COLPRENSA | LA PATRIA | MEDELLÍN
Hanyer Mosquera, defensa de las Águilas de Rionegro, fue detenido el domingo a la 1:40 de la tarde, luego de que la Policía de Rionegro lo sorprendiera pegándole a su mujer Hindira Herazo.
Según Herazo, su esposo no jugó en el partido que disputaban las Águilas de Rionegro contra Santa Fe debido a una supuesta indisciplina ya que, al parecer, lo sorprendieron ingiriendo alcohol luego del encuentro con Patriotas. Por tal motivo, el jugador había salido a la calle con unos amigos desde la noche del sábado y regresó al apartamento el domingo en la mañana.
Giovanni Buitrago, coronel y comandante encargado de la Policía Antioquia, explicó ayer que los uniformados del cuadrante fueron los que procedieron a la captura del futbolista al presenciar la discusión entre Mosquera y Herazo donde él termina agrediéndola físicamente.
“Estaba en aparente estado de embriaguez. Y parece que ya había tenido algunos llamados de atención dentro del mismo equipo de fútbol por algunos actos de indisciplina”, agregó el coronel.
“Él llegó a la casa a las 9:00 de la mañana, iba a estar en el apartamento de un compañero, quien también vive en el edificio. Yo mientras tanto estuve organizando las cosas acá porque iba a llegar una visita. Y cuando al mediodía subí a buscarlo, porque necesitaba comprar unas cosas para la comida, me pegó”, explicó la cartagenera Herazo, quien es graduada en administración de empresas.
- Ven, ¿Me haces el favor?, dame que voy a comprar para la gaseosa que viene la visita- dijo Herazo, quien le había pedido a Mosquera que saliera del apartamento para hablar los dos a solas.
- ¿Usted qué hace aquí?, lárguese- respondió Mosquera
En el relato, Herazo aseguró que, luego de esa conversación, Mosquera supuestamente “enloqueció”.
“Empezó a jalarme del cabello, a arrastrarme por todo el piso, y yo empecé a gritar, a pedir auxilio, pero la gente no sabía en qué piso era, ni qué pasaba. Las dos personas, una chica y un chico, que estaban allí en el apartamento con él no salieron a auxiliarme”, explicó Herazo, quien es madre, desde hace 30 días, de una niña de ambos. Y agregó, “Yo seguí gritando, seguí gritando. Él siguió pegándome, dándome puños en la cara, en la cabeza, me pegó mucho en la cabeza. Me jalaba del pelo, me daba patadas. Como pude yo alcancé a llegar al ascensor”.
Ambos no están casados, pero viven en unión libre en un apartamento en Rionegro desde julio del 2015. Contra Mosquera pesa ahora una acusación por el delito de violencia intrafamiliar.
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