Laura Cristina Cardona Patiño
Manizales | LA PATRIA
Los sectores sociales visibilizaron a la luz pública los problemas que les ha traído la pandemia: El personal de salud manifestó los riesgos de su gremio, comerciantes e industriales son escuchados en los medios de comunicación y los trabajadores independientes se unieron para pedir ayuda.
Las madres, quienes en su mayoría realizan el trabajo de cuidado en el hogar, no tienen una representante que ponga de manifiesto ante la sociedad y el Gobierno el impacto que ha tenido sobre ellas el cierre de los colegios, el teletrabajo, el desempleo y el aislamiento.
Voz política
La manizaleña Ángela Guarín Aristizábal, investigadora, Doctora en Bienestar y Política Social y profesora de la Universidad de los Andes, afirma que Colombia ha tenido un avance, aunque lento, en el camino al reconocimiento de la mujer y de la labor de la madre en la familia y la sociedad.
Pero la pandemia hizo que la violencia doméstica, la sobrecarga en el cuidado del hogar y las desventajas laborales se agrandaran. En parte, porque “no hay una voz política, las necesidades de las madres no se visibilizan y no hay una voz histórica en Colombia que haya mostrado sus vulnerabilidades”, afirma.
Guarín matiza que en medio de todas las tareas que realizan las madres es lógico que muchas de ellas no tengan el tiempo para emprender acciones políticas, a pesar de que hay otros grupos de mujeres en el país iniciando discusiones al respecto. Destaca que en temas de violencia las madres en Colombia sí se han unido políticamente, como las Madres de Soacha en Bogotá por el caso de las ejecuciones extrajudiciales.
Cuidado del hogar
La ONU Mujeres en Colombia publicó en marzo un informe que indica que al día las mujeres destinan 7 horas 14 minutos en promedio al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, mientras que los hombres destinan menos de 4 horas.
También resaltan que los hombres trabajan en promedio 48 horas semanales y las mujeres 40 horas. Sin embargo, ellas destinan en promedio 50.6 horas al trabajo del hogar, frente a 23.9 horas de los hombres.
La investigadora afirma que en Colombia las mujeres dedican mucho más tiempo al cuidado de los niños. “Hay muchos comportamientos naturalizados, labores que se asumen que son de las madres, pero en muchos casos no se les reconocen esos esfuerzos adicionales”. Concluye que es necesario que hombres y mujeres aprendan nuevos roles en el hogar, para poder distribuir la carga.
Madres cabeza de familia
El informe Covid. Brechas de género en el mercado laboral, realizado por el DANE y la Universidad Javeriana de Bogotá en el marco de la pandemia, recuerda en el 2018 se reportaron 1 millón 835 mil 25 madres solteras, mientras que hay 350 mil 419 padres solteros. Es decir, el 83% de los jefes de familias monoparentales son mujeres.
El informe indica que frente a la crisis actual estas personas deberán dedicar más tiempo al cuidado de los hijos y su rendimiento laboral disminuirá. Las desventajas aumentan cuando tienen a su cargo menores de edad, y estiman que existen 481 mil 247 madres solteras ocupadas viven con un menor de 10 años y 771 mil 592 con un hijo menor de 18 años.
“Es probable que las mujeres trabajen desproporcionadamente en los sectores más afectados por el aislamiento y que la crisis incremente la brecha de empleo existente. Por tanto, es necesario observar los efectos en una perspectiva de género para que estas brechas no se sigan ampliando”, concluye el informe.
Tenerlas en cuenta
Ante la situación, Ángela Guarín recomienda que las entidades gubernamentales tengan en cuenta que la estructura de la familia en Colombia ha cambiado y que las políticas públicas deben adaptarse a estos cambios. Según el DANE en 1993 el hogar biparental representaba casi las dos terceras partes del total de hogares en Colombia y para el 2014 no llegaba a la tercera parte. Es decir, las familias monoparentales han aumentado en el país, y la mayoría de ellas tienen una jefatura femenina.
Teniendo en cuenta este fenómeno familiar en Colombia y las condiciones actuales de la crisis, Ángela afirma que los empleadores deben reconocer la carga adicional de las madres que son cabeza de familia en el hogar y buscar flexibilización en los horarios y responsabilidades.
Cultura
Ángela afirma que en muchos casos el rol de la madre, especialmente después del divorcio y la separación, se ha naturalizado. En la mayoría de los casos son ellas quienes se encargan del cuidado de los niños y del bienestar financiero del hogar. “Estamos aún en un proceso de negociar y balancear la distribución de roles entre las parejas después de la disolución de sus uniones, especialmente cuando hay hijos de por medio” afirma.
Enfatiza que la sociedad está acostumbrada a la sobrecarga de las labores de las madres, y aún más de las madres cabeza de familia. En muchos casos no se reconoce que esas cargas no deberían recaer de manera desproporcionada sobre ellas. Para Guarín el mayor reto es cultural. “Podemos cambiar las políticas, pero si no se cambian las percepciones desde la sociedad sobre el rol de las madres, el avance sería incompleto”.
En cifras
- Las mujeres aportan el 76% de las labores de trabajo de cuidado no remunerado en el país. Según el DANE estos son “actividades que se realizan y las relaciones que se entablan para satisfacer las necesidades materiales y emocionales de niños, niñas y adultos”. Aunque no son remunerados generan un costo en energía, tiempo y oportunidades
-“En Colombia una mujer recibe 88 pesos por cada 100 pesos que recibe un hombre por realizar el mismo trabajo, lo que implica que las mujeres ganan 12% menos que los hombres”, dice el informe Covid. Brechas de género en el mercado laboral, quienes estiman que, en los hogares biparentales, esta brecha hará que las mujeres dejen de trabajar y se dediquen al cuidado del hogar para cuidar de los niños en la pandemia.
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