MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

A 11 meses de terminar el mandato del presidente, Iván Duque Márquez, su esposa, María Juliana Ruiz Sandoval, sostiene que algo valioso de su ejercicio como primera gestora social de la Nación es haber concentrado el trabajo desde la gestión social para conectar los territorios.

"Desde que asumí el rol tuve el deseo de integrar, de lograr una conversación positiva para aportarles a las comunidades". Ella estuvo en Manizales el pasado jueves, en la Cumbre Departamental de Primeras Gestoras Sociales de Caldas.

En entrevista con LA PATRIA destacó el programa Lunna (Líderes Unidos por los Niños, Niñas y Adolescentes de Colombia), una red de gestión social que les ha permitido trabajar con los 32 departamentos y las gestoras y gestores sociales municipales para favorecer el desarrollo del capital humano. "Gracias al apoyo de la Federación Nacional de Departamentos logramos el año pasado constituir a Lunna en una verdadera organización que es sinónimo de empatía y de solidaridad".

Alianzas en los territorios

- Tras su experiencia, ¿considera que el de las primeras gestoras es un rol que debe continuar o se debería reformular?

Lunna también ha permitido el reconocimiento a la labor; no solo conectarnos, sino entender cuáles son las realidades regionales, reconocer las mejores prácticas, hacer más efectiva la convocatoria y la vocería que se tiene. Al rol de primera gestora se llega sin votación, sin una elección, y se ejerce por corazón, por deseo de aportar a la sociedad. Hemos logrado también con Lunna cosas tan valiosas como combatir la inseguridad alimentaria en Colombia. Trabajar unidos los gestores sociales y tener causas comunes fue lo que en medio de la pandemia nos permitió llegar con mercados a todo el territorio nacional, gracias a la solidaridad de todos los colombianos. Vale la pena darle continuidad y largo aliento a este trabajo, no deja sino cosas positivas.

- Ha hecho énfasis en la nutrición de la infancia bajo el lema en cuerpo y alma, ¿en qué consiste y qué han logrado?

Es una visión muy personal que me sirvió para enfocar el trabajo en la primera infancia, la niñez y la adolescencia. La nutrición, más que como sentido estricto del alimento, tiene el sentido de enriquecer y de engrandecer. Esa visión un poco holística la pude materializar gracias a la Gran Alianza por la Nutrición que nos ha permitido fortalecer, movilizar, articular y promover proyectos y programas en los territorios para que niños, adolescentes, madres gestantes y lactantes adquieran los micronutrientes necesarios para el adecuado desarrollo de su capacidad cognitiva y física. Eso ha sido la nutrición del cuerpo, con un objetivo claro: combatir los indicadores de muerte por desnutrición en el país. Con la nutrición del alma, que también he tenido la fortuna de acoger con el coliderazgo de la Consejería para la Niñez y la Adolescencia y el ICBF, es la Gran Alianza Contra la Violencia hacia niños y adolescentes. Tengo la convicción de cero tolerancia frente a cualquier tipo de abuso, violencia o maltrato. Es tiempo de acabar con los ciclos de violencia, y qué mejor forma que rodeando de amor, cariño y respeto a nuestros niños y adolescentes, lo que redunda en un capital humano ideal para el futuro.

Otros frentes

- El Gobierno firmó el Pacto con las Juventudes, ¿cómo va este programa que se fortaleció tras los paros nacionales?

Quise hacer también énfasis en la juventud del país porque desde el despacho se veía claramente que era un grupo poblacional frente al cual ya no había una oferta tan visible y coherente, como en primera infancia. Empezamos a trabajar teniendo en cuenta el potencial de los territorios, y era justamente acercar las oportunidades a los talentos, las habilidades y las capacidades de los jóvenes; compartiendo conocimientos, aprovechando su creatividad, su ímpetu, su poder innovador para resolver causas de sus comunidades que terminan siendo los grandes problemas del desarrollo. Me he encontrado con causas como unos adolescentes entre 12 y 14 años del Eje Cafetero que han resuelto, gracias a su determinación, cosas increíbles. Crearon unos drones con botellas plásticas para generar procesos de irrigación de la montaña para la siembra del café.

- Aumentan en el país los índices de violencia intrafamiliar y de género, más con la pandemia, ¿qué está haciendo su despacho para mitigar estas situaciones que son causa de muertes?

Desafortunadamente la pandemia acentuó y quizás hizo otra cosa que en medio de todo considero puede ser una oportunidad, y es que hizo visible el contexto tan duro de violencia intrafamiliar. Colombia tiene indicadores que no son ajenos a los del resto del mundo, y es que casi el 70% de los casos de violencia a menores suceden dentro de las familias, particularmente por abuso sexual. Es una oportunidad que se nos ha dado de ver de frente, con dolor sí, pero de entender más lo que estamos viviendo y emprender acciones desde una perspectiva multisectorial, involucrando las familias, la academia, los entes territoriales y el Estado. Incluso Manizales y Caldas son abanderados del programa Crianza Más Juego en el que hemos logrado tener activos a los actores para capitalizar el trabajo de entornos seguros y protectores para los niños y romper los ciclos de violencia.

Aconseja

¿Qué le recomienda al próximo o próxima primera gestora social de Colombia, teniendo en cuenta que el actual gobierno ha sido bastante criticado?

Cuando hay un deseo genuino de servir, cuando se obra con honestidad y bajo la fe, es posible recibir la fortaleza para dejar a un lado las críticas, los ataques que en su mayoría son infundados o malintencionados; para concentrarse en lo que realmente vale la pena: servir con la certeza de estar sembrando acciones positivas en todos los rincones del país para nuestros ciudadanos. Esto con la seguridad absoluta de que si logramos impactar positivamente una sola vida, si logramos que un solo niño no sea víctima de violencia, si logramos que un solo niño no se muera de hambre, habremos hecho lo suficiente para decir que ha valido la pena.