Haciendo evidente que la división entre los empleados judiciales se agrava cada día en que continúa el paro, realizado desde el pasado 11 de octubre, este jueves hubo una fuerte discusión entre el presidente de una de las juntas de Asonal, Nelson Cantillo, y Luis Eduardo Camargo, investigador criminalista del CTI. La situación fue tan bochornosa, que por poco termina a los golpes entre los presentes.
COLPRENSA conoció, como único medio presente, el desarrollo del enfrentamiento: Cantillo entregaba el parte a los funcionarios presentes en el Complejo Judicial de Paloquemao (Bogotá), de una reunión realizada en el Senado con la ministra de justicia, Ruth Stella Correa; Camargo tomó el micrófono y le dijo que debía decir la verdad de lo que sabía.
“El señor Cantillo debe reconocer públicamente que, a pesar de hablar del irrestricto apoyo de toda la bancada de la Comisión Primera del Senado de la República, ellos mostraron serios reparos respecto a la irresponsabilidad en la convocatoria de este paro y llamaron irresponsabilidad porque ciertamente a la fecha se está negociando con el Gobierno Nacional en abstracto, porque no tenemos un documento que pida en sus justas dimensiones el monto total de la nivelación”, aseguró el funcionario.
En medio de las rechiflas de uno y los gritos de apoyo de otros, Camargo continuó a los gritos, diciendo lo que, según él, conocía: “Hicieron serios reparos al pugilato que internamente se está viendo en Asonal. Hay una disputa entre el señor Cantillo y el señor (Fernando) Otálvaro. No soy un infiltrado aquí y me he presentado todos los días que se hacen este tipo de charlas, como líder de la 30 con 13 (sede judicial de Paloquemao)”.
“NO TENGO MIEDO”
El funcionario insistió en continuar hablando, pese a que muchos le gritaban que se fuera de las instalaciones del complejo judicial.
“Ustedes no conocen circunstancias y no me va temblar la voz para desenmascarar la mentira y dar a conocer la verdad. Un día antes de la reunión que se dio ayer en el Congreso, la compañera Orfa Cardona y su jefe, que son enlaces del CTI en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, en horas de la noche estaban sosteniendo una reunión con el senador Avellaneda y con otra senadora, y se encontraba el señor Cantillo”, manifestó.
Camargo continuó con su discurso mientras los ánimos se iban acalorando. “Una de las compañeras, preocupadas porque así lo estaba señalando el senador Avellaneda, ya que no se tenía un informe completo respecto a la nivelación salarial, hizo entrega de un informe de Ibagué, para que el senador se hiciera una base de lo que estaba pasando, me cuenta la compañera que el señor Cantillo se molestó y se retiró”, indicó, para luego manifestar que si las cosas seguían así, el CTI se retiraría del paro.
Para terminar, el funcionario de la Fiscalía se refirió a un segundo episodio que dice conocer, pero no logró hacerlo, pues la mayoría de parados le increpaban que se fuera.
“Ayer, cuando íbamos a salir del recinto, el senador Álvaro Benedetti le habló al oído al señor Cantillo; le dijo que la señora Ministra de inmediato quería una reunión, eso es cierto y ¿qué pasó? El señor Cantillo ordenó elaborar una lista de diez personas. Me encontraba en ese listado, pero finalmente él entró a la reunión sólo con cinco y no sabemos qué ha pasado”… Hasta ahí logró hablar.
“ESTÁN MINTIENDO”
Cantillo se defendió, diciendo que todo era una mentira y que Camargo está muy mal informado: “El servicio de inteligencia y contrainteligencia que me está haciendo el señor, le está dando pésima información (…) Aquí hay una cosa que es cierta, que la puede corroborar, y es que anteayer salimos como a las 7 de la noche y nos reunimos con un calculista casi hasta las 10 de la noche”, señaló el dirigente, para desmentir que se hubiera reunido con el senador Avellaneda.
Esperanza Medina, fiscal 233 seccional, salió a defender a Cantillo, al asegurar que estuvo con él en dicha reunión: “Este señor acaba de decir que antenoche Cantillo estaba reunido no sé con quién, pero resulta que él estaba reunido conmigo, con la doctora Diana y con el doctor Hernán Posada, en un restaurante, para contratar a un actuario (…) con el efecto de dar a conocer cuánto es el monto en pesos que requiere esta negociación”.
Al término del cruce de palabras, Camargo, Cantillo y más personas se enfrascaron en una discusión en la que fue necesario que intervinieran los miembros de la Policía encargados de la vigilancia en Paloquemao.
Antes de que se presentara la trifulca, Cantillo manifestó que había sabido por fuente confiable, que el Gobierno los llamaría en el transcurso de lo que queda de la semana para volver a negociar.
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