Irene Escudero
EFE | LA PATRIA | Cúcuta
La ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, se acercó este sábado a conocer la realidad de los migrantes venezolanos en la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela, en una visita que el Gobierno de Nicolás Maduro tildó de "agresión".
González Laya, que acaba hoy una visita de tres días a Colombia, visitó varios centros de atención médica y un refugio para menores migrantes, antes de acercarse al puente de Simón Bolívar, el principal paso terrestre legal de paso de migrantes y turistas.
"Sentí el valor de la solidaridad, el valor de reconocer en los migrantes personas humanas que necesitan ser tratadas con la dignidad con la que nosotros queremos todos que nos traten", resumió la española de esta visita en la que ha conocido de primera mano diversos proyectos de ayuda y atención al migrante.
Proyectos como el del centro de salud "La Margarita", ubicado en el municipio Villa del Rosario, la primera parada que los venezolanos se encuentran en Colombia, donde varios organismos atendieron el año pasado a más de 30.000 personas, sobre todo, a mujeres y niños que llegan del país vecino a pie y tras transitar un recorrido muy difícil.
Allí trabajan organizaciones como Profamilia, centrada en la planificación familiar y la atención a la violencia sexual y machista, y médicos como Omnuel Rodríguez, que atiende a medio centenar de personas al día.
"A mí las que más me marcan son las Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) que son por violencia sexual", reconoce a Efe este doctor venezolano, que habla de niñas de 13 y 14 años "que son a veces abusadas en la trocha y que vienen con un embarazo", que les trunca la ilusión que traían a Colombia "de seguir con su futuro".
En este sentido, la ministra española destacó que "por encima de todas las vulnerabilidades que la migración crea, las mujeres lo sufren más".
La Margarita está a unos pocos pasos del puente de Simón Bolívar y rodeado del casi centenar de "trochas" (caminos clandestinos) por donde atravesaron gran parte de los 1,72 millones de venezolanos que viven en Colombia, y lo siguen haciendo cada día muchos más.
De hecho, la canciller colombiana, Claudia Blum, estimó hoy que "es muy posible que esta migración en este año llegue a ser la primera migración más grande del mundo", y se superen los "más de tres millones de migrantes".
"No voy a dar lecciones a Venezuela"
Hoy, sin embargo, el puente permanece desierto. Lo que hace poco más de un año era un hervidero de comerciantes ambulantes, familias con maletas y carretas de carga ahora permanece vacío, debido al cierre de fronteras terrestres por el coronavirus que se unió al cierre que ya existía por las malas relaciones entre Colombia y Venezuela.
Desde ese puente, que la jefa de la diplomacia española recorrió junto a su homóloga colombiana y representantes de varios organismos gubernamentales y de la ONU y la cooperación española, explicó que su visita no es ninguna declaración de intereses a Venezuela, y aludió a que no estaba allí "para criticar a Venezuela" ni "para dar lecciones".
"Yo estoy aquí para intentar, junto a la comunidad internacional, dar una respuesta a los ciudadanos venezolanos que han decidido abandonar su país y venir a Colombia en búsqueda de una mejor vida", explicó a medios González Laya.
Sin embargo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, vio el acercamiento de la ministra de Exteriores españolas a la frontera de su país como una "agresión" y puso en revisión "toda la relación" con España, apenas tres días después de expulsar a la embajadora de la UE, Isabel Brilhante, en respuesta a las nuevas sanciones dictadas por la Unión.
"¿Qué hace la canciller de España en la frontera de Colombia con Venezuela en vez de irse al (mar) Mediterráneo a buscar a los refugiados y a la gente que huye de África? ¿Por qué la canciller de España viene a meterse en los asuntos de Venezuela? ¿Por qué va directo a Cúcuta a hablar contra Venezuela?", se preguntó el mandatario venezolano.
Devolver la identidad a miles de personas
Con su visita, España ha querido reconocer el paso dado por Colombia con el recién anunciado Estatuto de Protección Especial de Migrantes, con el que el Gobierno colombiano regularizará la situación por diez años de todo venezolano que entrase de forma legal o ilegal en el país antes del 31 de enero de 2021.
No lo hará, de momento, a quienes siguen cruzando de forma ilegal por las trochas y pasos clandestinos, a los que los abocan el cierre de fronteras y la falta de pasaportes en Venezuela.
"Mi visita en primer lugar es para dar este voto de confianza y este reconocimiento por la enorme generosidad colombiana", consideró González Laya.
Un estatuto, que según resaltaron las dos cancilleres, va a devolver una identidad a quienes llevan meses e incluso años en una situación muy precaria, sin acceso a la sanidad o a un puesto de trabajo formal.
Con su visita a Cúcuta, la ministra finaliza un viaje oficial de tres días a Colombia, en el que se reunió con el presidente colombiano, Iván Duque, y mostró su apoyo a las instituciones que velan por el acuerdo de paz y por dar justicia a las decenas de miles de víctimas del conflicto colombiano.
"España, país que también ha conocido el conflicto, apoya de manera firme y decidida la labor de esas instituciones, sabiendo como sabemos que su tarea no ha terminado, que su tarea va a durar porque profundas son las heridas causadas por este conflicto", manifestó este viernes, tras una reunión con los dirigentes de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
Durante su visita, la ministra también suscribió el Marco de Asociación País, la estrategia de cooperación con Colombia hasta 2024, que incluye fondos por valor de 120 millones de euros, entre ayuda al desarrollo reembolsable y no reembolsable.
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