
COLPRENSA | LA PATRIA | Cali
Un llamado de atención a las autoridades colombianas, ante la difícil situación de las comunidades indígenas en el conflicto armado, fue hecho por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha).
Según el organismo, entre enero y mayo de este año cerca de 4 mil 500 indígenas han tenido que salir de sus casas por amenazas y enfrentamientos entre la Fuerza Pública y grupos al margen de la ley.
Para la Ocha, "la mayor afectación de las comunidades indígenas responde a la ubicación estratégica de sus territorios, donde los actores armados no estatales tienen presencia para proteger zonas de cultivos ilícitos o rutas estratégicas para el tráfico de drogas o armas".
La situación, dice el organismo, es más grave si se tiene en cuenta que las comunidades afectadas por estos desplazamientos (Awá, Embera, Eperara Siapidara, Nasa y Nukak) hacen parte de los 35 pueblos en riesgo de extinción, según lo reconoció la misma Corte Constitucional hace cuatro años.
Entre los casos que la Ocha reseña está el desplazamiento del pueblo Emberá-Dobida, ubicada en el Alto Baudó, en el Chocó.
Retenidos
Cerca de 2 mil personas de esta comunidad tuvieron que abandonar su territorio en mayo pasado, pues algunos miembros fueron retenidos por "actores armados no estatales" y la posibilidad de un enfrentamiento de ese grupo armado con la Fuerza Pública estaba en el aire.
Los indígenas Emberá-Dobida se refugiaron en comunidades cercanas, donde están en "condiciones de hacinamiento y con acceso limitado a alimentos y agua segura".
Además, cerca de 4 mil indígenas se encuentran con limitaciones a su movilidad o en confinamiento por el accionar de los grupos armados, como la instalación de minas antipersona, las restricciones en algunas vías o los enfrentamientos con las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con cifras de la Ocha, en el 2013 esta situación afectó a 10 mil personas, algunas de las cuales continúan con restricciones en su movilidad.
Además, en el 2014, esta oficina de la ONU ha reportado el confinamiento de 2 mil 700 indígenas de los pueblos Emberá-Wounaan, del Chocó, y Zenú, de Antioquia.
Más datos
*La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha) también llama la atención porque, según los datos de su monitor humanitario, el 25% de las víctimas de ataques armados fueron indígenas, así como el 5% de las personas amenazadas por grupos ilegales.
*Entre estas amenazas resaltan las hechas a líderes de Caloto y Puracé, en el Cauca, ocurridas en mayo pasado, al parecer, por su oposición a la explotación minera en la región.
*El organismo explica que sus cifras difieren de las entregadas por la Unidad Nacional de Víctimas sobre los pueblos indígenas, ya que de acuerdo con esta entidad gubernamental, en el 2013 el 1% de la población víctima del desplazamiento forzado fue indígena, mientras que para la Ocha fue cerca del 30%.
*Estas diferencias, dice la Ocha, se dan por "las características del desplazamiento de estas comunidades, que en muchos casos son afectadas de manera recurrente, lo que puede llevar a que una persona incluida en el registro oficial haya sido víctima de varios desplazamientos".
*Igualmente, influye el difícil acceso a sus territorios y que algunas comunidades son víctimas por periodos cortos, cuando hay enfrentamientos, por lo que no alcanzan a ser reportados ante las autoridades.
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