Colprensa|LA PATRIA
Durante la VII Cumbre de las Américas, realizada en Panamá el 10 y 11 de abril pasado, los mandatarios de varios países del continente expresaron su apoyo al proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Farc que se está llevando a cabo en La Habana (Cuba).
De acuerdo con el exconsejero Presidencial de Paz y actual profesor de la Universidad del Rosario, Carlos Eduardo Jaramillo, “este apoyo internacional de los países de la región no traerá sino cosas buenas para la paz de Colombia”.
Según él, “con este apoyo las Farc entienden que no están solos y que si llegan a desmovilizarse hay una mayor garantía de seguridad que reduciría el riesgo contra sus vidas, ya que la vigilancia internacional puede prevenir que se presenten retaliaciones en contra de ellos, una vez dejen las armas”.
A pesar de que en único país de América que aportaría algunos recursos económicos para la construcción de paz serían los Estados Unidos, el profesor Jaramillo afirmó que “el apoyo de los países más cercanos en Suramérica implica que se van a apoyar iniciativas como la sustitución paulatina de cultivos ilícitos que vienen con el acuerdo de paz”.
Para él, “esto también garantiza que los potenciales desmovilizados de las Farc, que no vuelvan a delinquir no serían perseguidos en otros países, en caso de que quieran desplazarse al rededor del continente”.
Sin embargo, Jaramillo señala que “esto también es una advertencia en el sentido de que si hay un rompimiento del proceso de paz, los países que hoy apoyan el proceso rechazarían cualquier acto que genere ese rompimiento”.
Por su parte, el director del Instituto para el Desarrollo y la Paz – Indepaz, Camilo González Posso, afirmó que “este apoyo ayuda a consolidar las negociaciones que se están dando en La Habana”.
Para él, “el hecho más notorio es la integración del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pues eso tiene grandes implicaciones en todos los sectores de la sociedad”.
Además de eso, según González Posso, “el apoyo de todos los países de Unasur y de los vecinos, genera un buen ambiente, soluciona problemas de fronteras y da un gran mensaje sobre la solidez del proceso que estamos desarrollando en Colombia”.
En cuanto a la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, el director del Indepaz afirmó que “es muy bueno también para el proceso de paz porque esto quiere decir que hasta los problemas más antiguos y graves se pueden resolver por la vía del diálogo y por la vía diplomática, mejor que por la vía del embargo o la acción militar”.
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