Hace un mes, Fabián, un pequeño de tan solo ocho años, fue asesinado en la localidad de Bosa, al sur de la capital del país. La primera hipótesis que manejan las autoridades es que su padre tendría nexos con una organización criminal dedicada al microtráfico y que como ajuste de cuentas el pequeño fue asesinado.
El caso de Fabián, que cursaba tercero de primaria, hace parte de las cifras de homicidio que publicó esta semana el Instituto Nacional de Medicina Legal, las cuales revelan que entre enero y octubre de este año aumentaron los homicidios en el territorio nacional con relación al mismo periodo del 2016.
Carlos Valdés, director del órgano forense, aseguró que “entre enero y octubre del año pasado se registraron 8.622 homicidios, mientras que en el mismo periodo de este año se reportaron 8.754 casos, es decir, 132 homicidios más”.
Igualmente, reveló que el aumento en los homicidios se presentó con mayor fuerza en el género masculino que en el femenino. “Durante el año pasado teníamos una cifra de 7.891 registros, mientras que este año ascendimos a 7.996, es decir, 105 muertes más. Sobre las cifras en las mujeres en el mismo tiempo, aumentó en 27 reportes. El año pasado teníamos 731 homicidios, este año tenemos registrados 758 casos”.
Valdés también indicó que las regiones con las cifras más preocupantes son el Valle del Cauca con 966 casos, seguido por la Capital del país, con 931 reportes, Antioquia con 472 y por último, Atlántico con 294 registros.
No obstante, el director del instituto explicó que las cifras reveladas por el órgano forense cobijan los diferentes tipos de homicidios. “Hay homicidios que son de tipo culposo y doloso. Lo que se ha registrado en Colombia es una reducción del homicidio doloso, no así del homicidio culposo o accidental. En términos generales, lo que señala el Instituto es que el homicidio en todas sus variables ha aumentado”.
Al interior de los hogares
Pese a que se habla de una reducción en el homicidio doloso, el director explicó que “las entidades gubernamentales, entre ellas la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, no registran en sus bases de datos las muertes ocasionadas al interior de los hogares, ya que ellos no tienen gobierno dentro de ellos”.
Por lo mismo, Valdés aseguró que “las autoridades siempre tendrán un registro de reducción en la tasa de homicidios, porque ellos solamente contabilizan las muertes ocurridas en la calle y que son generadas por riñas u otros patrones”.
En ese sentido, uno de los indicadores que más preocupa al órgano forense es la cantidad de homicidios que se registran de niños entre los cero y los cuatro años de vida.
Según Valdés, “hay un registro de 66 menores muertos y los responsables de estos hechos en primer lugar es el padre y en segunda instancia, la madre del menor, generando con esta acción el delito de violencia intrafamiliar”.
Por otro lado, la cifra de asesinatos que contemplan menores entre los 10 y 17 años de edad llegó a 81 casos en el periodo enero-octubre. Sin embargo, Valdés aseguró que en la mayoría de estos casos los responsables de los homicidios son personas ajenas a su núcleo familiar.
“Los menores de 10 a 17 años vienen siendo usados en actividades ilícitas. El narcotráfico usa a los menores como mensajeros para distribuir las drogas, y en medio del ilícito los menores son asesinados o desaparecidos”, dijo el director.
Posibles causas de los homicidios
Para el experto en seguridad Hugo Acero, el aumento de los homicidios en el país obedece a que bandas criminales quieren apoderarse de los espacios donde delinquía el desmovilizado grupo de Las Farc.
De acuerdo con Acero, “los homicidios aumentaron porque al separarse Las Farc de estos lugares ingresó no solo el ELN sino bandas delincuenciales a pelearse el mercado criminal, lo que ocasiona muertes en dichos lugares”.
Otra causa del aumento, según el analista, obedece a la cantidad de riñas que se registran en el país. “La resolución de los conflictos entre ciudadanos de forma violenta no solo produce heridos sino también genera muertos”, indicó.
Según Acero, el aumento de estos hechos radica en que hace falta una política criminal que evite el acercamiento de las personas a actividades delictivas, entre ellas, el narcotráfico y el consumo de drogas. Además, esta iniciativa debe llevar también la supervisión de las autoridades en los entornos residenciales, con el fin de evitar las riñas.
“Hay que contar con una política criminal integral que tenga proyectos y programas juveniles de prevención de la violencia, que evite el acercamiento de los menores a bandas criminales, que tenga una justicia cercana al ciudadano, que genere espacios de diálogo para evitar las denominadas riñas, y por último que exista un control policial preventivo, que en dado caso de presentarse una situación que se deba lamentar, ellos actúen”, argumentó el analista.
A esta voz se unió la de Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, quien también responsabilizó del aumento de los homicidios a las bandas criminales que azotan el territorio nacional.
Para el analista, “los homicidios aumentaron en algunas zonas donde operaban Las Farc, salieron ellos y se generó una situación de competencia por la economía criminal. De los 242 municipios donde hacía presencia el grupo desmovilizado, en 113 aumentó la tasa de homicidios y esto corresponde a una dinámica del vacío de poder”, dijo Ávila.
El subdirector de la Fundación argumentó que para evitar estos crímenes deben existir dinámicas de seguridad diferentes en las zonas rurales y urbanas del país. “Debería haber una policía posfarc que es la que se debe concentrar en las zonas donde delinquía el extinto grupo. Asimismo, debe existir una policía urbana que integre la seguridad de las ciudades y de esta manera se pueda evitar el aumento en los homicidios”, aseveró Ávila.
Por otro lado, el presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, se unió a la preocupación del órgano forense frente al incremento de la violencia intrafamiliar y que consigo ha traído múltiples homicidios, no solo en menores de edad sino también en la etapa adulta.
González Posso afirmó que algunas de las causas que generan los homicidios en los hogares colombianos están ligadas al consumo de trago y sustancias psicoactivas, lo que desencadena los asesinatos en menores de edad y parejas sentimentales.
Contraria a la opinión de Acero y Ávila, el presidente de Indepaz considera que no es necesaria un política criminal, tan solo es una problemática social que padecen los municipios del país al no generarse oportunidades de escolaridad y empleo, por lo que los menores y personas en etapa adulta resultan involucrados en actos ilícitos que muchas veces les cuesta la vida.
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