EFE | LA PATRIA | Bogotá
Al Gobierno colombiano le preocupa que las autoridades peruanas y ecuatorianas exijan pasaporte a los venezolanos que pretenden ingresar a esos países. Asegura que esta medida puede derivar en inconvenientes sociales.
"Lo vemos con preocupación por varios aspectos, nosotros flexibilizamos las normas migratorias, le damos la mano a la población venezolana y nos preocupa que otros países restrinjan de alguna manera el ingreso a esos países de esta migración", manifestó el director de Migración Colombia, Christian Krüger.
El funcionario señaló que con la decisión se afectará la reunificación familiar de los venezolanos en esos países, aumentará el trabajo informal, se promoverá la explotación laboral e incrementarán los problemas de seguridad.
"El tiempo nos dará la razón frente a esas medidas", agregó el funcionario, quien afirmó que la migración no va a parar por la exigencia del pasaporte, sino que los migrantes utilizarán sitios informales para llegar a su destino en vez de los puntos autorizados.
El ministro de Interior ecuatoriano, Mauro Toscanini, escribió el jueves en Twitter: "El Gobierno ecuatoriano, preocupado por la grave situación humanitaria de miles de venezolanos que ingresan al país y para garantizar la seguridad, desde el sábado exigiremos la presentación del pasaporte como requisito de ingreso a Ecuador".
Y el Gobierno de Perú anunció ayer que solo dejará entrar a su territorio a venezolanos con pasaporte a partir del sábado 25 de agosto.
Frente a estas decisiones, Migración Colombia aumentar su personal en el Puente Internacional de Rumichaca, principal paso fronterizo en Ecuador, y se reunirá con autoridades del departamento de Nariño y con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
"Estamos buscando una reunión con las autoridades homólogas migratorias de Perú y de Ecuador, hoy (ayer) tuvimos una conferencia con ellos y en principio queremos hacer una reunión la otra semana para atender la situación", añadió Krüger.
De igual forma, pidió a los venezolanos que verifiquen su situación migratoria para evitar contratiempos e instó a los países de la región a trabajar de manera conjunta para atender ese fenómeno.
"No vamos a enviar soldados, vamos a enviar doctores", aseguró Mattis cuando ya se encontraba en su avión oficial volando de vuelta a Washington, tras poner fin en Bogotá a la que fue su primera gira por Suramérica.
"Están desbordando la frontera y sabemos que las autoridades sanitarias colombianas... No puede agregar un millón de personas al país y no afectar al resto. Es imposible", explicó Mattis.
El funcionario estadounidense sostuvo que esta medida supone, además, un esfuerzo para intentar poner freno al "costo humano" que se están cobrando tanto el presidente venezolano, Nicolás Maduro, como su cada vez "más aislado régimen" al aferrarse al poder a pesar de las penurias que sufre su pueblo.
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