AIME ORTEGA CARRASCAL
EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
La herida del secuestro, del cual fueron víctimas miles de personas durante el conflicto armado, sigue abierta en la sociedad colombiana que espera que el pedido de perdón de la antigua guerrilla de las Farc sea el punto de partida para la justicia y la reparación.
Ocho miembros del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) que hicieron parte del Secretariado, máximo órgano de decisión de la guerrilla, hicieron el lunes un mea culpa para "pedirle perdón público a todas nuestras víctimas de secuestro y a sus familias", declaración valorada por los colombianos, pero insuficiente para pasar la página.
"El secuestro sólo dejó una profunda herida en el alma de los afectados e hirió de muerte nuestra legitimidad y credibilidad", añade el mensaje de reconocimiento, esperado por el país desde que las Farc firmaron el acuerdo de paz, en noviembre del 2016.
La magnitud y gravedad de este crimen se puede constatar en el carácter prioritario que le dio la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) cuando el 4 de julio del 2018 abrió el primero de siete grandes procesos por el conflicto armado, el llamado "Caso 01", relacionado con "el secuestro de personas por parte de las Farc entre 1993 y 2012".
Unas 20.000 victimas
Según la JEP, en este proceso se investigan "más de 9.000 hechos ocurridos durante esos 19 años" y hasta el momento 2.107 víctimas han sido acreditadas, pero en la primera etapa de la investigación la "Sala de reconocimiento de verdad, de responsabilidad y de determinación de los hechos y conductas" del tribunal "ha encontrado que las víctimas pueden llegar a ser más de 20.000".
La cifra, aunque escalofriante no sorprende si se tiene en cuenta que la Fundación País Libre llegó a contabilizar 3.706 casos de secuestro en el año 2000, no solo cometidos por las Farc y otros grupos armados ilegales sino por la delincuencia común, que en muchos casos hizo tenebrosas alianzas con las guerrillas a las que "vendía" cautivos.
De esa industria criminal, con la que las Farc financiaban en parte su actividad, fueron víctimas civiles de todas las condiciones sociales así como políticos, policías y militares tomados cautivos a montones por la guerrilla al terminar los sangrientos asaltos a pueblos remotos del país.
"Es positivo que ahora ya reconozcan el secuestro", dijo el general retirado de la Policía Luis Herlindo Mendieta, quien cayó en manos de las Farc junto con 60 de sus hombres tras la toma de Mitú, capital Vaupés, en los primeros días de noviembre de 1998 y permaneció cautivo 12 años, hasta el 13 de junio del 2010, cuando fue rescatado en una operación militar.
La propia JEP llama al caso de los secuestros "Retención ilegal de personas por parte de las Farc" porque ese el término usado por la Fiscalía General en el informe presentado a ese tribunal, y por eso la satisfacción de Mendieta con el hecho de que los responsables hablen por fin de secuestro.
"Ellos siempre han hablado (...) de prisioneros de guerra, que ahora acepten el secuestro ya es un punto de avance, pero falta muchísimo más", dice el oficial retirado, quien también rechaza el uso de los términos "aprehensión" o "retención".
Verdad, justicia y reparación
El Gobierno también saludó el paso dado por líderes de la Farc en su declaración, en la que aseguran que tras hacer una "reflexión profunda" sobre el conflicto armado del cual fueron protagonistas por más de 50 años, quieren "decirles que el secuestro fue un gravísimo error del que no podemos sino arrepentirnos".
"Es importante que el partido FARC reconozca su responsabilidad en el grave flagelo del secuestro en Colombia. También lo es que ahora llamen las cosas por su nombre y no sigan hablando de retenciones", manifestó ayer el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos.
Tras el reconocimiento del secuestro y toda la tragedia que ello supuso y aún supone para miles de personas, la sociedad colombiana espera que los desmovilizados y la propia JEP avancen en lo que prevé el acuerdo de paz, que es la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
La declaración de la FARC está firmada por el presidente del partido y último jefe de la guerrilla, Rodrigo Londoño, y por otros antiguos mandos, algunos de ellos miembros del Congreso, como Julián Gallo, Pablo Catatumbo Torres, Jaime Alberto Parra, Pastor Lisandro Alape Lascarro, Milton de Jesús Toncel Redondo, Juan Emilio Cabrera y Rodrigo Granda.
"Los nuevos reconocimientos de los antiguos miembros de las Farc y su disponibilidad de brindar verdad, son el camino correcto. Y ejemplo para los demás protagonistas", expresó el exjefe negociador del Gobierno en los diálogos de paz en La Habana, Humberto de la Calle.
Colombia deberá pagar $23 mil millones
El Consejo de Estado condenó a la Nación a pagar 23.000 millones de pesos a los familiares de los 11 diputados del Valle del Cauca que fueron secuestrados en 2002 y asesinados cinco años después por la entonces guerrilla de las Farc.
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