AGENCIAS | LA PATRIA
"¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?", es la pregunta que se formulará el próximo 2 de octubre a los 33,8 millones de colombianos habilitados para votar en el plebiscito del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc alcanzado en La Habana.
"Hoy damos un paso más hacia la paz. Gracias al Congreso de la República que por abrumadora mayoría y en tiempo récord avaló la convocatoria del plebiscito, que es ahora una realidad", dijo ayer el mandatario.
Santos firmó ayer el decreto para convocar el plebiscito luego de que el lunes el Senado aprobara la citación al mecanismo de consulta por 71 votos a favor y 21 en contra, y la Cámara de Representantes lo hiciera con 127 sufragios positivos y 15 negativos.
El aval del Legislativo, que se produjo luego de solo tres horas de debates, tuvo lugar el mismo día en el que entró en vigencia el alto al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo ordenado por Santos y el máximo comandante de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko.
Precisamente durante la firma del decreto, que rubricaron también los ministros del Gabinete, el jefe de Estado recordó que la votación de octubre se dará sin confrontación armada con las Farc, algo inédito en el país en décadas.
En los dos primeros días del cese de las hostilidades, no se registraron incidentes entre las partes, según un balance del comandante del Ejército, general Alberto Mejía Ferrero.
"Están dadas todas las condiciones para que los colombianos se pronuncien libremente", manifestó el presidente, quien agregó que el Gobierno espera que los ciudadanos "le den un 'sí' a este acuerdo para enterrar definitivamente medio siglo de guerra y comenzar la era de la paz".
Al explicar el objetivo de la única pregunta que se formulará en el plebiscito, que calificó de "clara y sencilla", Santos precisó que con ella se busca saber si "el pueblo aprueba o no exactamente las palabras que aparecen en el título de los acuerdos".
Santos aclaró que "no es una pregunta sobre si los colombianos quieren o no la paz sino sobre si apoyan o no el acuerdo final".
En el plebiscito, cuya realización fue permitida el pasado 18 de julio por la Corte Constitucional, la opción del sí debe obtener al menos el 13% del censo electoral, lo que significa que necesitará como mínimo 4 millones 396 mil 626 votos para ser aprobado.
Si el acuerdo de paz es refrendado en las urnas llegará al Congreso de la República un paquete legislativo que se tramitará por medio de un procedimiento especial que permitirá la aplicación de lo acordado en La Habana.
"¡Más legitimidad imposible! ¡Ahora solo falta el voto del pueblo colombiano! Está en sus manos, las manos del pueblo, decirle 'sí' a este acuerdo que va a cambiar la historia del país", concluyó ayer el presidente.
Antes del plebiscito, en una fecha por definir entre el 20 y 26 de septiembre, deberá realizarse la firma protocolaria del texto acordado por las partes en Cuba.
Por ahora toma fuerza la idea de que la firma solemne puede hacerse en Nueva York, en el marco del 71 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU en donde Colombia tendrá la palabra el día 21.
La fecha de la firma es un asunto crucial pues 24 horas después comenzará a contar el plazo de 180 días para la dejación de armas y la desmovilización de las Farc bajo la supervisión de una comisión internacional liderada por la ONU.
Controversia
Muchos estaban a la expectativa por cuál sería la pregunta, y ya anunciada, ha generado críticas de la oposición, porque según ellos incluye la palabra paz y puede confundir a los ciudadanos.
Para el excandidato presidencial del uribismo Óscar Iván Zuluaga, la pregunta es completamente tramposa: "No es ambigua, es tramposa. La pregunta tiene que ser: ¿aprueba los acuerdos firmados entre el Gobierno y las Farc? ¡Punto! Eso es lo que van a someter a consideración, además la Corte Constitucional dijo claramente que lo que no se puede poner en juego es la paz. Lo que hay que votar es si se aprueban los acuerdos hechos con las Farc".
Mientras tanto, para el profesor y columnista John Mario González no se incumple a la sentencia de la Corte Constitucional que ha sido clara en afirmar que no se puede refrendar el derecho a la paz.
"Los opositores a la pregunta 'tacan burro' porque no se desconoce el precepto constitucional de preguntar la obviedad de si se quiere la paz. Pero tampoco van a creer ingenuo al Gobierno de preguntar simplemente por el acuerdo sin ligarlo a su finalidad", dice.
Para él, la idea de que el cuestionamiento incluya la palabra Farc, como lo señala Zuluaga, no es necesaria, pero también afirma que beneficia en materia política a los que apoyan el sí en el plebiscito.
"No se necesita porque por cuatro años el país ha escuchado que el acuerdo es entre las Farc y el Gobierno, entonces es innecesario. Ahora, por estrategia política lo mejor es que no se mencione porque las Farc no son precisamente los que más votos arrastran en el país", dice González.
Schumann Andrade, docente de la universidad Jorge Tadeo Lozano y la Pontificia Universidad Javeriana, afirma que hay más prejuicios que razones para decir que la pregunta tiene algún tipo de sesgo e indica que lo que se dice es el objetivo que se quiere alcanzar.
"No creo en absoluto que la pregunta esté mal formulada por dos razones. Primero, el eje de la pregunta es el apoyo, lo demás es el complemento directo, en otras palabras, apoya el acuerdo sí o no. Segundo, desde cuándo señalar un propósito es tener un prejuicio o sesgo. La preposición 'para' indica qué es lo que se apoya y en ese sentido que el apoyo es para dos cosas muy específicas: la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera", dice.
Con información de Colprensa y EFE
Destacado
María Ángela Holguín, ministra de Relaciones Exteriores, afirmó que la ONU quiere que la firma de la paz entre el Gobierno y las Farc se dé en sus instalaciones. "El Secretario General de la ONU nos ha pedido que si el acuerdo se puede firmar allá, porque sienten que es algo completamente extraordinario que le está pasando al mundo," dijo.
Uribistas demandan acto legislativo
El partido opositor Centro Democrático, liderado por el expresidente y senador Álvaro Uribe, radicó ayer una demanda de inconstitucionalidad contra el Acto Legislativo para la Paz, acompañada de 1,3 millones de firmas.
Los uribistas aseguran que esa norma, que le otorga facultades extraordinarias al presidente, Juan Manuel Santos, sustituye la Constitución.
El Acto Legislativo para la Paz es una reforma constitucional que incorporará a la Carta Magna todo lo acordado entre el Gobierno y las Farc en las negociaciones de paz de Cuba y le otorgará facultades extraordinarias al presidente por 180 días para expedir decretos con fuerza de ley, necesarios para la implementación del acuerdo.
La querella, radicada por Iván Duque, Óscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo, miembros del Centro Democrático, señala que las facultades a Santos para expedir decretos con fuerza de ley, acortar los tiempos legislativos para las reformas y proyectos de ley, viola el principio de equilibrio de poderes.
La Corte Constitucional analizará si la demanda cumple con los requisitos y pasará a la admisión y posterior revisión de los argumentos consignados en este recurso contra el Acto Legislativo para la Paz, aprobado por el Congreso a mediados de este año.
Polémica por emisoras
David Luna, ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, aclaró las dudas que existían sobre la entrega de 31 emisoras a las Farc, las cuales estarán en poder del grupo por un año y medio. Las emisoras que recibirán, por parte de la Comisión de Verificación, serán de manera transitoria para promover la pedagogía del acuerdo hasta el último desarme y después por un año la implementación del mismo, explicó Luna.
El funcionario indicó que serán emisoras de interés público para cubrir las zonas donde se dará el proceso de concentración y desarme de la guerrilla, las cuales entrarán a operar una vez la comisión de verificación así lo señale.
“No es una adjudicación, es el inicio de un proceso, son emisoras nuevas que van a funcionar desde el punto de vista pedagógico”, explicó Luna, al tiempo que reiteró que terminado el proceso, podrán participar en una licitación abierta para seguir desarrollando esa actividad.
Luego de tres meses de indecisión política, los senadores y representantes a la Cámara del Partido Conservador, anunciaron ayer que votarán por el sí en el plebiscito y que así esperan que la totalidad del partido lo decida mañana.
El Consejo Nacional Electoral votaba anoche la reglamentación del plebiscito para la paz y mientras se resolvían varios de sus puntos -trabajo que se planeaba terminar ayer, han surgido nuevos datos que podrían quedar como parte de la normativa que deberán cumplir las campañas. Claro, todo es susceptible de modificación.
4 En el caso de los montos se ha venido diciendo que el ámbito nacional el tope se daría hasta los 8 mil millones de pesos, pero fuentes consultadas afirmaron que ese tope se quitó y que la cifra estaría rondando los cerca de 3 mil 600 millones de pesos.
4 La reglamentación especificaría el número de cuñas radiales, notas de prensa y de televisión para los promotores del sí y el no, que podrían ser grupos conformados por cualquier tipo de ciudadanos de más de tres personas y menos de nueve personas.
4 Entre lo que discutían los magistrados está la posibilidad de que entre los municipios de sexta, quinta y cuarta categoría se puedan hacer hasta 30 cuñas radiales diarias; en los de tercera y segunda categoría, hasta 40 cuñas radiales diarias; en los de primera categoría hasta 50 cuñas diarias; en los de categoría especial 60 cuñas; y en Bogotá hasta 70 cuñas diarias.
4 En televisión, cada campaña podría contratar hasta 10 cuñas televisivas diarias sea en canales públicos, privados, regionales o comunitarios.
4 En prensa escrita, en los municipios de sexta, quinta y cuarta categoría, se podrían publicar 4 avisos hasta el tamaño de una página por edición; en los de tercera y segunda categoría, 6 avisos hasta del tamaño de una página por cada edición; en los de primera categoría 8 avisos hasta del tamaño de una página por cada edición; mientras que en Bogotá, 12 avisos hasta del tamaño de una página por cada edición.
Y por último, a nivel nacional, se tendrían derecho a 15 avisos hasta del tamaño de una página por cada edición.
4 En internet, las campañas podrán contratar publicidad; en vallas también se reglamentaría por categoría, pero los alcaldes y registradores municipales serían los encargados de emitir actos administrativos para regular la forma, características y condiciones para la fijación de vallas, pasacalles, carteles que se usen para las campañas.
4 Los canales de televisión pública y privada también tendrían que ceder a título gratuito en horario prime time un espacio de cinco minutos diarios.
4 Los medios de comunicación tendrían que ir informando al Consejo Nacional Electoral de las contrataciones que se hacen para estas campañas, con ánimo de hacer un control y contraste de la información suministrada por los grupos promotores.
4 Luego de 30 días de la elección, cada grupo debería entregar una relación consolidada de los ingresos obtenidos y los gastos realizados durante la campaña, así como las donaciones y aportes recibidos.
Nota: Lo que se esperaba, era que la discusión se culminará ayer, por ello los datos antes mencionados podrían cambiar, y hoy se daría a conocer la reglamentación oficial.
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