El llamado ‘cartel de falsos testigos’, que ha sorprendido al país en los últimos meses, parece ser más grande de lo que se ha pensado. Tanto que ya hay más de tres mil investigaciones por hechos de este tipo, según lo reporta la propia Fiscalía.
A tal punto ha llegado la problemática que el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, creó un grupo de investigación especial para adelantar casos que inquietan a la opinión pública o en los que las víctimas son personalidades de la vida pública nacional, como representantes a la Cámara, senadores y gobernadores. Según la entidad, contra ese tipo de funcionarios se ha focalizado más el engaño con testigos falsos.
Mientras la mayoría de casos son llevados en las distintas regiones en donde tiene oficinas el ente investigador, el grupo especial tiene 45 procesos abiertos y 50 más en análisis; sólo conoce de los casos que ordena el propio Montealegre y está liderado por seis fiscales del más alto nivel. Ellos, por ejemplo, se encargan de adelantar investigaciones como la que se abrió en contra de los testigos del caso Colmenares, o la que hay por acusaciones contra el hoy vicepresidente Angelino Garzón, cuando era Gobernador del Valle, o la que existe en contra de personas que declararon en el proceso del exdiputado Sigifredo López.
¿ORGANIZACIÓN CRIMINAL?
Según una de las funcionarias del grupo de investigación contra falsos testigos, que prefiere que su nombre no sea revelado (por seguridad), la labor está no solo orientada a seguir a quienes mienten, sino a investigar quién está detrás de esas personas que buscan engañar la justicia y si es verdad que existe un grupo criminal que tiene el dominio de dichas acciones.
“Creemos que el tema se volvió público a raíz de los casos recientes, pero que es una problemática que viene de tiempo atrás. Los testigos falsos siempre se han visto y por el sistema acusatorio actual es que se les ha dado más importancia. Cosa que no se hacía en el sistema anterior”, aseguró.
Según la representante de la Fiscalía, es complejo saber qué hay detrás de esas calumnias que han llevado a que inocentes sean procesados: “A la par que tenemos estas investigaciones especificas, estamos revisando el contexto de los falsos testigos a nivel nacional y haciendo un análisis criminal en diferentes regiones; viendo también el tema de desmovilizados, guerrilleros y personas con algunas características que nos permiten individualizar casos, para establecer la posible existencia de un grupo, mal llamado, ‘cartel de falsos testigos’ ”.
EL INICIO DE LA INVESTIGACIÓN
La Fiscalía ha separado las investigaciones en dos tipos: las que iniciaron por compulsa de copias, ya sea de la Corte Suprema de Justicia o de jueces de la República, y las que empezaron cuando la autoridad que está a cargo de una investigación judicial ha considerado dentro del desarrollo del proceso que a una persona no se le debe creer, por las condiciones en que se está dando el testimonio.
“Primero hacemos la valoración de las versiones que bajo la gravedad de juramento ha entregado. Se hace un análisis si hay contradicciones entre lo que dice. Se trata de hacer una valoración frente a lo que afirma y lo que realmente pudo haber sucedido, para ello se hacen constataciones frente a otras personas u otros medios de prueba”, explicó la funcionaria.
La delegada del ente investigador cuenta que han logrado detectar que desmovilizados de los grupos armados son los más investigados por falso testimonio; entre ellos, se ubican los paramilitares en el primer lugar: “Los desmovilizados buscan con esos falsos testimonios conseguir rebajas de pena y otros beneficios al interior de sus procesos y por eso les parece fácil ir a inculpar a otro”.
Del mismo modo señaló que el gran reto es lograr hacer investigaciones más cuidadosas y con mayor tacto: “Hay que evaluar con mucho más cuidado esa clase de personas que están hablando para inculpar a otros. Los testimonios falsos se ven a todo nivel, en todo tipo de procesos y se observa que es un problema de tiempo atrás”.
A esto se le suma, según el ente investigador, la necesidad de desarrollar más la manera en que se valoran las pruebas testimoniales.
“En el sistema acusatorio básicamente falta un desarrollo investigativo adicional y la prueba fuerte que tiene el fiscal es el testimonio. El deber que tenemos como fiscales es corroborar que la información que nos dan los testigos sea cierta. La importancia se mide para ir al juicio y solo hasta ese momento es que se va presentar la teoría del caso”, agregó la representante de la Fiscalía.
Pero la complejidad del proceso que debe darse para corroborar dichos testimonios es alta y, según la fiscal, los obstáculos son diversos: “No siempre es fácil corroborarlo, porque hay cosas que han pasado hace mucho tiempo. Hay circunstancias en las que el testigo habla de que en el lugar, además de él, hubo tres o cuatro personas de las autodefensas, pero cuando se va a verificar, todos están muertos”.
La utilización de falsos testigos no es un mal exclusivo de Colombia. En otras naciones también se presenta, solo que las penas son distintas, por la normatividad jurídica. El delito está tipificado en diferentes países, aunque en el país la pena es más baja que el promedio, partiendo de cinco años.
A quien las autoridades le comprueban que ha mentido y señalado a otro como culpable cuando no lo es, se enfrenta a una imputación por dos delitos: falso testimonio, por lo que se dice en la declaración jurada, y fraude procesal, porque esos testimonios indujeron a cometer un error al juez que debe tomar una decisión.
SIGIFREDO LÓPEZ Y SU FUNDACIÓN
En medio de uno de los más sonados casos del llamado ‘carrusel de falsos testigos’, nació la fundación ‘Defensa de Inocentes’, entidad creada por Sigifredo López, luego de ser capturado por falsas declaraciones de personas que lo vincularon con el secuestro de sus compañeros en la Asamblea del Valle.
López aseguró que él y su equipo han recibido al menos 200 casos en los que personas les aseguran ser víctimas de señalamientos alejados de la verdad.
“Solo atendemos casos en los que estemos seguros y que sea evidente la inocencia de la persona (…) Luego vemos los antecedentes de ese testigo falso y sus actuaciones ante la justicia, además de buscar por qué delitos está sindicado. Finalmente Se coteja lo dicho por el testigo con las demás pruebas que hay en el proceso, para ver dónde está mintiendo”, explicó López, al hablar del trabajo que hace esa entidad.
Entre los casos que adelanta la fundación están en el de la excongresista Yidis Medina, sentenciada por secuestro; el de Guillermo Gaviria (papá del actual alcalde de Medellín), el del ex alcalde de Villavicencio Germán Chaparro, condenado por homicidio, entre otros.
Para el abogado Alfredo Montenegro, defensor del exdiputado y quien logró desvirtuar la validez de lo dicho por los testigos que lo incriminaban, es claro que las personas mienten para conseguir beneficios jurídicos y que la Fiscalía está siendo engañada constantemente.
“Los testigos falsos son una epidemia que se está apoderando de la Fiscalía y está dejando a gente inocente detenida. El Fiscal General ha puesto el dedo sobre la llaga, pero hace falta mucha más contundencia, porque el problema de los falsos testigos no es solamente que existan, sino que hay un grupo de policía judicial, lógicamente no todos, que acompañan a estos testigos a sabiendas que faltan a la verdad”, aseguró.
Para el abogado Montenegro, otro de los factores graves es que los propios fiscales “sabiendo de la presencia de testigos falsos, les dan crédito, lo que genera un grave problema de corrupción”.
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