Colprensa | LA PATRIA | BOGOTÁ
¿Dónde está Santrich? Esta fue quizá la pregunta que más se hizo a lo largo de la semana y que aún no tiene respuesta. Policía, Ejército, Ministerio de Defensa, el partido Farc, sus abogados o sus colaboradores aún no tienen contestación al interrogante de su paradero. De hecho, tampoco se confirma la posibilidad de que haya cruzado hacia Venezuela a encontrarse con Luciano Marín (Iván Márquez), Hernando Darío Velásquez (el Paisa) y Henry Castellanos (Romaña), de quienes se dice que andan en ese país.
Hasta el día de su desaparición, Seuxis Paucias Hernández Solarte estuvo muy activo en su cuenta de Twitter. El último mensaje que publicó fue el domingo 30 a las 10:22 a.m. y se trata de un retrino de la cuenta @BorisG_Design que hacía referencia a un artículo de los Convenios de Ginebra de 1949. “La perfidia es una forma de engaño en la que una parte se compromete a actuar de buena fe, con la intención de romper esa promesa una vez que el enemigo esté indefenso”, decía el texto compartido por Santrich.
Perfidia
Pero, justamente, esa perfidia es a la que se refieren algunos analistas sobre la actitud del exjefe guerrillero quien es esperado este martes ante la nueva sede de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, ubicada en el norte de Bogotá, para que rinda su indagatoria dentro del expediente que tiene pendiente por el escándalo del tráfico de drogas.
“Eso se sabía”, dice tajante el analista de seguridad John Marulanda. “Es francamente inaceptable que salgan con ese cuento de que se voló por una ventana. Eso no tiene presentación. La culpa recae, en un 90%, a la escolta de la Unidad Nacional de Protección, que entre otras cosas son de ellos”, añade.
Sobre el porqué el segundo y tercero anillos de seguridad, Policía y Ejército, en su orden, no detectaron al exjefe guerrillero obedece a que entre uno y otro hay mucha distancia, máxime en la región de La Guajira por la que se dice pudo escapar hacia territorio venezolano.
Con respecto a este departamento hay una información que es manejada con mucho sigilo y prudencia en los organismos de inteligencia. Cuando Santrich recuperó su libertad, uno de los tantos episodios en su culebrón judicial, partió a la península y llegó al espacio territorial de Pondores. La información que analizan es que desde allí él y su esquema recopilaron información ‘de inteligencia’ sobre las posibles rutas de salida hacia Venezuela, analizaron los movimientos de los anillos de seguridad y los puestos de control que hay en el territorio.
Con esas averiguaciones en su poder detallaron la presunta ruta de escape. Esto, sin embargo, no es confirmado oficialmente, pero no han desechado la hipótesis, más aún cuando Lorenzo Guillermo Botero, dijo esta semana en entrevistas radiales que es posible que el exjefe guerrillero está cerca de la frontera.
En idéntico sentido a comienzo de semana se pronunciaron los comandantes de la Policía, Óscar Atehortúa, y del Ejército, Nicacio Martínez.
Para su círculo cercano todo fue una sorpresa ya que esta semana que termina el exjefe guerrillero concertó citas con su equipo de abogados para preparar la estrategia de defensa de cara al proceso en la Corte Suprema de Justicia. También tenía programado asistir al Festival Internacional de Poesía que por estos días se realiza en Medellín.
Por fuentes del partido Farc trascendió que también preparaba su agenda legislativa y para una reunión con esa colectividad que tendría que en los próximos días.
Ante la Corte
“Yo no veo a Santrich en la Corte Suprema, pero no descarto que asista teniendo en cuenta los antecedentes teatreros e histriónicos de este señor. Sería un golpe muy inteligente, político y publicitario de las Farc”, expone Marulanda.
La cita es con el magistrado Francisco Farfán de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, juez natural ya que Santrich actualmente hace parte de la Cámara de Representantes. El togado había pedido unas pruebas al gobierno de los Estados Unidos, principal interesado en el tema, pero dicha petición fue negada.
Ante esto, la ministra de Justicia, Margarita Cabello, explicó que a esa cartera llegó una nueva carta de la Sala que requiere al procesado para que por su conducto se pida información a las autoridades estadounidenses. Cabello le dijo a Colprensa que “esa solicitud nos llegó, tramitamos la rogatoria como se debe hacer y esa se envió al Departamento de Justicia el 27 de junio. Estamos esperando respuesta”.
Sobre el tema de la justicia espectáculo que plantea Marulanda, Kenneth Burbano, director del Observatorio Constitucional de la Universidad Libre, dice que esa situación ha venido de parte y parte, y evoca los calificativos que ha recibido Hernández Solarte, incluso desde altas esferas del Gobierno.
“Se ha ejercido mucha presión, me han parecido infortunadas expresiones del propio presidente Iván Duque y de otras autoridades en las que no lo bajan de delincuente, narcotraficante, mafioso y eso crea una zozobra y una desconfianza a su alrededor”, explica.
Sin embargo, Burbano advierte que de no presentarse a la citación judicial del martes sería un pésimo mensaje para el proceso de paz ya que su palabra ha sido honrada con el estado de derecho, en este caso con el llamado de los jueces.
En efecto, al salir de La Picota hizo ronda por la Jurisdicción Especial para la Paz para ratificar su compromiso con ese tribunal, lo propio ante la Comisión de la verdad y también hasta la Corte Suprema de Justicia. En cada uno de esos escenarios insistió que era inocente de los cargos que le endilgaban y que así lo demostraría. Pero tras su desaparición, Santrich va camino a protagonizar una perfidia, como la describió en el último trino que retuiteó.
¿Los otros exguerrilleros ausentes?
*Sobre Luciano Marín (Iván Márquez) pesa la llamada muerte política luego de que en el Consejo de Estado se decretó la pérdida de investidura, ya que no acudió a la posesión como congresista el 20 de julio del año pasado.
En la JEP, por su parte, se tramita un incidente de incumplimiento a raíz de los incumplimientos a los compromisos pactados con el sistema de justicia transicional.
*En el caso de Hernando Darío Velásquez (el Paisa), los magistrados le retiraron los beneficios que logró tras su sometimiento al tribunal, entre ellos el de la libertad condicional, por lo que se reactivó su orden de captura, pero actualmente cursa una apelación por esa decisión de los magistrados.
Al resolverse ese recurso, y si queda en firme la decisión, las autoridades procederán a su captura, aunque se desconoce su paradero. Se advierte que estaría con Márquez y Romaña en Venezuela, pero no se sabe en cuál estado.
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