colombianas.

-¿Debería existir un delito que tipifique la violencia contra las mujeres en el conflicto armado?

La violencia contra las mujeres está contemplada en el marco de la Ley 1257 del 2008 y esta no hace alusión clara a esta problemática. No sé si se necesita una herramienta en particular, porque está la Ley de Víctimas, en la que se logró la incorporación del enfoque de género. En este momento más que tener nuevas leyes, esperamos la aplicación de las que están.