EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
El general en retiro Mauricio Santoyo, que fue jefe de seguridad de la Presidencia durante el mandato de Álvaro Uribe (2002-2010), llegó a Bogotá ayer deportado de Estados Unidos, donde cumplió una condena de poco más de seis años por narcotráfico.
Santoyo, que fue general de la Policía, llegó en un vuelo junto a 100 deportados más de EE.UU., entre los que estaba el abogado Leonardo Pinilla Gómez, acusado de negociar un soborno con el exgobernador del departamento de Córdoba Alejandro Lyons para favorecerlo en un proceso judicial.
Ambos quedaron a disposición del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI). Santoyo tiene una orden de captura por los delitos de "concierto para delinquir agravado y desaparición forzada agravada".
Según la Fiscalía, Santoyo "deberá permanecer recluido en un centro carcelario mientras avanzan las investigaciones en su contra" por las desapariciones de Claudia Patricia Monsalve Pulgarín y Ángel José Quintero Mesa, quienes eran integrantes de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (Asfaddes) cuando el hoy general retirado era director del Gaula Rural de la Policía.
El Gaula es una unidad especial que se ocupa de la lucha contra el secuestro y la extorsión.
"Las víctimas en este caso (...) fueron reportadas como desaparecidas el 6 de octubre de 2000, en un sitio público conocido como La Playa, en el centro de Medellín (Antioquia). Exintegrantes de grupos de autodefensa se atribuyeron estos hechos y revelaron que habrían actuado en complicidad con integrantes del entonces Gaula Rural de la Policía", añadió la información.
Santoyo admitió en 2012 "haber cometido errores" de los que se arrepentía y se declaró culpable de haber colaborado con actividades de narcotráfico así como de haber apoyado a las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), desmovilizadas en 2006 tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Uribe.
Durante el proceso, Santoyo admitió haber aceptado sobornos de miembros de las AUC a cambio de información y otros tipos de asistencia, que permitieron a esta organización armada participar en actos terroristas y en el tráfico de estupefacientes.
Además, el general retirado reconoció haber informado a los miembros de las AUC de las detenciones previstas por los cuerpos de seguridad, incluyendo las operaciones de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en inglés), así como de la realización de escuchas telefónicas no autorizadas, entre otras actividades.
Entre tanto, Pinilla, alias Porcino quien fue puesto a disposición de la Policía por "el delito de concusión", había sido extraditado a EE.UU. el año pasado y tenía que comparecer ante un tribunal del Distrito Sur de la Florida por concierto para delinquir, fraude y lavado de dinero.
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