Alejandra Bonilla Mora
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
La Unidad de Víctimas ha alertado sobre lo que sería una "masacre" de líderes sociales en el país, pero el ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, insiste en que hasta el momento no hay evidencia de una actuación sistemática.
Asegura que no decretará la sistematicidad de estos crímenes “por darles gusto a sus críticos”. Y revela que son cerca de 300 los integrantes de las disidencias de las Farc, que, aunque peligrosas, todavía no tienen un carácter masivo.
Lo que sí reconoció es que hay un plan de bandas procedentes de Brasil para sumar a sus filas a criminales de todo el mundo, incluido el Clan del Golfo y los propios desertores de la guerrilla.
Preparados
Hay alerta porque el Eln está copando territorios que dejan las Farc, lo que también hacen bandas criminales y disidencias. ¿Qué información tienen?
La Fuerza Pública aplica el Plan Victoria, que empezó a aplicarse el Día D, el 2 de diciembre. En este se enfatiza la presencia, con alistamiento de combate si es necesario, en las zonas donde las Farc tenían influencia y se han desplazado. Es una operación de cerca de 80 mil hombres entrenados y equipados para hacer frente a esa tentación del crimen organizado para ocupar las áreas y del Eln para crecer su influencia.
¿En cuántos municipios está desplegado ese operativo?
En alrededor de 150 municipios. Conocemos sitio por sitio y ahí está la Fuerza Pública.
Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación señala que en Tumaco están “al borde de una guerra civil”, ¿eso así?
La situación de Tumaco es distinta a la que teníamos hace seis meses. Sigue siendo violento, con amenazas de narcotráfico y crimen organizado, con presencia del Eln, ruta de los disidentes de las Farc a quienes ya les incautamos media tonelada de coca. Ahora es menos explosiva. También en Nariño tenemos refuerzos porque es un departamento donde quedan rezagos de violencia. Hacemos traslado de tropas.
Disidentes y contactos
¿Qué peligro real cree que representan las disidencias?
Son peligrosas. Están armadas. Tienen gente entrenada, cabecillas que prefirieron el narcotráfico a la política. Cuando empezamos las negociaciones se decía que la paz iba a cubrir a un 40% de las Farc, hoy hablamos de que las Farc, en un 96%, está en la paz. Esas disidencias, que son crimen organizado, serán perseguidas con todas las fuerzas del Estado. Estamos en coordinación con nuestros vecinos del sur, Ecuador, Perú y Brasil, para evitar que pasen a esos territorios o hagan alianzas con el crimen organizado de esos países.
Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa.
¿Hay otras disidencias identificadas?
Más que por frentes o cuadrillas, por número, sabemos de unos 300 disidentes. Tenemos que esperar al final de los movimientos y el agrupamiento de las Farc, pues eso nos confirmará estas cifras y tendremos claro dónde se traza la línea entre las Farc en el proceso de paz y lo que es crimen organizado y el Eln, en otro lado.
- ¿Qué economías ilegales las mueven, minería o narcotráfico?
Ambas, y también un poco la explotación ilegal de madera, que es una fuente creciente de ingresos ilegales en Brasil y en nuestro país. Esas son las tres fuentes principales.
¿Hay evidencia de nexos criminales de bandas de Brasil con el Clan del Golfo?
No, pero las organizaciones brasileñas sí han tenido todo el deseo de vincular gente de disidencias de las Farc. El PCC (Primer Comando de la Capital), La Fuerza Roja y la Familia del Amazonas funcionan en las cárceles y ponen ofertas de trabajo para distintos delincuentes en el mundo, entre ellos, para quienes de las disidencias quisieran vincularse. Están en competencia para reclutar, todavía sin éxito, con el Clan de Golfo.
¿Qué riesgos trae este panorama para erradicar hoja de coca y sustituir cultivos no legales?
Espero que ninguna. Las zonas donde están esas disidencias no son de alto cultivo de coca. La decisión de erradicar es en serio, con una meta ambiciosa de 50 mil hectáreas. A 31 de enero teníamos 2 mil 100 hectáreas ya erradicadas y eso empezando. En sustitución, la colaboración de las Farc, hará que sea más realista. Creo que el Gobierno terminará en el 2018 con una buena perspectiva en la lucha de cultivos de hoja de coca.
Homicidios con causas locales
Van 9 líderes sociales asesinados este año. Alan Jara, director de la Unidad de Víctimas, dijo que van 17 desde que el Congreso refrendó el nuevo acuerdo de paz. ¿Qué está pasando?
Vemos que las cifras no coinciden entre lo que ven el Ministerio del Interior, las Naciones Unidas o la Defensoría. Hay problemas de caracterización. Pero, como todo homicidio es grave, lo que uno ve es un mapa localizado de homicidios con causas locales: robo de la moto, una de linderos, en un momento dado una pelea familiar, por el fruto de una venta de tierra para una zona veredal; un señor que tiene antecedentes de hurto y abuso y es asesinado en una fiesta. Ese es un gravísimo homicidio que hay que investigar, pero la pregunta es, ¿ese señor era líder social o no?
¿Se mantiene el Ministerio en que no hay un patrón en esos casos?
Lo que hemos visto es que no. No hemos podido establecer que haya un grupo, una cabeza que diga, “vamos a cometer estos asesinatos”. Estamos alerta para evitar que eso nos tome por sorpresa.
Por este tema hay muchas críticas al Ministerio, al Gobierno…
Claro, pero lo sostengo. Cuando vea que hay un grupo que ha tomado como bandera asesinar a líderes sociales, seré el primero en decirlo. No voy a decretar sistematicidad, simplemente para darles gusto a mis críticos. Eso tiene que ser una relación objetiva de unos hechos sumamente graves.
Paz y Reconciliación también dijo que al menos en los casos de Caquetá, Cauca y Meta sí la hay.
No hemos podido documentar que sea por una causa específica. Por ejemplo, me pregunto: ¿Cuántas Juntas de Acción Comunal puede haber en el país? ¿200 mil? ¿Cuántos miembros de JAC puede haber? ¿Un millón? ¿Cada vez que haya un asesinato de una persona que es miembro de una Junta de Acción Comunal será considerado un asesinato de personas que defienden los Derechos Humanos? Considero ese asesinato tan grave, como el de un defensor de derechos humanos, pero la clasificación se hará cuando haya evidencias.
Cooperación con Estados Unidos
El ministro Luis Carlos Villegas es optimista con la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos. Asegura que ambos tienen intereses relacionados con minimizar los efectos financieros de la venta de clorhidrato de cocaína, disminuir los cultivos de coca y luchar contra el lavado de activos y el tráfico de armas. “Tenemos buenos amigos en esa administración como el general (John) Kelly, que es el Secretario del Interior y conoce bien a Colombia”, admitió.
Sobre las implicaciones que podría traer para el proceso de paz no contar con la prometida ayuda en la era Obama, el ministro dijo que le teme más a la reducción general de cooperación de los Estados Unidos con el mundo. “La relación con México va a influir sobre la relación con el resto de América Latina. De manera que confiemos en que tome rumbos más sensatos.
“En lo que toca a nuestra cooperación, si Estados Unidos dice ‘coopero menos con el mundo’ eso nos podría afectar proporcionalmente. Pero una medida contra Colombia, no la creo”.
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