COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Las cifras de quemados por manipular pólvora sigue causando preocupación en Colombia, aunque las autoridades de salud habían presentado una reducción en el número de casos en 2018, frente a 2017, después de la celebración de Navidad los datos se dispararon y superaron los de hace un año.
El último reporte del Instituto Nacional de Salud (INS), al 27 de diciembre, presentó un total de 425 personas lesionadas con pólvora, lo que representa dos casos más que hace un año cuando se presentaron 423 episodios. Del total, 175 son menores de 18 años, 10 casos menos que en 2017, y 250 adultos, 12 casos más que en el mismo periodo del año anterior.
Frente a este panorama, el subdirector de análisis de riesgo del Instituto Nacional de Salud, Hernán Quijada Bonilla, manifestó que las cifras aún se quedan cortas en la disminución que buscaban las autoridades nacionales del 50% frente al año anterior.
“Estas cifras nos llaman a la reflexión en este fin de año para que alejemos a nuestros hijos totalmente de la manipulación de la pólvora, lastimosamente hoy registramos 175 menores de edad, 10 casos menos que el año anterior, pero no es una cifra significativa ni lo esperado para las campañas que se han realizado por las autoridades en el país”, agregó Quijada Bonilla.
El vocero del instituto reconoció que ciudades como Manizales, Bogotá y Medellín han generado “sorpresa”, al reportar pocos casos, resaltó que las alarmas se mantienen en los municipios más pequeños, que es donde este año se han registrado el mayor número de casos.
Y es que para lo que va de diciembre, departamentos como Valle del Cauca y Atlántico han tenido un incremento desmesurado en sus cifras, completando a la fecha 57 casos para el primero y 46 para el segundo, donde este último presenta un incremento de cuatro veces el número de lesionados respecto al último año.
La radiografía nacional, aunque muestra que los menores quemados con pólvora no sobrepasan a los adultos, genera un hecho preocupante y de alerta para el país, donde se ha visto que principalmente son los padres de familia quienes ponen “en bandeja de plata” los detonantes a los menores.
“Estamos en máxima alerta en Atlántico, Nariño, Valle del Cauca, Quindío, Risaralda y Bolívar, porque son los departamentos que hoy tienen mucha atención por el aumento que han tenido en este fin de año. También hacemos un llamado a los padres de familia para que no permitan que sus hijos estén cerca de la pólvora y lleguen a manipularla, lastimosamente los adultos estamos siendo los principales actores de esto”, agregó Quijada Bonilla.
Los padres
Frente a las causas que conllevan a que cada año la situación sea casi un reflejo del año anterior con muy poca variabilidad, el psicólogo Leonardo Ajá calificó a los padres como directos responsables.
“Cómo es posible que todavía un padre permita que su hijo juegue con pólvora, una actividad altamente peligrosa, y más aún que sea él quien se la proporcione. Ese cuentico de: mijo quemé pólvora como yo lo hice, esta trillado. Esto no puede seguir pasando, porque las consecuencias son más allá de una simple quemadura”, sostuvo Ajá.
Para el experto en salud, aunque desde un tiempo hacia acá la ley ha venido castigando a quienes manipulen o entreguen pólvora a los menores de edad, aún falta “mucha” responsabilidad por parte de la sociedad civil, quien en ojos de Ajá, se ha acostumbrado a “saltarse las reglas” sin pensar en los problemas sociales que esto genera.
“Que cada día se sume a la lista un menor más quemado por pólvora simplemente es un acto de negligencia y responsabilidad por parte de los adultos. El impacto de esta situación no se puede medir solamente en la cicatriz física, sino el impacto psicológico que también golpea al afectado”, agregó Ajá.
Ante este panorama, a la fecha el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha adelantado 88 procedimientos de verificación de derechos de niños lesionados con pólvora e inició 21 Procesos Administrativos de Restablecimiento de Derechos (PARD), en favor de los menores de edad afectados.
Esta situación para el psicólogo Ajá, aunque es positiva, también demuestra que en el país hay “leyes para todo tipo de cosas” pero que se quedan en el “simple” reporte de los lesionados, por lo que calificó al sistema judicial del país como “débil”.
“En muchas cosas la ley solo se queda como amenazadera y a la hora de ser contingente con las medidas no se da nada, todo se va al piso porque el sistema penal es blandengue. Este problema radica en una cosa sencilla y es que la gente no hace caso, pese a ver las afectaciones del manejo indebido de la pólvora. Hay una gran desobediencia civil y creemos que seguir las normas es de bobos o tontos y no, seguir las normas es un evento de integración social”, apuntó el experto.
Debido a los lesionados con pólvora, el ICBF interpuso 11 denuncias penales ante la Fiscalía para que se adelanten las investigaciones correspondientes en los casos que lo ameritan; fijó 19 amonestaciones a padres de familia y cuidadores responsables de los niños lesionados e inició 35 procesos de orientación y asistencia a las familias.
Las lesiones más recurrentes
Quemaduras: 308 casos (90,9%)
Laceración: 239 casos (70,5%)
Contusión: 101 eventos (29,8%)
Daño ocular: 33 casos (9,7 %)
Amputación: 23 casos (6,8%)
Daño auditivo: 17 casos (5%).
Fuente: Instituto Nacional de Salud
Tipo de artefacto
Tetes: 25,4%
Voladores: 11,2%
Cohetes: 9,1%
Volcanes: 5%
Luces de bengala: 5,9%
Otros: 43,4%
Fuente: Instituto Nacional de Salud
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