COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Tras la salida de Jorge Armando Otálora, de la Defensoría del Pueblo, algunas de las dudas se posaron sobre los pendientes que dejó el hoy exfuncionario. Al margen del escándalo que le costó el puesto, las cuentas parecen favorecerle.
Colprensa consultó a expertos, quienes se refirieron a las deudas que deja Otálora y si, como muchos reclaman, que el nuevo jefe de la Defensoría sea una mujer.
Según el penalista y decano de la facultad de derecho de la Universidad Republicana, Iván Cancino, el paso de Otálora por la Defensoría arroja un buen balance. Se vio actividad y se sintió la presencia del rector de ese organismo cuya esencia es la protección de los derechos humanos.
Quizás el lunar que desde la óptica de Cancino se aprecia es la distancia que al parecer tenía con los defensores públicos. Las quejas acerca de que no los recibía personalmente o que las comisiones laborales no mejoraron, “y hay que mencionar el ruido que se causó con el concurso que se abrió. Quienes llegaron a esos cargos, al parecer no tenían la práctica suficiente. Aunque sí tenían buena formación académica”.
Para el profesor de derecho administrativo de la Universidad de la Sabana, Hernán Olano, un pendiente que debe recuperarse en la Defensoría es el respeto por los derechos humanos.
“Un fundamento de la Constitución es el respeto de la dignidad humana”, dijo Olano, para quien es claro que esa función debe aplicarse en esta entidad.
Otra de las críticas que el docente hace a la tarea de Otálora es la relación, no permanente, que sostuvo con las comunidades desplazadas y deportadas desde Venezuela hacia Cúcuta, si bien se cumplieron adecuadamente en su momento, con el paso del tiempo se fueron dejando de lado.
Otra de las deudas que deben atenderse es el relacionado con la insistencia para que muchas tutelas sean revisadas en la Corte Constitucional, lo mismo que ahondar en los derechos y la protección para el pueblo Rom (gitanos).
Para Manuel Quinche, catedrático del área constitucional de la Universidad de El Rosario, son pocos los pendientes que le quedan a Otálora, pues en lo que respecta a la defensa de los derechos de las minorías y promotor y defensor de los derechos humanos, el hoy exdefensor hizo las cosas bien.
La medida con base en la cual Quinche sustenta su afirmación es precisamente lo que venía sucediendo antes de Otálora, tras los dos periodos consecutivos de su antecesor Wólmar Pérez. “Allí hubo un señor que cumplió mínimamente su trabajo, todo lo contrario sucedió en el caso de Otálora, quien se hizo visible en crisis como el de la frontera con Venezuela, lo mismo que en temas de desplazamiento, y acompañó la reforma institucional de la Defensoría, logrando que ese ente quedara como autónomo, y no dependiera de la Procuraduría”.
¿Mujer u hombre?
Si se quiere hablar de igualdad total, no podemos discriminar al revés, y proponer ternas de tres mujeres. Hay mujeres con muy buena hoja de vida, pero creo que de lo que se trata es que quién escoge, antes que fijarse en el sexo de la persona, debe analizar los conocimientos y las capacidades, consideró Cancino, al considerar que seguro hay muchas mujeres preparadas para ese cargo.
Sobre este tema, Hernán Olano considera que las reclamaciones acerca de que debe ser una mujer quien llegue a la cabeza de la Defensoría, no necesariamente debe ser una regla, pero consideró que ese criterio en primera instancia queda en cabeza del Presidente de la República.
Para Quinche el debate sobre el sexo de quien vaya a ocupar el cargo del Defensor del Pueblo es lo menos relevante, inclusive abre la puerta para que no se discrimine a un homosexual, pues lo que se debe analizar son las capacidades.
“No debe ser ni hombre ni mujer, podría quizás nombrarse a un homosexual. Debe ser es antes que nada, un buen funcionario”, dijo.
Este debate, criticó, es el que se da cada vez que un cargo queda libre. Ante esto la petición fue que quien llegue a un alto cargo lo sea por una persona pluralista y que cuyo horizonte sea la defensa de los derechos humanos.
El procurador, Alejandro Ordóñez, suspendió a Jorge Armando Otálora por tres meses, sin derecho a remuneración, a pesar de la renuncia, y que es de carácter inmediata, por lo que el vicedefensor del Pueblo, Alberto Cajiao deberá asumir de manera inmediata el cargo.
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