COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Walter Patricio Arizala Vernaza, alias Guacho, se convirtió en el dolor de cabeza de la Fuerza Pública desde que se apartó del proceso de paz que adelantó el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), hoy desmovilizadas y convertidas en el partido político de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc).
Hoy el miedo que provocaba ese sujeto en el sur del país parece tener un giro, pues un operativo en su contra, adelantado el sábado en horas de la madrugada, lo tendría en grave estado de salud por heridas propinadas en medio de los enfrentamientos entre el frente Oliver Sinisterra, que él dirige, y las Fuerza Pública.
El fin de semana fue la primera vez que las Fuerzas Armadas estuvieron tan cerca de Guacho, ya que en medio del operativo un francotirador lo habría impactado en dos ocasiones por la espalda, por lo que las versiones que se escuchan al interior del Gobierno Nacional es que estaría gravemente herido, pero sus escuderos lo habrían sacado del lugar.
Los operativos en contra del subversivo acumulan 4 mil hombres, quienes le venían haciendo seguimiento desde hace “bastantes días”, según el ministro de Defensa, Guillermo Botero. La misma cantidad de miembros de la Fuerza Pública que en este momento adelantan un Plan Candado, para cerrar cada vez más el cerco para que no logre escapar.
El jefe de la cartera de Defensa anunció que también hay miembros de la Fuerza Pública que están apostados en centros asistenciales, con el fin de evitar que sus subordinados lleguen hasta estos lugares para solicitar primeros auxilios o medicamentos.
La persecución contra el disidente de las Farc no es nueva, pues el anterior gobierno puso la mira sobre este sujeto tras la masacre que se registró en el municipio de Tumaco (Nariño) que dejó ocho civiles muertos. Desde esa época, las autoridades desplegaron su mirada sobre esta zona del país, que ha sido azotada por la violencia.
Desde el Gobierno Nacional se le encomendó una labor al general Jorge Hoyos, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, de ir tras la pista de Guacho y desarticular su organización delincuencial. Para ello fueron dispuestos 10 mil hombres del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea, y la Armada, quienes se desplazaron desde enero a zona rural de Nariño.
Néstor Rosania, experto en conflicto armado, aseguró que si bien las acciones de las autoridades colombianas son importantes, también lo son las alianzas con el Gobierno ecuatoriano, que hicieron que Guacho se moviera hacia una zona que es totalmente desconocida para él y sus hombres.
“La operación de las autoridades ecuatorianas han permitido erradicar el ángulo muerto que era la zona pegada a la frontera ecuatoriana, donde Guacho tenía todo un repliegue de sus acciones criminales, entonces lo que hizo fue empezar a subir hacía Tumaco, donde fue hallado por las autoridades”, dijo.
Rosania aseguró que las acciones adelantadas por Colombia y Ecuador dejan hasta ahora resultados positivos, como la neutralización de exmiembros de las Farc, por lo que no escatimó que el resultado en esta ocasión sea el mismo.
Desde la otra orilla, con relación al negocio de narcotráfico, el analista y también experto en seguridad Hugo Acero, aseguró que en Nariño existen otros actores criminales que continuarán con el mercado ilícito en caso de confirmarse que Guacho haya sido dado de baja.
“Hay otras disidencias de las Farc en ese sector, también está el Clan del Golfo, el Ejército de Liberación (Eln), el negocio va a seguir. El tema es que el Gobierno Nacional debe atacar con acciones para detener este tema", dijo el analista.
Destacó que la modalidad de amenazas y chantaje a la ciudadanía para lograr escapar de la Fuerza Pública seguirá siendo implementada, ya sea por su sucesores, en caso de que lo hallen muerto, o por él y miembros de otras organizaciones.
“Hay grupos criminales que actúan alrededor del narcotráfico y fundamentan su poder no solamente con su presencia física, sino también en su accionar con la comunidad para seguir desarrollando sus actividades”, aseguró Acero, quien no escatimó en que dichas acciones se podrían registrar para evadir las autoridades en este momento.
El analista aseguró que para evitar este tipo de hechos, el Gobierno Nacional debe realizar una acción integral para evitar por completo que el negocio ilícito siga aumentando como está pasando con los cultivos ilícitos.
“Se deben enfocar en una intervención integral en donde no solamente se vea el trabajo de las Fuerzas Militares, sino también estén las instituciones de desarrollo social, económico y de trabajo con los entes locales”, manifestó.
El experto señaló que el Gobierno y las Fuerzas Militares ahora deben perseguir a subversivos como Gentil Duarte, Otoniel, entre otros actores criminales que se dedican a fortalecer sus finanzas por medio de actividades ilícitas.
A la voz de Acero se unió John Marulanda, analista en Seguridad y Defensa, quien indicó que si bien este podría ser un duro golpe para el narcotráfico, la acción no está en atacar solamente a los cabecillas de dichas organizaciones.
“No importa quién suceda a alias Guacho, así como tampoco importa quien sucedió a alias David. Lo importante es que por ahí sigue saliendo casi el 40% de la cocaína que se produce en el país. El problema no es de atacar a los cabecillas, ese no es un ataque estructural a todo el problema”, dijo.
De Walter Patricio Arizala Vernaza se sabe que empezó su actuar delictivo en las Farc desde el 2007 cuando fue reclutado por alias Alexis o Tachuela. Llegó al grupo a hacer parte de la columna móvil Daniel Aldana y allí se desempeñó como organizador de masas, jefe financiero, además generaba múltiples acciones terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública.
Una vez se desmovilizó el grupo guerrillero, el objetivo de alto valor de las Fuerzas Militares y de los hombres más buscados por el Gobierno ecuatoriano, decidió alzarse en armas, tras considerar que el Gobierno estaba incumpliendo con lo pactado en La Habana (Cuba), y había una supuesta desigualdad entre la guerrillerada y los medios mandos de la estructura al margen de la ley.
Para las autoridades el nombre de Guacho empezó a coger fuerza durante el primer semestre del año, momento el que perpetró ataques contra la Fuerza Pública y la infraestructura eléctrica de Tumaco.
‘Guacho’ no solo es buscado por las autoridades colombianas, también es perseguido por el Gobierno ecuatoriano luego de ser señalado como responsable del secuestro y posterior asesinato del periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, quienes hacían parte del equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio.
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