Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA | Manizales
El regreso de menores de edad reclutados por las Farc a la vida civil comienza en medio del regocijo y la incertidumbre. Aún no se tiene un cálculo de cuántos podrían ser. “Hay que esperar a que se produzca ese hecho para saber el número”, le dijo el jueves pasado a LA PATRIA el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
El funcionario indicó que hay un protocolo para desvincular a niños ya adolescentes del grupo ilegal. “Se debe destacar que se hace antes de la desmovilización de la guerrilla y de su desarme”.
El Gobierno y las Farc, en un comunicado conjunto, anunciaron que el proceso comenzará hoy tras cerrar el protocolo de salida y plan transitorio de acogida de niños, niñas y adolescentes que salgan de los campamentos de las Farc.
Fabio López, director del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la U. Nacional, comentó: “...Salen del grupo guerrillero, que era en muchos casos prácticamente su familia, a vivir una vida de individuos...”.
El profesional añade que su salida es en contravía del nomadismo de la vida guerrillera para empezar en escenarios urbanos, muchas veces desconocidos, rutinas y trámites institucionales que desconocen”.
Para la familia
¿Está Colombia preparada para atender a los niños y adolescentes en aspectos como el educativo? Esto le preguntó este diario al ministro. “Tenemos toda la capacidad e institucionalidad para hacerlo. Como Estado esperamos a estas víctimas del conflicto para reincorporarlos a sus familias y ayudarles a construir su proyecto de vida ya libres de la violencia”.
Según el ICBF, de 1999 al 2013 se ha desvinculado el 59% de los niños reclutados en grupos ilegales, es decir, 3.076 niños.
El 84,3% de los niños reclutados fue usado en combate. 74,8% ha sido usado en emboscadas y el 61,5% han sido empleados para tomas armadas.
Los principales motivos que llevaron a los menores tienen que ver con la entrega de dinero del grupo armado: niñas, 11%, y niños, 23%. Maltrato sexual o intrafamiliar: niñas, 25%, y niños, 15%. Gusto por las armas: niñas, 19%, y niños, 36%. *Otros Motivos: niñas, 45%, y niños, 25%.
Un estudio de la Universidad de La Sabana, enviado a los medios, alerta a las autoridades sobre el riesgo que se corre con un proceso no adecuado de reincorporación para los menores excombatientes .
Dos claves
Fórmulas distintas a la violencia y la articulación de estrategias de intervención de corto y mediano plazo para atender integralmente a los menores reinsertados de esta guerrilla.
- Ojo con reincidencia
El 80% de niños y adolescentes reinsertados sí no son atendidos en programas estables y duraderos pueden reincidir en conductas violentas, caer en la mendicidad e incluso reincorporarse a las filas de bandas criminales.
Las secuelas
Luego de su desvinculación de la guerrilla, se calcula que seis meses después aparecen los problemas psicológicos, secuelas del conflicto. Altos niveles de estrés, paranoia y aislamiento social, principales síntomas.
Atención a 5.700
Según el ICBF en la actualidad atiende a 5.700 niños y adolescentes desvinculados de grupos armados ilegales.
Medio mión víctimas
Cifras oficiales dan cuenta de cerca de ocho millones de víctimas por el conflicto con las guerrillas (Farc y Eln). Según la Defensoría del Pueblo, un millón y medio corresponde a menores
5.969 atendidos
El ICBF dice que entre noviembre de 1999 y marzo del 2016 fueron atendidos 5.969 menores que sobrevivieron al reclutamiento de los grupos alzados en armas. El 60% salió de las Farc.
Aún en filas
Otros indicadores de organismos no gubernamentales sostienen que, entre los grupos guerrilleros, paramilitares y de organizaciones dedicadas al narcotráfico, aún hay reclutados 10.000 niños, niñas y adolescentes.
Las reacciones
Neila Díaz, directora de la Especialización en Psicología Educativa, quien conoce la experiencia de desmovilización, desarme y reintegración a la vida civil de niños desvinculados de los grupos alzados en armas en Ruanda, Sierra Leona y Sudan, conceptúa lo siguiente sobre el caso colombiano:
* Los menores que han vivido de cerca el conflicto, como víctimas o victimarios, pueden tener reacciones que van desde un retroceso en el proceso de aprendizaje, paranoia, incontinencia urinaria, hasta insomnio y falta de apetito.
* Además, pesadillas frecuentes, delirio de persecución, juegos que incluyen muerte y amenaza, apatía, falta de concentración y agresividad.
Soluciones
Según la experta, todo proceso de paz debe contemplar como prioridad el trabajo con los niños que fueron soldados.
En cifras, se calcula que la capacidad de resiliencia –recuperar ante la adversidad– de estos chicos supera el 80%, situación que se pudo evidenciar en los conflictos internos de Ruanda, Sierra Leona y Sudan; lugares en los que los niños afirmaban que para ser soldados tuvieron que endurecer su corazón, pero que para reincorporarse a la vida civil supieron pelear para ablandar su alma.
Según Díaz, el proceso de recuperación es más fácil y rápido en los más pequeños, pues estos suelen reprimir mejor que los adultos la presencia de traumas o miedos.
Se calcula que por lo menos seis meses aparecen los daños psicológicos en los niños soldados.
Según estudios internacionales, cerca de un 90% se recupera siempre y cuando el conflicto haya terminado o pasado a planos diplomáticos.
Solo el 10% quedaría con síntomas que amerita una intervención más profunda y los que se logran recuperar tardarían, por lo menos, entre dos y cuatro años para hacerlo.
En reintegración niños se pueden presentar barreras naturales que tiene la sociedad, pero que con el tiempo se tienen que ir desquebrajando.
Sin leer ni escribir
La mayoría de estos menores ni siquiera tienen familias y tendrán que entrar, algunos de ellos, en procesos de adopción, otros tendrán que formar sus propias comunidades y finalmente están aquellos que tendrán que comenzar su escolaridad desde cero, pues se calcula que por lo menos el 20% no sabe leer ni escribir.
Soñar, hablar, sonreír, jugar o aprender a tocar un instrumento son solo algunas de las actitudes que los niños soldados podrán adquirir en un tiempo que va entre los dos y los cuatro años pero pasarán, según la experta, tres a cuatro décadas para ver resultados concretos.
Para comenzar, sería importante aplicar lo que hizo Sudan que involucró a los niños reinsertados y los convirtió en los principales actores de la reconstrucción del país o Sierra Leona que cambió las armas de los menores por bicicletas.
Favores sexuales
Para finalizar hay que atender que la intervención de cada niño víctima o victimario de la violencia dependerá de cada caso particular, pues hay menores que trabajaron en la guerrilla solo como cocineros, otros como mensajeros pero algunos fueron reclutados para hacer favores sexuales.
Los de 15
Los casos más difíciles seguramente serán los adolescentes de 15 años que no sólo aprendieron a disparar un arma, sino que también asesinaron e incluso comandaron un frente.
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