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El artista Alfonso Ospina realizaba ayer un cuadro de la Madre Laura en Jericó (Antioquia), pueblo natal de la santa.
COLPRENSA | LA PATRIA | CARTAGENA
Alegría inmensa. Esas son las palabras que les salen del corazón a las integrantes del movimiento Laurista cuando se les pregunta qué sienten ante el hecho histórico de la canonización de la madre Laura Montoya Upegui, la primera santa colombiana.
Tanto las religiosas del movimiento Misioneras Lauristas como el de Seglares solo atinan a decir que no caben de la dicha ante la canonización de la religiosa, que se dará mañana en la plaza de San Pedro, de Roma, en una ceremonia que presidirá el papa Francisco desde las 3:00 de la mañana, hora colombiana.
La hermana Leticia Galeano, coordinadora de la Comunidad Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena –Misioneras lauristas- con sede en el municipio de Campo de la Cruz (Atlántico) dijo que el sentimiento es una alegría tan grande que no le cabe en su ser.
“Ser laurista es un reto y compromiso demasiado grandes porque no es fácil seguir los pasos y enseñanzas de la Madre Laura, contempladas en los 23 libros que nos dejó”, expresó.
Contó que la hermana Estefanía Martínez, quien conoció y convivió con la nueva santa de la Iglesia Católica, define a la Madre Laura como una mujer arremetida, entregada a Dios, que nada le impedía continuar la obra que había soñado. Nunca desfalleció por cumplirle a Dios, a pesar de todos los obstáculos que encontró en la vida. “Ella siempre decía: ‘Si esta obra no es de Dios, yo misma ayudo a acabarla’”.
La hermana Leticia dice que la mayor enseñanza que le dejó la Madre Laura es la entrega total a Dios, representada en el trabajo en cuerpo y alma por los más débiles y desvalidos, como los indígenas, a los que se consideraba animales, por no tener alma.
“Ella se esforzó por reivindicar el derecho de los indígenas, por demostrar que eran seres humanos que pensaban”.
"¿Qué me gustaría imitar? Pues el amor entrañable a Dios y sus esfuerzos para que los demás también lo amaran. Saber que si se tiene a Dios en el corazón, se vencen todas las dificultades”, dice.
Las Misioneras lauristas están en Campo de la Cruz hace 53 años. En Cartagena estuvieron hasta hace cuatro años, cuando dejaron su obra en el Colegio Madre Laura.
"En este momento seguimos arreglando la casa", expresó ayer entre alegre y preocupada la Hermana Surama Ortiz, quien tiene a su cargo el manejo de comunicaciones en el Convento de las Lauritas, en Belencito (Medellín).
Y es que han sido muchas las entrevistas que ha debido atender mientras en la sede del santuario de la Madre Laura ultiman los detalles de la restauración del parque que da acceso a la Iglesia, y sobre todo, del altar donde reposan sus reliquias.
Los trabajos, que debieron concluir a mediados de esta semana, están casi a punto. Sin embargo, solo se presentarán hoy, antes de iniciar la vigilia.
"A la escultura que está en la parte exterior se le recuperó el color de bronce, pero sigue tapada por el polvo que aún se levanta del pulimento de las lajas de piedra", explicó la Hermana Surama. Igual ocurre con el jardín, que no se concluirá hasta que no terminen con el polvo.
Dentro del templo la obra sigue tapada para el público. "Realmente no fue mucho lo que se hizo", expresó el arquitecto constructor Andrés Abad. Agregó que lo más notorio, para quienes lo conocían, es el retiro del vitral de colores. "Pusimos un pedestal de mármol Villa de Leyva -café oscuro con vetas claras y negras-, sobre el cual se colocará la escultura de la Madre Laura ". agregó que el trabajo es muy austero, como corresponde.
El embajador de Colombia en el Vaticano, el caldense Germán Cardona Gutiérrez, le informó a LA PATRIA que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, llegará hoy a Roma para participar este domingo en la ceremonia de canonización de la madre Laura, la primera santa colombiana, cuyo proceso comenzó hace cerca de 50 años.
Vía telefónica le contó a este diario que desde que el papa emérito Benedicto XVI anunció el acontecimiento, el equipo diplomático de Colombia en la Santa Sede hizo contacto con la representante de las Lauritas en Roma y se puso a sus órdenes para apoyarla en los preparativos de la ceremonia.
Según Cardona, para Santos este evento tiene un significado especial, debido a que su tío Eduardo Santos, cuando era presidente de Colombia, fue quien le impuso la Cruz de Boyacá a la madre Laura, en 1939. "Para él y su familia tiene mucho sentido y mucho valor esta canonización, y de hecho por eso el presidente Santos le va a imponer aquí, en otra ceremonia, la Cruz de Boyacá a la congregación de las hermanas Lauritas".
Santos, quien llegará hoy en la tarde a Roma, también tendrá el lunes una audiencia privada con el papa Francisco, y asistirá a una misa de acción de gracias en compañía del cardenal colombiano Rubén Salazar, entre otros.
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