
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
El jefe de la delegación negociadora de paz por el Gobierno Nacional, Humberto de la Calle, pidió celeridad en el desarrollo de los diálogos de paz y explicó que la guerrilla de las Farc ha traído constantemente temas a la Mesa Negociadora que no habían sido pactados en el acuerdo inicial.
“Si desde el comienzo se ha presentado una constante en este proceso ha sido la insistencia de las Farc en traer a la Mesa de conversaciones temas que no forman parte de la agenda pactada”, defendió de la Calle, pues consideró que “la negociación no es sobre el programa político de las Farc”.
Según dijo, el problema del lento avance de las negociaciones no radica en el método de trabajo por ciclos sino que por la insistencia de la guerrilla de debatir reformas que no habían sido contempladas.
“Desde el discurso del jefe de la delegación de las Farc en Oslo en octubre de 2012 hasta hoy han insistido en temas como el modelo económico, la reforma estructural del Estado, la minería o las Fuerzas Armadas para citar solo unos ejemplos”, explicó el jefe negociador.
Confusión
De la Calle defendió también que las propuestas que escuchan los colombianos sobre nuevas ramas del poder, cámaras territoriales, participación en la administración de justicia, reforma a los regímenes de banca central y sostenibilidad fiscal o rediseño de los planes de las ciudades, confunden a la opinión pública sobre los propósitos de los diálogos de paz.
Y aunque dijo que el Gobierno no descalifica estas ideas, reiteró que las mismas no hacen parte de la agenda “que ambas partes consideraron suficiente” y, su insistencia en debatirlas, no permite avanzar en la consecución de acuerdos.
Adicionalmente, De la Calle declaró que con los avances que en el país se están haciendo en temas como el Marco Jurídico para la paz y el proyecto de ley que permitiría realizar un referendo el mismo día de una jornada electoral, con ocasión de un acuerdo de paz, no son decisiones unilaterales del Gobierno Nacional sino que son iniciativas que se anticipan para permitir la toma de decisiones que serán necesarias si se llega a un acuerdo final de terminación del conflicto armado.
“El Marco Jurídico para la paz abre un espacio constitucional necesario para poder contar con una estrategia integral de justicia transicional. No es un acto unilateral del Gobierno sino la decisión responsable y oportuna, sobre todo oportuna, para juntar a tiempo los instrumentos jurídicos que serán necesarios si llegamos a un acuerdo”, defendió.
En cuanto al proyecto de ley que permitiría realizar un referendo el mismo día de unas elecciones ordinarias, De la Calle defendió que “lo que se pretende es dar mayor vigor y legitimidad a las decisiones de los ciudadanos”.
Aún así, el jefe negociador del Gobierno aclaró que una cosa es la decisión de una fecha para un posible referendo y otra es su contenido del mismo, que deberá acordarse con las Farc en la mesa de negociaciones.
“Esto es exactamente lo contrario de la unilateralidad. Tenemos que llegar a un acuerdo si se abre paso el referendo de verdad, no su discusión sobre la fecha”, puntualizó.
Para finalizar, De la Calle volvió a insistir en que, para cumplir con las expectativas de los colombianos, se necesario tener celeridad con el proceso de paz que se adelanta en La Habana (Cuba).
Pausa por elecciones podría terminar con el proceso
Una posible pausa en las conversaciones entre el Gobierno colombiano y las Farc por la campaña electoral de 2014 puede terminar definitivamente con el proceso de paz, advirtieron analistas.
Colombia celebrará elecciones legislativas el 9 de marzo de 2014 y presidenciales el 25 de mayo y lo que buscaría esta propuesta es evitar que las negociaciones puedan ser afectadas por el proceso electoral.
Santos no ha hablado en público sobre este asunto, que según dijo el director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia, Alejo Vargas, "no parece ser para nada serio".
"En Colombia lo usamos en el pasado y eso siempre terminó en suspensión de los diálogos", recordó en alusión a lo sucedido en el el intento de paz de Tlaxcala (México, 1992) entre el Gobierno de César Gaviria y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB), conformada por las FARC, el ELN y el desmovilizado EPL.
En este punto, discrepó el doctor en Ciencias Políticas y experto en conflicto, Pedro Medellín, quien reconoció que existe "el riesgo de que se politicen las conversaciones todavía más" durante la campaña electoral a los comicios legislativos y presidenciales.
Y aunque una pausa "no es buena para el Gobierno ni para las Farc porque deja eternizar la negociación", Medellín apuntó que el único punto positivo sería "prevenir que se caldee el ambiente y frenar los ataques guerrilleros a la población mientras hay elecciones".
Tanto Vargas como Medellín respaldaron la tesis de que lo que el proceso de paz colombiano necesita, incluso en un contexto de elecciones, es pisar el acelerador.
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