Libertad inmediata para presunto hacker Sepúlveda

Un juez de conocimiento revocó la medida de aseguramiento preventiva con la que fue cobijada el presunto hacker Andrés Fernando Sepúlveda, por considerar que no se cumplieron los requisitos en su captura.

La funcionaria judicial consideró que Sepúlveda deberá permanecer en libertad mientras avanza el proceso en su contra, abierto para determinar si interceptó de manera ilegal los correos de miembros del Gobierno Nacional y de representantes de la guerrilla en la mesa de negociaciones de paz en La Habana (Cuba). Seguirá vinculado al proceso.

La juez criticó la captura de Sepúlveda y el hecho de que una fuente no identificada haya informado a la Fiscalía sobre los presuntos delitos que se estaban cometiendo. Además, se preguntó si el ente acusador sí habría realizado las verificaciones necesarias: "No logró completar el universo jurídico para atribuir a Andrés Sepúlveda la naturaleza de los mismos (delitos) en esta instancia procesal".

Para la juez, en el proceso de captura se violó el debido proceso, pues, según su relato, no se había emitido orden de captura y fue aprehendido cuando se realizó uno de los allanamientos en los que donde manifestó colaborar con la justicia, "acto seguido fue capturado (...) para fines de ser escuchado en interrogatorio, su captura se produjo después de ser escuchado".

Durante la diligencia la juez recordó los argumentos de la Fiscalía cuando solicitó a un juez de garantías la medida de aseguramiento en su contra. "Por una suma de $8 millones de pesos el señor Sepúlveda compró unas bases de datos que contienen información relacionada con desmovilizados de grupos al margen de la ley. Compra realizada con un contacto que trabaja en el COA (Comando de Operaciones Aéreas, dependencia adscrita al Ministerio de Defensa)".

A Sepúlveda la Fiscalía le imputó los delitos de violación ilícita de comunicaciones, uso de software malicioso, interceptación de datos informáticos y espionaje.

Actualmente el presunto hacker se encuentra recluido en los calabozos del búnker de la Fiscalía General.